Redacción El País
El alto el fuego acordado con Estados Unidos para asegurar la navegabilidad del mar Rojo, no impedirá que los grupos terroristas que operan desde Yemen continúen bombardeando Israel.
“No habrá retirada del apoyo a Gaza, sin importar el costo, y lo que ha sucedido demuestra que nuestros ataques son dolorosos y continuarán”, dijo Mahdi al Mashat, jefe del Consejo Político Supremo hutí, a la agencia de noticias Saba, controlada por este grupo.
Al Mashat no admitió, ni negó, ni se refirió en ningún momento de forma directa a un acuerdo de alto el fuego con Estados Unidos, pese al anuncio del presidente Donald Trump, y el comunicado del Ministerio de Exteriores de Omán confirmando el pacto de tregua consolidado por su mediación.
Al Mashat dirigió un mensaje directo a los israelíes: “A todos los sionistas de ahora en adelante: permanezcan en sus refugios o regresen a sus países de origen inmediatamente, ya que su Gobierno fallido ya no podrá protegerlos”.
Estados Unidos aclaró que el alto el fuego con los hutíes, anunciado ayer martes, se limita a las operaciones en el mar Rojo, donde la libertad de navegación y el flujo comercial se encontraban en peligro debido a la ofensiva de esos rebeldes en la zona.
La portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Tammy Bruce, aclaró que el acuerdo “se trata del mar Rojo”, después de que el presidente Trump afirmara que su país dejará de bombardear a los rebeldes hutíes del Yemen porque, dijo, estos han decidido “capitular” y frenar sus ataques en el mar Rojo.
Trump recordó que Estados Unidos emprendió nuevamente a mediados de marzo una campaña de bombardeos contra los hutíes porque este grupo terrorista estaba “derribando a muchos barcos” en el mar Rojo con efectos negativos en el comercio mundial.
El cese de hostilidades en el mar Rojo tiene como objetivo garantizar la seguridad del flujo comercial en esta zona, ya que las acciones hutíes han llevado a empresas navieras a optar por otras rutas, como circunvalar África a través del Cabo de Buena Esperanza, lo que conlleva un incremento de costos y tiempo de navegación.
Ello ha perjudicado considerablemente el tráfico marítimo en el mar Rojo y en el canal de Suez, por donde transitaba alrededor del 12% del comercio global, con efectos negativos directos para Egipto, que vio reducidos sus ingresos de divisa extranjera en prácticamente la mitad.
Hamás no negocia
En tanto, el grupo terrorista Hamás declaró ayer martes que ya no tiene sentido entablar negociaciones con Israel para una tregua en Gaza, al día siguiente del anuncio israelí de un plan para la “conquista” del territorio palestino.
“No tiene sentido entablar negociaciones o considerar nuevas propuestas de alto el fuego mientras continúen la guerra del hambre y la guerra de exterminio en la Franja de Gaza”, dijo a AFP Basem Naim, miembro del comité político de Hamás,
Catar, un mediador clave en el conflicto, afirmó que continúan los esfuerzos “a pesar de la dificultad de la situación y de la catastrófica situación humanitaria” en Gaza.
El lunes, el gabinete de seguridad israelí adoptó un plan para ampliar la campaña militar en la Franja de Gaza, que incluye la “conquista” del territorio y el desplazamiento interno de la “mayoría” de sus habitantes.
El ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, afirmó ayer martes que una victoria de Israel implicaría la destrucción total del enclave palestino.
“Gaza será totalmente destruida, los civiles serán enviados al sur, a una zona humanitaria sin Hamás ni terrorismo, y desde allí comenzarán a partir en grandes cantidades hacia terceros países”, afirmó Bezalel Smotrich, perteneciente al ultraderecha Partido Sionista Religioso.
Prácticamente toda la población de la Franja de Gaza, unos 2,4 millones de habitantes, han sido desplazados desde el inicio de la guerra, provocada por el grupo Hamás con su ataque a Israel el 7 de octubre de 2023.
En Israel, el ejército movilizó a decenas de miles de reservistas, pero un alto funcionario de seguridad dijo que todavía había una “ventana” para negociar la liberación de los rehenes hasta el final de la visita del presidente Trump a Oriente Medio, entre el 13 al 16 de mayo.
A una semana de ese viaje, Estados Unidos anunció el cierre de la oficina que tiene para asuntos palestinos en Jerusalén y que transferirá sus operaciones a la embajada.
La guerra en Gaza se desencadenó por el ataque de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, que dejó 1.218 muertos, la mayoría civiles.
Los terroristas palestinos tomaron como rehenes ese día a 251 personas, 58 de las cuales siguen cautivas en Gaza. De estas, 34 habrían muerto, según el ejército israelí. EFE, AFP