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Tras victoria de Milei, políticos uruguayos prevén "mejor" relación con Argentina y otro Mercosur

Graciela Bianchi, Guido Manini Ríos, Ope Pasquet y Daniel Caggiani analizaron el "sorpresivo" aterrizaje del libertario, que ganó en su primer intento el balotaje a Sergio Massa por 11 puntos porcentuales.

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Una multitud se concentró frente a la sede de Javier Milei
Una multitud se concentró frente a la sede de Javier Milei.
Foto: AFP

El libertario Javier Milei derrotó ayer a Sergio Massa en el balotaje y tomará las riendas de Argentina a partir del 10 de diciembre. El economista “bilardista” -como se definió- aterrizó en la política hace dos años, cuando fue electo diputado, y ahora logró su cometido: destronar al peronismo por una distancia histórica de 11 puntos porcentuales.

A minutos de conocerse este resultado, que reconoció primero Massa y que no esperaban las encuestadoras, El País consultó a legisladores sobre la victoria del “león” -como también lo reconocen- y el panorama que prevén en las relaciones bilaterales entre los países “hermanos”, que han vivido varios desencuentros, con puentes cortados incluido.

Graciela Bianchi, vicepresidenta de la República en funciones, se mostró sorprendida por el resultado, ante todo porque estimaba que Massa ganara por “poco margen”, en un país donde “hay peronismo desde 1943”. Pese a que el candidato oficialista “gastó dos puntos del PIB en comprar votos”, el resultado dejó probado, dijo, que “la gente se está cansando de los populismos”.

Por su parte, el líder cabildante Guido Manini Ríos recordó que las encuestas daban un final “muy parejo”, por lo que no tenía “certezas” de quien sería el que obtendría el bastón de Pallarols. “Esto demuestra una vez más que las encuestadoras suelen equivocarse de punta a punta”, subrayó el también precandidato presidencial por Cabildo Abierto.

En esa línea, se manifestó el senador frenteamplista Daniel Caggiani, integrante de la Comisión de Asuntos Internacionales. “Nadie esperaba una diferencia tan importante entre un candidato y otro”, puntualizó el opositor, que tampoco tenía un candidato claro que pudiera suceder a Alberto Fernández, pese a la “buena ventaja” que obtuvo Massa en la primera vuelta. “La verdad es que no tenía claro quién iba a ganar”.

El diputado colorado Ope Pasquet, integrante de la Comisión de Asuntos Internacionales integrada con Constitución, se expresó en esa línea: “Para mí era todo absolutamente incierto, y era claro que no se podía confiar en las encuestas después de los fracasos en instancias anteriores”. De todos modos, dijo que Massa se manejó con “habilidad” y la oposición cometió “tantos errores”, que se llegó al “final competitivo”.

El rugido definitivo de Milei en la política argentina suscita la interrogante de qué hay detrás de su fenómeno electoral, con su victoria tras una campaña feroz con propuestas polémicas y fuertes acusaciones de un lado y otro.

Para Bianchi, Milei llegó a la Casa Rosada porque “la gente está harta”, y en Argentina “seguramente mucho más”, porque en el país vecino “hace mucho tiempo que viven populismos” con el peronismo. Esto lo tradujo en “generar pobres que dependan del Estado para perder la libertad”, para así “controlar la cabeza de la gente y tenerla sumisa”. No obstante, puntualizó, “hasta los sumisos se relevaron”, tomando en cuenta de que el mapa argentino prácticamente se tiñó de violeta, incluso en bastiones peronistas.

En esa línea se manifestó Manini, quien resaltó que “indudablemente el pueblo votó contundentemente por el cambio, y se hartó de cierta forma de política”, en un contexto con niveles de pobreza que la “rica” Argentina “no merece”. Pese a la “incertidumbre de qué significa ese cambio” con Milei, apuntó que los argentinos “dijeron basta” tras casi dos décadas de kirchnerismo.

Para Pasquet, la llegada del libertario a Balcarce 50 es porque “se impuso la realidad”, y que “más allá de los discursos, del clientelismo, del otorgamiento de prebendas a diestra y siniestra, el pueblo argentino rechazó a un gobierno que lo ha postrado y lo ha colocado en la situación de hoy”, con 40% de pobreza, 130% de inflación anual y “episodios escandalosos de corrupción”. “Es una reacción normal de un pueblo disconforme con un pésimo gobierno”, resumió.

Caggiani, en tanto, dijo que los argentinos optaron por un cambio, del que por ahora “no se sabe mucho para dónde es y cómo se va a realizar”. Lo que llamó el “voto castigo” tuvo un “peso muy importante, más que el voto del miedo y de la incertidumbre de lo que podía suceder”. También enumeró los problemas que enfrenta el país vecino, entre ellos, “una situación bastante complicada en el frente externo con un endeudamiento importante y un desequilibrio de las cuentas públicas”.

Otra interrogante que se abre es cómo será la relación entre el gobierno argentino con el uruguayo a partir de la próxima administración, con varios choques en el medio. Bianchi, por su parte, recordó que Milei -“un partidario de la libertad”- ha dicho que “tiene que abrir las puertas del Mercosur al mundo”. Por lo que ve “favorable” su arribo porque el país “necesita” la tan nombrada apertura comercial.

“El presidente Luis Lacalle Pou está, desde que asumió, tratando de convencer a los proteccionistas, sobre todo Argentina y Brasil, pero más Argentina, de que así el Mercosur no puede continuar, y estábamos atados. Bueno, ahora una de las patas fundamentales, aparentemente, se va a debilitar porque Milei quiere la libertad de comercio”, acotó Bianchi.

Manini estimó otro rol del Mercosur. “Nosotros esperamos que muchas de las cosas que se dijeron en campaña se maticen y que prime la integración regional, la cooperación y que el Mercosur se repotencie, para que haya un trato cooperativo que signifique ganar-ganar para todos los socios”, aseguró.

“Siempre tengo la esperanza de que Argentina sea un pilar, un soporte fuerte de ese Mercosur y no un freno”, dijo el cabildante, quien luego lamentó que “en algunos períodos” el país vecino “no actúa con un espíritu de integración regional”.

En línea con los consultados, Pasquet dijo tener “expectativa” de que la relación sea “mejor” que la actual. Además llamó a “evitar, cualquier sea el próximo gobierno uruguayo, la tentación de enfocar las relaciones con Argentina desde un punto de vista ideológico”.

Estimó que el vínculo será mejor por la “preocupación” que ha expresado Milei de una “apertura al mundo” de la economía. “Estamos todos convencidos desde la década del 60’ que Uruguay crece hacia afuera, exportando, y que necesitamos adoptar todas las medidas necesarias para lograr esa proyección de nuestra economía al exterior”, dijo. “Da la impresión” de que el próximo gobierno “intentará recorrer también esos caminos”.

No obstante, Pasquet planteó que ello supondría un desafío para la producción local. “Puede tener alguna repercusión no deseable para nosotros porque si Argentina vuelve a exportar su producción agropecuaria va a ocupar el lugar que dejó libre durante estos años de gobiernos kirchneristas que frenaban la dinámica exportadora”, indicó.

En línea con el colorado, el frenteamplista Caggiani remarcó que Uruguay “se tiene que llevar bien con cualquier gobierno que haya en Argentina, y tiene que adaptarse a esta nueva situación”.

De todos modos, puntualizó que se abrió “un compás muy importante de incertidumbre”. Sobre todo porque los anuncios de Milei “generan mucha falta de previsibilidad”. Entre ellos, el “posible rompimiento del Mercosur”, así como que “no tenga relaciones diplomáticas con algunos países de la región y del mundo importantes”, aludiendo a Brasil y China. “Por lo menos ahora, no hay claridad como para poder sacar una conclusión”, dijo.

Los pronósticos del gobierno de Milei son varios. Por lo pronto, el hombre más rico del planeta, Elon Musk, vaticinó ayer en su red social X: “La prosperidad está por delante para Argentina”.

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