MEDIDA POLÍTICA

Brasil redujo a cero el impuesto a la importación de revólveres y pistolas. El cambio en la tasa, que hasta ahora era del 20%, fue publicado en el Diario Oficial (DOU) de ayer miércoles y citado por el presidente Jair Bolsonaro en las redes sociales. “La medida entra en vigencia el 1 de enero de 2021”, escribió el mandatario.

La reducción de impuestos tiene excepciones. No apunta a escopetas y carabinas, armas de caza, armas de fuego que se pueden cargar exclusivamente por la boca, lanzacohetes y otros dispositivos diseñados solo para lanzar cohetes de señales, pistolas y revólveres para disparar focos, pistolas para matar animales y cañones de amarre.

La flexibilización de la posesión de armas es una de las principales banderas de Bolsonaro. En una reunión ministerial el 22 de abril, el presidente dijo que quería “todos armados”. El presidente también citó el “armamento” como una de las banderas imprescindibles para los miembros de su gobierno.

Al día siguiente de la reunión, el gobierno federal emitió un decreto aumentando la cantidad máxima de municiones permitidas para la compra en el país. En la semana anterior, el Ejército había revocado, en oposición a la determinación de Bolsonaro, tres ordenanzas que creaban reglas para facilitar el rastreo de armas y municiones.

Documentos que el gobierno mantiene confidenciales muestran que el Ejército preparó estudios, encargó opiniones e incluso consultó a los fabricantes antes de editar las tres ordenanzas revocadas.

El gasto en armas extranjeras totalizó 26,5 millones de dólares hasta julio de este año, 97% superior al registrado en el período correspondiente en 2019, según datos extraídos del Siscomex (Sistema Integrado de Comercio Exterior) del Ministerio de Economía.

La tendencia alcista, según los expertos, se inició en el último año del gobierno de Michel Temer. En 2018, según datos del Ejército obtenidos por GLOBO a través de la Ley de Acceso a la Información (LAI), 33.200 armas, incluidas pistolas, revólveres, escopetas y rifles, fueron importadas por personas físicas y jurídicas. Fue el récord de la serie histórica, seguido de cerca por 2019, cuando 30.200 armas extranjeras ingresaron al país. La cifra no incluye armas de agencias de seguridad.

Taurus, el mayor fabricante de armas de Brasil, criticó la medida del Gobierno de Bolsonaro que reduce a cero los impuestos para importar pistolas y revólveres, y aseguró que ahora le dará prioridad a sus inversiones en el exterior.

“Lamentablemente esa medida acelerará el proceso de dar prioridad a las inversiones en nuestras fábricas en Estados Unidos y en India, en detrimento a las inversiones que generarían empleos y riqueza en Brasil”, aseguró el fabricante en un comunicado enviado a la Bolsa de Valores de San Pablo, en la que se cotizan sus acciones.

Taurus, con plantas en Brasil y Estados Unidos y un proyecto para construir una fábrica en India, exporta a cerca de 70 países y es uno de los principales abastecedores de armas de corto alcance importadas por el mercado estadounidense.

La empresa aclaró que la decisión del Gobierno brasileño de reducir el costo de pistolas y revólveres importados en Brasil no tiene un efecto significativo en sus operaciones debido a que el mercado brasileño tan sólo representa el 15% de sus ventas y a que el margen de ganancias en el país es inferior al generado por las exportaciones.

“Además, somos una multinacional con fábrica en Estados Unidos y una futura operación en India, por lo que la resolución nos da las mismas ventajas”, agregó la empresa al dar a entender que para los brasileños tal vez salga más barato adquirir un arma Taurus importada que una comprada en el país.

La empresa recordó que sus actuales esfuerzos están centrados en atender las 1,1 millones de encomiendas de armas que ha recibido de Estados Unidos y que equivalen a 8 meses de ventas.