De los submarinos nucleares al misil hipersónico: Trump y Putin tiran de la cuerda y avivan la tensiones

El presidente de Estados Unidos espera un gesto de su par ruso para acordar un alto al fuego en Ucrania, pero por ahora no hay señales de que se sienten a negociar. Mientras tanto, las tensiones aumentan.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, se reúne en Moscú con German Gref, director ejecutivo del mayor banco ruso, Sber.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, en el Kremlin.
Foto: AFP

Redacción El País
A una semana de que venza el ultimátum de Donald Trump a Vladimir Putin para que ponga fin a la guerra en Ucrania, Estados Unidos y Rusia avivaron ayer viernes la tensión nuclear entre las dos potencias.

Trump ordenó desplegar dos submarinos nucleares ante lo que consideró “provocadoras declaraciones” del expresidente ruso Dmitri Medvédev, quien advirtió de una posible guerra entre ambos países. Y Putin anunció que el Ejército ruso recibió el primer misil balístico hipersónico Oréshnik, el arma de última generación de las fuerzas estratégicas de Rusia.

“Ante las provocadoras declaraciones del expresidente ruso Dmitri Medvédev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa, he ordenado el despliegue de dos submarinos nucleares en las regiones correspondientes, por si acaso estas declaraciones insensatas e incendiarias fueran más allá”, declaró Trump en la plataforma Truth Social.

“Las palabras son muy importantes y, a menudo, pueden tener consecuencias imprevistas; espero que este no sea uno de esos casos”, agregó.

El presidente Donald Trump levanta el puño mientras sube al Air Force One en la Base Conjunta Andrews, Maryland,
El presidente Donald Trump levanta el puño mientras sube al Air Force One en la Base Conjunta Andrews, Maryland.
Foto: AFP

Al ser preguntado por reporteros en la Casa Blanca sobre la ubicación de los submarinos, Trump se negó a dar detalles y aseguró que con el despliegue busca “proteger a los estadounidenses”.

Medvédev criticó esta semana el ultimátum que Estados Unidos le impuso a Rusia para que frene la guerra de Ucrania y advirtió que este podría derivar en un conflicto entre ambos países.

“Trump está jugando al juego de los ultimátum con Rusia: 50 o 10 días... Él debería recordar dos cosas. Primero: Rusia no es ni Israel ni incluso Irán. Y segundo: cada nuevo ultimátum es un paso hacia la guerra. No entre Rusia y Ucrania, pero con su propio país”, escribió Medvédev el lunes en su cuenta de X.

Medvédev fue presidente de Rusia de 2008 a 2012, entre dos mandatos de Putin, y en aquel entonces era considerado reformista y moderado.

El presidente ruso, Vladimir Putin, asiste a una ceremonia con el presidente laosiano en el Kremlin
El presidente ruso, Vladimir Putin, asiste a una ceremonia con el presidente laosiano en el Kremlin
Foto: AFP

El jueves Medvédev arremetió contra Trump citando “la famosa ‘mano muerta’”, en alusión a un sistema automatizado ultrasecreto creado por la Unión Soviética durante la Guerra Fría para tomar el control de su arsenal nuclear en caso de que la cadena de mando fuera destruida.

Trump, que lleva meses expresando su frustración por la negativa de Putin a detener los bombardeos en Ucrania, redujo a 10 días el plazo que fijó a Moscú para que acuerde una tregua en los combates. Ese plazo se vence el viernes.

En otro mensaje de Truth Social ayer, Trump aseguró que este mes han fallecido casi 20.000 soldados rusos en la guerra y la cifra en lo que va de año asciende a 112.500.

“¡Muchas muertes innecesarias! Ucrania, sin embargo, también ha sufrido mucho. Ha perdido aproximadamente 8.000 soldados desde el 1 de enero de 2025, y esa cifra no incluye a los desaparecidos”, agregó.

Trump apuntó que “esta es una guerra que nunca debería haber ocurrido” y responsabilizó de nuevo a su antecesor, Joe Biden. “¡Solo estoy aquí para ver si puedo detenerla!”, concluyó.

El presidente Donald Trump habla con la prensa antes de abordar el Marine One en el jardín sur de la Casa Blanca en Washington.
El presidente de EE.UU. Donald Trump habla con la prensa antes de abordar el Marine One en la Casa Blanca
Foto: AFP

Misil hipersónico

En tanto, Putin anunció ayer que el Ejército ruso ha recibido ya el primer misil balístico hipersónico Oréshnik, el arma de última generación de las fuerzas estratégicas de este país.

“Hemos producido el primer equipo en serie Oréshnik, el primer misil en serie. Ya está en servicio con las tropas”, dijo Putin en Valaam, en el noroeste de Rusia, en declaraciones a la televisión pública en una comparecencia conjunta con el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko.

El mandatario bielorruso confirmó la disposición de emplazar estos misiles balísticos hipersónicos en su país en 2026 y aseguró que ya están construyéndose las infraestructuras necesarias. “Este año planeamos concluir las obras”, dijo.

Putin ha destacado que la velocidad que alcanza el nuevo misil es de “Mach 10” o “2,5-3 kilómetros por segundo”, lo que le convierte en indetectable para las defensas antiaéreas enemigas.

Reunión de Vladimir Putin y Donald Trump.
Reunión del presidente de Rusia, Vladimir Putin, con su par estadounidense, Donald Trump.
Foto: AFP

El Oréshnik forma parte de los sistemas de armamento “sin parangón en el mundo” presentados en sociedad por Putin en 2018, en lo que muchos llamaron la nueva Guerra de las Galaxias entre Rusia y la OTAN.

Los expertos rusos, que recuerdan que el Oréshnik puede portar ojivas nucleares, apuntan que el misil tiene un mínimo de seis cabezas de guiado individual.

El misil, de alcance medio, podría teóricamente golpear objetivos situados a incluso miles de kilómetros de distancia con un margen de error de apenas unas pocas decenas de metros.

En noviembre del año pasado Rusia lanzó un Oréshnik de prueba sin cargas explosivas contra una fábrica militar en la región ucraniana de Dnipropetrovsk. EFE, AFP

Estación Espacial Internacional

Trabajo coordinado en el Espacio hasta 2028

Mientras en la Tierra se desafían casi a diario, en el espacio Rusia y Estados Unidos están trabajando juntos. Ambas potencias han acordado continuar la explotación conjunta de la Estación Espacial Internacional (EEI) hasta 2028, informó ayer el jefe de Roscosmos, la agencia espacial rusa, Dmitri Bakánov, tras reunirse en Cabo Cañaveral con el director interino de la NASA, Sean Duffy.

“Acordamos que operaremos conjuntamente la EEI hasta 2028 y que su retirada de la órbita se llevará a cabo hasta 2030, inclusive”, dijo Bakánov a un grupo de periodistas rusos, citado por la agencia oficial RIA Nóvosti.

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