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Director del INE sobre el Censo 2023: “No seremos más de 3,5 millones, es una tendencia mundial”

Para Diego Aboal, "el problema de aquí a algunas décadas no va a ser para nada el crecimiento poblacional, sino la caída de población a nivel mundial, lo que va a generar un montón de desafíos".

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Diego Aboal
Nota a Diego Aboal, director técnico del Instituto Nacional de Estadística, en su oficina de la Torre Ejecutiva.
Estefanía Leal/Archivo El País

El Censo 2023 está llegando a su fin y, aunque todavía no se puede sacar conclusiones, Diego Aboal, director del Instituto Nacional de Estadística (INE) tiene una certeza: es “poco probable” que haya 3.500.000 personas viviendo en Uruguay, como se proyectó en 2011. Sin embargo, en entrevista con El País, advirtió que este desfasaje es parte de una “tendencia mundial” que obligará a hacer reformas y marcará la agenda del país en las próximas tres décadas.

-¿Cómo avanza el Censo 2023 con varias semanas ya transcurridas?

-El foco fuerte ahora es la ruralidad de algunos departamentos, que vienen más atrasados. Por ejemplo, Maldonado está en 35%, queda hacer dos tercios. Hablamos con el jefe de Policía (Erode Ruiz) y el intendente (Enrique Antía) porque la ruralidad hasta el momento fue hecha por la policía rural y ahora vamos a sumar a nuestros censistas, para poder avanzar. Lo otro que vamos a estar cerrando son los operativos en asentamientos. Si bien hemos cerrado una vuelta completa en casi todos, estamos haciendo una segunda y en algunos casos vamos a hacer una tercera para tratar de encontrar la mayor cantidad de vecinos posible.

-¿Cuándo cerrarán todas las etapas?

-Quedan dos o tres semanas más. La fase urbana va a estar cerrada en todo el país en los primeros días de setiembre, con muy raras excepciones. De un millón setecientas y pico de mil direcciones, hemos recorrido más de 1.650.000. A partir del 29 de agosto vamos a volver a habilitar la posibilidad a través de la web, sobre todo por si hay alguien en algún lugar que haya quedado sin censar.

-¿Esto es porque no se llegó a toda la gente que se esperaba? ¿Hasta cuándo estará disponible el censo online?

-Pasamos hasta cinco veces por domicilio, pero siempre sobre el final del censo alguna persona se termina movilizando a último instante. Va a estar disponible un par de semanas y vamos a hacer una campaña.

-¿Se está cumpliendo el cronograma de trabajo que el INE había diseñado antes de comenzar?

-Básicamente se está cumpliendo. Preveíamos dos meses fuertes del trabajo presencial y luego, a partir de agosto, abordar algunas brechas adicionales que siempre existen. Estamos sobre el final de ese proceso y muy cerca de cumplir el objetivo.

-¿Surgió algún dato preliminar llamativo en estos meses de trabajo?

-Todavía el relevamiento está abierto, o sea que no tenemos cifras que podamos comentar. Seguramente en los primeros días de octubre podamos dar una cifra preliminar sobre la cantidad de habitantes en el país. Con los números que tenemos, parece poco probable que alcancemos las proyecciones de población que se hicieron en el censo pasado, que indican que deberíamos ser más de 3.500.000 personas. Creo que es poco probable que superemos esa marca, pero por otra parte tampoco es tan sorprendente. Brasil, por ejemplo, que presentó hace poco su censo, contabilizó 203.000.000 de habitantes, un número bastante por debajo de las proyecciones.

-¿Esto responde a una tendencia mundial o tiene que ver con características propias del país, como la emigración?

-Es una tendencia mundial. Hay proyecciones poblacionales que indicarían que para toda América Latina, para 2060, la población empezaría a caer. Uruguay ya llegó a esa situación a partir de 2020, cuando la tasa de natalidad no alcanzó el reemplazo. Es parte de la transición demográfica que está sufriendo todo el mundo y, por lo tanto, las proyecciones hechas hace 10 años no se están cumpliendo. El problema de aquí a algunas décadas no va a ser para nada el crecimiento poblacional, sino la caída de población a nivel mundial, lo que va a generar un montón de desafíos.

-¿Como cuáles?

-La seguridad social, las políticas de salud -porque la población envejece-, la política educativa. Seguramente vamos a discutir ya no qué escuelas se deben abrir, sino cuáles cerrar. Son un montón de desafíos que surgen a partir de una dinámica poblacional muy distinta a la que estamos teniendo.

-Durante la discusión de la Rendición de Cuentas, el diputado colorado Conrado Rodríguez planteaba la posibilidad de establecer una comisión especial que se dedique a estudiar estos temas. ¿Comparte la idea?

-Me parece excelente la idea de conformar un grupo que comience a pensar estos temas más allá de los debates a corto plazo, que seguramente van a ser de Estado y mueven mucho la estructura sobre la cual estamos organizados. Seguramente no haya tema más importante para el Uruguay de las próximas décadas que pensar qué implica esta transición demográfica para las políticas públicas. Por ejemplo, si cada vez menos gente va a sostener los sistemas previsionales, tendremos que ser mucho más productivos. Eso implica pensar en políticas de estímulo de la productividad y para agregar mucho más conocimiento a la producción. Hay que repensar los sistemas de salud, las políticas dirigidas a la tercera edad. Estos temas van a marcar la agenda del país de los próximos 10, 20, 30 años. Por lo tanto, coincido perfectamente. Creo que el censo va a generar muchos números que van a ser un insumo importante para que se discuta la política pública de largo plazo en Uruguay.

-¿Habrá que complementar la reforma de la seguridad social con otras?

-No me atrevería a juzgarlo. Creo que el trabajo que hizo el equipo técnico a cargo de la reforma, incluso con un delegado del INE, fue muy serio y este debate estuvo presente. Las trayectorias poblacionales de largo plazo estaban incorporadas. Si estamos yendo de atrás o no -o si se requiere más-, lo veremos en los próximos años cuando observemos nuevamente si hay algún cambio más acentuado, por ejemplo, en las tasas de natalidad. Pero esta información de las dinámicas fue muy importante, la reforma las tomó como insumo y es muy positivo haber abordado esa discusión.

-En ese punto de repensar el rol de las instituciones y demás, ¿ya se pueden observar cambios en la proporción de población urbana y rural en Uruguay, en comparación con otros censos?

-Quiero ser cuidadoso porque son datos que todavía estamos relevando. Los datos de población rural todavía no están cerrados, si bien tenemos un avance del orden de 70% relevado. Creo que lo que vamos a ver es un proceso de concentración cada vez mayor de la población en zonas urbanas. Eso va a continuar siendo así, ya lo hemos observado en las últimas décadas y es parte de la tendencia (mundial). Seguramente veamos una concentración de población más sobre las costas, en particular en algunos departamentos, más allá del magro crecimiento poblacional. Todavía es temprano para hacer afirmaciones fuertes, pero esas percepciones posiblemente las vamos a estar confirmando.

-Sobre la base de que no son números cerrados, ¿los asentamientos comparten características con el censo anterior, por ejemplo, en qué departamentos están ubicados y de qué material son las casas que hay en ellos?

-Esos datos, que son mucho más finos y requieren más procesamiento, no los tenemos. Sí destaco el trabajo que se está haciendo para relevar información, que además allí se están haciendo operativos grupales. Hubo un trabajo coordinado con la Policía, que ha dado un marco de seguridad un poco mayor. Es un trabajo mucho más importante que en otras zonas urbanas, pero creo que vamos a haber recogido información muy importante y trascendente para las políticas públicas. Va a haber un foco interesante de información para los próximos dos gobiernos.

-Ya anticiparon cómo iba a ser el procesamiento de datos. ¿Hay algún detalle adicional que se pueda compartir?

-Los primeros datos probablemente estén en los primeros días de octubre. Seguramente lo que tendremos luego, y lo anunciaremos, es la liberación de algunas cifras adicionales. Probablemente habrá algunos informes temáticos, por ejemplo, sobre inmigración y sobre migración interna. Por supuesto se comunicará lo que tiene que ver con la estructura demográfica del país -cuántos niños, cuántas personas por tramo etario-, pero todavía no hemos tomado una decisión firme sobre cuánta información brindar. Si bien hay mucha ansiedad, queremos ser cuidadosos y no liberar información que todavía esté verde. Vamos a tener un geoportal donde los ciudadanos van a poder ver ciertas estadísticas por área geográfica, pero prefiero no atarme a fechas.

-En la comisión interpartidaria de seguridad pública se planteó una mayor participación del INE en la medición de las cifras de delitos. ¿Lo comparte?

-Los institutos nacionales de estadística tienen por misión generar estadísticas oficiales. Si hay un acuerdo interpartidario para que el INE pueda aportar cifras -por ejemplo, a partir de encuestas de victimización- creo que no habría inconvenientes. Me parece que, dentro de sus competencias, el INE, por supuesto, puede realizar sus aportes.

Además

En la recta final, vuelven a habilitar el censo digital

El próximo martes volverá a estar disponible el censo digital, en la recta final del relevamiento y a cuatro meses de que se habilitara por primera vez en Uruguay la posibilidad de que cada hogar complete en línea el formulario del Instituto Nacional de Estadística.

En entrevista con El País, Diego Aboal, el director de esta dependencia, contó que en zonas urbanas los censistas pasaron hasta cinco veces por domicilio. Ahora están enfocados en completar el relevamiento en zonas rurales. Por lo tanto, al habilitar de nuevo el censo online se busca abarcar a la mayor cantidad de personas.

Si un hogar no responde en ninguna de las modalidades, ya sea online o presencial, puede ser multado. La sanción podría valer entre 20 unidades reajustables (casi $ 32.000) y 50 unidades reajustables (unos $ 80.000), según informó el INE en mayo, amparado en la Ley Nº 16.616, que establece la obligatoriedad de brindar la información.

Además, un decreto complementario establece que toda persona con residencia habitual en el territorio nacional está obligada a proporcionar los datos requeridos por el personal censal.

Además de la posibilidad de completar el formulario en línea, en esta edición del Censo Nacional se incorporaron nuevas preguntas, como si el hogar tiene mascotas y si en los últimos cinco años alguien debió abandonar la vivienda por inundaciones o temporales.

El operativo de campo diseñado por el INE meses atrás implicaba ir puerta a puerta por 1.500.000 direcciones urbanas, recorrer 120.000 puntos rurales y bordear 80.000 manzanas. También preguntarle a personas en situación de calle, a población privada de libertad y a habitantes de pensiones y residenciales.

Para eso, por unos meses el INE aumentó en más de un 20% su planilla de 300 funcionarios, convirtiéndose en la empresa pública más grande del país.

El relevamiento, que se realiza por primera vez desde 2011, tiene un costo total de US$ 20 millones. Con este monto se cubrió la protección de los datos personales, el procesamiento y sistematización de la información, entre otros gastos.

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