Reforma del transporte en Montevideo: así serían las líneas BRT, el túnel en 18 de Julio y las nuevas paradas

Redacción El País
Mientras el gobierno nacional y las intendencias de Montevideo y Canelones avanzan en la conformación del proyecto de reforma del sistema de transporte en el área metropolitana, en los últimos días recibieron un espaldarazo al conocer la noticia de que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un crédito por US$ 500 millones para las obras.

Aún hay varios asuntos no resueltos. El principal es qué tan largo será el trayecto soterrado en 18 de Julio, una cuestión que encuentra visiones diferentes entre el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) y la Intendencia de Montevideo (IMM).

Precisamente, el tramo de 18 de Julio es el que requerirá mayor discusión porque las obras allí demorarían más tiempo que en Avenida Italia u 8 de Octubre, lo cual afectaría la vida de las personas que viven o trabajan en la zona, así como el desempeño de los locales comerciales.

Al publicarse la aprobación del crédito para el "Programa de Transformación del Sistema de Transporte Metropolitano de Montevideo", el BID adjuntó una serie de documentos que permiten conocer en detalle el proyecto.

Entre otros aspectos novedosos, del documento que Uruguay le envió al directorio del BID para que aprobara el crédito se desprenden algunos renders. Según fuentes consultadas por El País, son "un escenario de máxima" aunque sirven de referencia para entender cómo serán los cambios, que aún están en discusión. Las imágenes fueron publicadas en primera instancia por El Observador.

Foto: proyecto enviado al BID

En el resumen ejecutivo del proyecto se indica que "el Área Metropolitana de Montevideo, que comprende íntegramente el departamento de Montevideo y parte de Canelones y San José, con 1,9 millones de habitantes (60% de la población del país), enfrenta un deterioro sostenido de su sistema de transporte público desde los años 90".

"A pesar de mejoras parciales en cobertura, reducción en el costo real del boleto y actualización de la flota de buses existente, la calidad percibida por los usuarios es mala, la velocidad comercial es muy baja en horas pico sobre corredores críticos y la congestión vehicular continúa en franco ascenso", describe el proyecto.

Por esto es que se plantea un cambio con "un paradigma de movilidad sostenible". Consiste en un sistema basado en BRT (una sigla basada en el inglés bus rapid transit), es decir, ómnibus eléctricos y articulados con capacidad de circular a mayor velocidad con hasta 220 personas. La idea es garantizar "viajes más rápidos, frecuentes, cómodos, conectados y de bajo impacto ambiental".

El proyecto consta de dos corredores de alta frecuencia (líneas A y B), un corredor soterrado exclusivo por 18 de Julio y una Estación Intercambiadora Tres Cruces de tres niveles.

De esta forma se pretender "eliminar la superposición de servicios de transporte por dichas arterias", lo que va a repercutir en "una disminución de los tiempos de traslado".

Si bien se manejan distintas opciones de soterramiento, la mencionada en el proyecto que avaló el BID contempla la creación de un túnel de 3,2 km para uso exclusivo de las líneas BRT, con seis paradas soterradas aproximadamente cada 500 metros.

Estas paradas se conectarán con la superficie a través de escaleras comunes y mecánicas y también con ascensores aptos para sillas de ruedas.

Se proyectan "frecuencias en ambos sentidos cada tres minutos". En el tramo soterrado habrá dos carriles de circulación, uno por sentido, y en el medio se construirá "una vía peatonal de seguridad de 0,9 metros de ancho". Esto permitirá, en casos de emergencia, evacuaciones seguras, así como también tareas de mantenimiento.

Para el eventual caso en que un ómnibus se rompiera y no pudiera seguir su marcha con normalidad, habrá "dos puntos de resguardo", lo cual permitiría mantener la operatividad del sistema.

Además habrá reformas en la superficie de 18 de Julio. Se cree que esta es "una oportunidad para repensar integralmente el espacio urbano desde una lógica contemporánea". Se trata de "una de las apuestas más ambiciosas y necesarias del Montevideo del siglo XXI".

"Uno de los elementos más visibles del nuevo diseño" es el ensanche de las veredas. La acera sur, que es la que recibe más horas de luz solar, se ampliará entre cinco y seis metros. De ese lado estarán las bajadas al túnel y se colocarán "jardines de lluvia, zanjas vegetadas, áreas permeables, arbolado de alineación con especies nativas y otras soluciones basadas en la naturaleza".

En la vereda del norte el ensanche será de entre un metro y un metro y medio, con otro tipo de vegetación. La ciclovía, que hoy está en el carril central, se correrá hacia esa acera.

Además, está previsto que los locales gastronómicos puedan expandir sus lugares de mesas y sillas hacia el espacio público.

La Línea A "recorre el trayecto desde Zonamérica hasta Ciudad Vieja y se desarrolla en la traza de Camino Maldonado y 8 de Octubre, llegando a la terminal Intercambiadora de Tres Cruces donde se vincula con la línea exclusiva soterrada por 18 de Julio".

En total son "23 kilómetros por una vía central de uso exclusivo, lo que permite asegurar una frecuencia de 30 servicios por hora (un servicio cada dos minutos) y opera con 45 vehículos".

Habrá 41 paradas cerradas, como si fueran estaciones. Habrá que pagar el boleto al entrar en la parada y no al subir al ómnibus.

También habrá "pasajes a desnivel" en las intersecciones de 8 de Octubre y Batlle y Ordoñez y en el cruce con Luis Alberto de Herrera.

"Las estaciones se ubican en el medio de los dos carriles exclusivos de la línea en ambas direcciones, es decir que cuentan con andenes centrales a nivel de calzada", explica el proyecto.

Foto: render del proyecto enviado al BID.

Se prevé que las paradas tengan "techos verdes" con diversa vegetación, lo cual servirá "no solo al control térmico y a la gestión de aguas pluviales, sino también a la mejora del paisaje urbano". Estas estaciones tendrán "bicicleteros seguros, quioscos, puntos de información barrial y espacios para emprendimientos comerciales de pequeña escala".

En tanto, la Línea B recorrerá el trayecto desde El Pinar (Ciudad de la Costa) hasta Ciudad Vieja. Irá por Giannattasio y Avenida Italia, y en Tres Cruces, al igual que la línea A, se vinculará con la línea que irá por 18 de Julio.

Esta cuenta con una extensión de 30 km "por una vía central de uso exclusivo, lo que permite asegurar una frecuencia de 15 servicios por hora (un servicio cada cuatro minutos) y opera con 31 vehículos".

Tendrá 48 paradas de similares características que las de Camino Maldonado y 8 de Octubre. También habrá que pagar el boleto antes de entrar y tendrán techos verdes. La particularidad es que se aprovechará el cantero central con el que ya cuenta Avenida Italia y, en vez de ser una misma parada para ambos sentidos, estarán divididas.

En este caso "algunos puntos se enriquecen con bicicleteros, quioscos, unidades de información local o espacios comerciales de pequeña escala, mientras que otros se mantienen como paradas básicas de embarque y desembarque". La ciclovía seguirá en el cantero central, entre medio de las paradas de ambos sentidos.

Para esta línea también se prevén pasajes a desnivel en las intersecciones de Avenida Italia y Bolivia, así como en los cruces con Batlle y Ordoñez y con Luis Alberto de Herrera.

Foto: render divulgado en proyecto enviado al BID.

En cuanto a la denominada Estación Intercambiadora Tres Cruces, donde confluirán los corredores de las líneas A y B y se unirán con 18 de Julio, tendrá tres niveles.

En el nivel superficial habrá una plaza con bicicletero y acceso a los niveles inferiores. En el -1 habrá otra plaza semicubierta y con acceso a la línea B. Al -2 llegará el corredor de la línea A.