Enviados de Ucrania y Estados Unidos se reunirán hoy domingo en Suiza junto a consejeros de seguridad europeos para discutir el plan de Washington para poner fin a la guerra con Rusia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, dio a Ucrania menos de una semana para aprobar la propuesta de 28 puntos que obligaría a Kiev a ceder territorios a Rusia, reducir su ejército y comprometerse a no entrar en la OTAN.
Sin embargo, ayer afirmó que suplan de paz no es la “última oferta” para Ucrania.
Acogido con satisfacción por Vladimir Putin, el plan fue rechazado por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien ya comunicó el pasado viernes que iba a buscar “alternativas” con Washington.
Según fuentes consultadas, “el consejero del presidente francés irá a Ginebra con sus colegas del E3”, es decir Alemania, Francia, Reino Unido, para dialogar con representantes de Estados Unidos y Ucrania.
Por su parte un responsable de Estados Unidos confirmó la presencia en Ginebra del jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, y del emisario diplomático de Trump, Steve Witkoff.
“Nuestros representantes saben cómo defender los intereses nacionales de Ucrania y qué es necesario para evitar que Rusia lance una tercera invasión”, afirmó Zelenski.
Por su parte, Putin consideró que el texto puede servir “como base para una solución pacífica definitiva” del conflicto iniciado en 2022 y se mostró dispuesto a “discutir en profundidad todos los detalles”.
En caso de rechazo por parte de Kiev, amenazó con continuar las conquistas territoriales en el frente, donde su ejército lleva la ventaja.
Ante la doble presión estadounidense y rusa, Zelenski inició consultas con sus principales aliados en Europa, muchos de ellos reunidos este fin de semana en la cumbre del G20 en Sudáfrica.
En un comunicado conjunto, los líderes de países europeos claves, así como Japón y Canadá, dijeron que el plan de Washington “es una base que requerirá trabajo adicional”.
“Somos claros en el principio de que las fronteras no deben cambiarse por la fuerza. También nos preocupan las limitaciones propuestas a las fuerzas armadas de Ucrania, que dejarían al país vulnerable a futuros ataques”, afirmaron.
Forma equipo
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, designó ayer sábado un equipo negociador para trabajar con Estados Unidos, Rusia y otros socios internacionales en un plan de paz “justo y sostenible”, que estará encabezado por el máximo responsable de su gabinete, Andrí Yermak, y el jefe negociador, Rustem Umérov, entre otras autoridades. Mientras tanto, Rusia avanza en el terreno.
El comunicado está firmado por los presidentes del Consejo Europeo, António Costa; de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; de Finlandia, Alexander Stubb, y de Francia, Emmanuel Macron.
También rubricaron el documento el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez; el canciller de Alemania, Friedrich Merz, y los primeros ministros de Canadá, Mark Carney; Irlanda, Micheál Martin; Italia, Giorgia Meloni; Japón, Sanae Takaichi; Países Bajos, Dick Schoof; Noruega, Jonas Gahr Støre, y Reino Unido, Keir Starmer.
Por su parte el presidente francés Emmanuel Macron insistió en que un acuerdo debe “tener en cuenta la seguridad de todos los europeos”.
Posiciones
El vicepresidente estadounidense JD Vance respondió a las críticas dirigidas contra este plan afirmando que “se basan en una mala comprensión del contexto o en una interpretación errónea de algunas realidades cruciales sobre el terreno”.
“Existe la ilusión de que si simplemente damos más dinero, más armas o imponemos más sanciones, la victoria estará al alcance de la mano”, añadió Vance.
Zelenski reconoció el viernes que su país atraviesa “uno de los momentos más difíciles de (su) historia”. “Podría enfrentarse a una elección muy difícil: la pérdida de dignidad o el riesgo de perder a un socio clave”, Estados Unidos, afirmó.
Según el texto estadounidense, las regiones orientales Donetsk y Lugansk, así como Crimea, anexionada en 2014, serían “reconocidas de facto como rusas”, incluido por Estados Unidos. Esto implicaría que Moscú ganaría territorios ucranianos que aún hoy están bajo control de Kiev.
Rusia también vería el fin de su aislamiento de Occidente con su reintegración al G8 y el levantamiento gradual de las sanciones, así como su deseo de alejar para siempre a Kiev de la Alianza Atlántica, algo que debería inscribirse en la Constitución ucraniana.
Ucrania tendría que limitar su ejército a 600.000 militares y conformarse con una protección de aviones de combate europeos basados en Polonia, mientras que la OTAN se comprometería a no estacionar tropas en territorio ucraniano.
Según un responsable estadounidense, el plan incluye, sin embargo, garantías de seguridad por parte de Washington y sus aliados europeos equivalentes a las de la OTAN en caso de un futuro ataque.
El Plan “no es la última oferta”
El presidente de EE.UU., Donald Trump, aseguró ayer sábado que el controvertido plan de paz que su Administración ha planteado para poner fin a la guerra en Ucrania no es su “última oferta” para Kiev, al que ha dado ultimátum hasta el 27 de noviembre para aceptar la propuesta. “No, no es mi última oferta”, afirmó Trump al ser preguntado por medios en el exterior de la Casa Blanca.
“Nos gustaría alcanzar la paz. Debería haber sucedido hace tiempo. La guerra entre Rusia y Ucrania no debería de haber sucedido. Si yo hubiera sido presidente nunca habría sucedido. Estamos intentando ponerle fin. De una manera o de otra tenemos que ponerle fin”, se limitó a añadir el presidente estadounidense.
Las palabras del republicano llegan después de conocerse que el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, y el enviado especial de Trump para misiones de paz, Steve Witkoff, estarán hoy domingo en Ginebra para conversar sobre el plan de paz con una delegación ucraniana. Se unirán al secretario del Ejército de EE.UU., Dan Driscoll, que ya aterrizó ayer en la ciudad suiza. También estarán representantes de la Unión Europa. EFE
Con información de AFP y EFE