Esta medianoche, los uruguayos celebrarán la llegada del 2023 con fuegos artificiales. Si bien la tradición de festejar las Fiestas con pirotecnia había mostrado un descenso en los últimos seis años -de acuerdo a los datos de importaciones relevados por El País- los empresarios aseguran que el nivel de ventas se mantuvo en esta temporada de diciembre, en comparación con anteriores años.
Pese a la percepción generalizada de que este año se consumió menos, las ventas han sido “muy buenas”, aseguró el presidente de la Cámara Uruguaya de Fuegos Artificiales (CUFA), Gustavo Prato. Aún resta un relevamiento oficial cuando termine la zafra.
Los empresarios dicen que ha cambiado la demanda de productos, ya que los compradores optan por fuegos artificiales de bajo impacto sonoro. “Estamos comprometidos con la causa de tener más luces y menos ruido, dentro de lo posible. Si se escucha menos ruido es porque baja el impacto sonoro, no porque se venda menos”, afirmó Prato.
El alto estruendo de ciertos productos es combatido por quienes recuerdan la afectación que puede causar a personas con trastorno del espectro autistas y a mascotas. Prato explicó que desde la CUFA han tratado de desestimular la pirotecnia más nociva. En ciertos casos, se aplica un etiquetado (rojo, amarillo o verde) que distingue tres grados de contaminación sonora.
Según el presidente de la cámara empresarial, las bombas brasileñas o petardos cayeron en desuso y que históricamente representaban 90% de la contaminación sonora en Uruguay. A su vez eran los que causaban más accidentes domésticos al manipularlos, sostuvo.
Esto tiene su correlato en los datos del sistema de salud, según la CUFA, que sostiene que en los últimos cuatro años bajó la cantidad de accidentados con pirotecnia.
Descendió la cantidad de consultas pediátricas
Las consultas por quemaduras en niños durante el 24 y el 25 de diciembre disminuyeron un 60% este año respecto al anterior, según datos del Hospital Pereira Rossell, dados a conocer por la directora del Centro de Quemados de la institución, Beatriz Manaro.
“Tenemos que ver lo que sucede ahora, en el 31, y la concientización de la gente en lo que significa las quemaduras. Sobre todo por fuegos artificiales, que es quemadura y lesión, ya sea tanto en manos como en cara”, señaló la especialista a Subrayado de canal 10. El Sindicato Anestésico Quirúrgico (SAQ) inició una campaña para alertar sobre el peligro de que los niños estén expuestos a la pirotecnia.
Norma
La discusión sobre el consumo de pirotecnia podría reactivarse en 2023 en el Parlamento, ya que el Senado tiene pendiente discutir un proyecto de ley que regule la comercialización de pirotecnia.
La iniciativa, votada el año pasado en Diputados, propone cambios graduales para en última instancia prohibir la comercialización de productos de estruendo que tengan más de 90 decibeles.
En este marco, la Federación Autista del Uruguay impulsó una campaña para que su voz sea tenida en cuenta por los legisladores.
Gustavo Pariani, presidente de la organización, dijo a El País que algunos niños con TEA disfrutan los fuegos artificiales, por lo que sería ideal legislar contemplándolo.
El colectivo sostiene que no se debe prohibir la pirotecnia, sino promover el consumo de fuegos artificiales de bajo estruendo y avanzar en la discusión parlamentaria, que en 2022 se estancó. “Somos muy respetuosos de la dificultad y del sufrimiento que pasan muchos padres con los hijos que tienen sensibilidad sensorial; estamos muy solidarizados con ellos y entendemos la problemática. Por eso levantamos la bandera de que se trabaje junto con los empresarios que se han puesto a disposición, junto con los integrantes del instituto del quemado, ASSE, bomberos, y esas familias, entre otros”, apuntó Pariani.
La Federación Autista entiende que la ley se debería aprobar en el primer semestre del próximo año, para tener un marco normativo claro en las Fiestas.
Bajo la consigna “pirotecnia cero”, unos 40 colectivos se nuclearon para promover que se deje de consumir estos de productos. El presidente de la organización Fundatea, Andrés Pérez, aseguró que apelan a “la conciencia social” de los consumidores, respetando el derecho de los comerciantes a vender. En vez de tirar fuegos artificiales, buscan instalar progresivamente “formas alternativas de festejar”, como los juegos de luces y la iluminación de edificios.
Sin la ley de carácter nacional, actualmente en Uruguay hay distintos criterios a lo largo del país. Los departamentos que han prohibido la venta y uso de pirotecnia de estruendo son Artigas, Colonia, Flores, Paysandú, Salto y Rocha, de acuerdo al relevamiento de la Coordinadora Pirotecnia Cero.
En tanto, las juntas departamentales de Canelones, Durazno, Lavalleja, Montevideo, Río Negro, Soriano, y Tacuarembó regularon algunos aspectos de la comercialización. Cerro Largo, Florida, Maldonado, Rivera, San José y Treinta y Tres no tienen un marco normativo específico.
Baja de importaciones en los últimos años
De acuerdo a los datos de Uruguay XXI informados por El País, la importación de pirotecnia cayó 68,62% entre 2015 y 2021.
Se trajo mercadería por US$ 1.702.047 en 2015 y US$ 534.020 en 2020. Como es de esperar, también se redujo el peso de las importaciones. Al comparar 2015 y 2020, la disminución fue de 70,43%. Ingresaron al país 630.417 kilos en 2015 y 186.445 kilos en 2020.
También disminuyó la cantidad de empresas que compraron en el exterior. Mientras que en 2015 cinco compañías importaron, apenas dos lo hicieron en 2020. Los datos fueron proporcionados a El País por el director del Servicio de Material y Armamento del Ejército.