Redacción El País
Después de semanas y semanas de trabajo de campo, el Instituto Nacional de Estadística (INE) entró en la recta final del relevamiento de datos para el Censo Nacional 2023, el primero desde 2011 y que incorporó la posibilidad de completar el formulario a través de dispositivos móviles.

Desde el 29 de abril a la fecha, más de 700.000 hogares optaron por esta nueva modalidad, en vez de esperar a la tradicional visita del censista, según los datos primarios del organismo a los que accedió El País.

Si se toma como referencia el pasado censo, donde se registraron 1.148.918 hogares, esto quiere decir que más de 60% de los uruguayos prefirió la nueva opción, superando con creces las expectativas proyectadas durante la etapa de diseño logístico.

La información disponible hasta ahora no arroja datos sobre las respuestas de la ciudadanía, ya que el relevamiento aún está en curso. Esta semana es la última en la que el INE hará recorridas por cada punto del país, para abarcar a la mayor cantidad de hogares que sea posible.

Sin embargo, los datos que sí se conocen hasta ahora son un primer pantallazo de cómo ha sido la etapa de recolección de la información, que luego deberá ser procesada y analizada, de acuerdo a los pasos previstos.

En estos más de cuatro meses de trabajo se visitaron 653 localidades y más de 1.750.000 direcciones. Otra vez, si se toma como referencia el pasado censo, hay una cantidad superior de viviendas relevadas.

Las visitas fueron más de 3.100.000 en todo el país, ya que se asistió dos veces a cada hogar en promedio.

Los censistas rurales recorrieron más de 330.000 kilómetros.

Desde que el censo comenzó a diseñarse, a partir de un presupuesto de US$ 20.000.000, se preveía que el INE se transformara por un breve período en la empresa pública más grande del país. Esto implicaba que la planilla habitual de 300 funcionarios creciera en el orden del 20%.

Finalmente, eso se tradujo en que aproximadamente 100.000 personas se postularan para cumplir el rol de censistas. De ese total, se convocó a 8.000 para la capacitación y más de 6.000 fueron contratadas.

Las capacitaciones estuvieron a cargo de 60 docentes en los 19 departamentos, que llevaron adelante 365 sesiones de formación.

Mientras tanto, en la oficina del INE más de 350 funcionarios se abocaron -y seguirán inmersos en los próximos meses- en el armado del censo, que es el mayor desafío de la década para el organismo.

Entrevistado por El País semanas atrás, el director del INE, Diego Aboal, adelantó que pese a que aún faltaban zonas del país por recorrer, ya se podía avizorar que el crecimiento poblacional no alcanzaría a las proyecciones de 2011, cuando se estimaba que habría 3,5 millones de personas viviendo en Uruguay.

Sin embargo, este dato responde a una tendencia mundial: en vez de aumentar, la cantidad de habitantes en el planeta está tendiendo a decrecer.

A juicio del economista, esta nueva realidad -sumada a la creciente expectativa de vida- traerá aparejados varios desafíos, como la necesidad de repensar el esquema de la seguridad social y las políticas de salud, e incluso las educativas.

“Seguramente vamos a discutir ya no qué escuelas se deben abrir, sino cuáles cerrar”, expresó Aboal en esa oportunidad.

Esto tiene su correlato en el Palacio Legislativo, donde ya se están buscando maneras de estar preparados a futuro para esos desafíos (ver recuadro).

¿Qué pasará una vez que termine el relevamiento? El INE procurará revelar en los primeros días de octubre la cifra preliminar de cuántos habitantes hay en el país.

Luego se divulgarán oportunamente otros datos adicionales, a medida que avance la sistematización de la información.

El INE está trabajando en un “geoportal” web, donde cada ciudadano podrá consultar estadísticas por área geográfica.

Además, se prevé el lanzamiento de informes temáticos, abordando cuestiones específicas sobre inmigración y migración interna, por ejemplo. Esto sin dejar de lado los datos comúnmente divulgados sobre la estructura demográfica del país, especificando cuántas personas integran los distintos tramos generacionales y su género.

La identidad y los datos personales de cada integrante del hogar se mantendrán en reserva y hay un marco normativo que lo garantiza. Por ley, el INE está obligado a preservar la identidad de las personas censadas y tiene prohibido divulgar los datos de forma individual.

Por eso este organismo, dependiente de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, apeló meses atrás al “hackeo ético” para detectar las vulnerabilidades y fallas del sistema informático donde se almacenarían los cuestionarios.

De este proceso también formaron parte Antel y la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento (Agesic).

A días de que venciera el plazo para llenar el formulario, y después de que se volviera a habilitar el censo online, vale recordar que los hogares pueden ser multados si no proveen información al INE.

Las sanciones podrían ir de entre 20 Unidades Reajusta- bles (casi $ 32.000) y 50 (unos $ 80.000), de acuerdo a lo dispuesto en la Ley N° 16.616, que establece la obligatoriedad de brindar la información. Un decreto complementario refuerza esta norma.