Gabriel di Nicola/La Nación/GDA
La Justicia de San Isidro comenzará a dilucidar desde este martes, en un juicio oral y público, si Diego Armando Maradona se murió por motivos de salud propios de sus diversas patologías o si los profesionales médicos que debían cuidarlo omitieron sus deberes y, en consecuencia, deben pagar ante la ley.
A partir de las 9.30 las partes comenzaron a ingresar en el edificio de los tribunales, en Ituzaingó 340, la tensión comenzó a aumentar. En la puerta se presentó un grupo de fanáticos con banderas y pancartas que dicen "Justicia por D10S".
Verónica Ojeda, madre de Diego Fernando, el más chico de los hijos del astro, llegó acompañada por su pareja, el abogado Mario Baudry. Tenía puesta una remera con la imagen del rostro de Maradona. Apenas ingresó en los tribunales rompió en la llanto.
En la puerta de la sala de audiencias, Ojeda se cruzó con Cosachov y le gritó: “Perra malparida”.
Los familiares comenzaron a sentarse en los lugares dedicados a los jurados en la nueva sala de audiencia del tribunal. En la primera fila están Ojeda y Gianinna Maradona. Entre los presentes está el exfutbolista Daniel Osvaldo, pareja de la hija menor del Diez. También está Jana Maradona, otra de las hijas del excapitán de la selección.
Entre los imputados, la sorpresa corrió por cuenta del principal acusado, el neurocirujano Leopoldo Luque. Luce un cambio total de su físico. Practica fisiculturismo; se nota el aumento de su musculatura y ya no usa su barba, como la que tenía cuando operó a Maradona tres semanas antes del fallecimiento del astro, el 25 de noviembre de 2020.