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¿Pirotecnia era la de antes? Los cambios de la tradición en Uruguay

El uso de bombas y fuegos artificiales se ha modificado, producto de los reclamos sociales y de los cambios en un mercado en el que China impone las reglas de juego.

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CONSUMO NAVIDAD
Pirotecnia en Uruguay.
DG

Durante mucho tiempo (década del 90 y comienzos del 2000) cientos de miles de personas se reunían en la rambla de Pocitos para vivir la Noche de las Luces, la fiesta popular más multitudinaria que conoció el Uruguay. Además, por esa época -y también desde antes- en cada barrio sonaban las bombas de estruendo la semana previa a las Fiestas. Todos los días, a toda hora.

Hoy, el fenómeno de la pirotecnia se ha reducido y ha cambiado: las cañitas se tiran al aire solamente durante los primeros 20 minutos de la Navidad y en el mismo lapso del Año Nuevo.

¿Qué pasó en el camino? ¿La tradición cambió? Son muchos los motivos que explican esta nueva realidad, uno de los cuales viene siendo abordado profusamente por los medios de comunicación en estos días: las protestas de los animalistas y de otros grupos sociales, algo muy en boga en Latinoamérica, aunque poco frecuente en los principales mercados que consumen pirotecnia fuera de Asia: Europa y Estados Unidos.

CHINA, EL FOCO DEL MUNDO. La tradición indica que fueron los chinos los que inventaron la pólvora hacia el siglo IX. Y más allá del uso destructivo que el mundo le ha dado a esta mezcla de nitrato de potasio, azufre y carbón, también fue el gigante asiático el que históricamente ha estado a la vanguardia en el desarrollo de los fuegos de artificio. De hecho, hoy es el principal exportador de pirotecnia, al que Uruguay le compra prácticamente el 90% de lo que se consume en el país (el resto viene de Brasil). Por eso, el presidente de la Cámara Uruguaya de Fuegos Artificiales (CUFA), Gustavo Prato, ha estado 24 veces en China.

“Para traerlos desde allá hay que empezar a comercializarlos en febrero y ya tener medio definida la compra, como tarde, a fines de marzo. Lleva mucho tiempo, mucho más para un mercado chico como Uruguay, porque es muy difícil que se fabriquen productos específicamente para nosotros. Para los mercados más grandes el tema es más fácil porque muchas fábricas tienen productos estandarizados para ellos”, comenta Prato a Revista Domingo.

El presidente de la CUFA dice que durante la pandemia hubo menos viajes a China (país de donde se expandió el coronavirus) y que hoy es más difícil hacer las compras vía online. “Se van eligiendo los productos y después se va viendo un nombre y haciendo el diseño. Eso se personaliza. Nosotros traemos todo de origen, pero antes los productos venían con un diseño estandarizado para China y acá se les pegaba un papelito con las instrucciones. Por más que nuestro mercado sea chico, podemos pagar extra y que nos hagan eso”, anota.

Según Prato, los fuegos artificiales tienen una vida útil mínima (conservándose en sitios apropiados y sin humedad) de cinco años. Esto permite que los remanentes que quedan tras las Fiestas pueden ser vendidos al año siguiente.

“De todos modos hay que mandarle las muestras de los productos todos los años al Servicio de Material y Armamento del Ejército, donde se chequean y se vuelven a habilitar”, explica.

NOCHE DE LAS LUCES
La "Noche de las Luces"

CAMBIOS CULTURALES. Para estas Fiestas, la Cámara Uruguaya de Fuegos Artificiales comenzó a implementar el etiquetado de productos en base a hexágonos con los colores de un semáforo. Estos niveles establecen la potencia sonora: el verde se corresponde a menos de 80 decibeles; el amarillo significa ruido intermedio y se utiliza hasta los 110 decibeles y el rojo es para un estruendo con un impacto de entre 110 y 120 decibeles.

Pero esto no es suficiente para los que quieren que la pirotecnia con estruendo sea eliminada definitivamente en Uruguay. Y eso ha llevado a que se fortalezcan las campañas contra su uso, con un fuerte énfasis en el efecto adverso que tienen en personas con trastornos del espectro autista (TEA), enfermos de Alzhéimer, bebés prematuros y mascotas.

“Ya no es un pedido, estamos rogando para que no usen pirotecnia”, publicó recientemente en sus redes la Coordinadora Pirotecnia Cero, que reúne a más de 30 organizaciones que han trabajado en una proyecto de ley -que ya cuenta con sanción de Diputados- que regulará la importación, elaboración y comercialización de los artefactos de estruendo.

Uno de los organismos que ha apoyado estos reclamos es la Defensoría de Vecinas y Vecinos de Montevideo, cuya titularidad ejerce la socióloga María Elena Laurnaga.

“Estamos desde la creación de la Red Pirotecnia Cero, en 2021. Se hizo una campaña con ONG ambientalistas, de protección de animales y de salud. Hemos tratado de hacer un trabajo integral y de acompañar iniciativas en varios departamentos, sobre todo de las Juntas Departamentales”, dijo Laurnaga a Revista Domingo. Y agregó: “También hicimos un evento importante en la Defensoría. Fueron cuatro jornadas (webinarios) con técnicos de distintos países y de Uruguay, entre los que había médicos del Pereira Rossell de distintas áreas”.

Gustavo Prato
Venta de pirotecnia durante las Fiestas.
Estefania Leal/Archivo El Pais

EL MUNDO Y URUGUAY. Pero ¿qué ocurre en cuanto a la regulación internacional? La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos no se expongan a ruidos que superen los 140 decibles; mientras que el límite para los niños es de 120 (las “bombas brasileras”, que ya no se traen más, eran de 130 decibeles). Los sonidos que superan los 70 decibeles son considerados molestos. Y por encima de los 90 se los clasifica como “dañinos”.

“El cambio (a partir de los reclamos) es a nivel sudamericano, no mundial. Y ese es el problema mayor que tenemos los vendedores. Si Estados Unidos y Europa, que concentran el 95% del mercado mundial, lo hicieran, para nosotros sería muy fácil tener una línea pet friendly, porque China ya tendría centenares de productos desarrollados para esos mercados. Pero allá no es un tema que esté en el tapete, porque se basan en los parámetros globales de la OMS y no en lo que pueda decir un intendente o una organización social”, indica Prato.

El presidente de la CUFA dice que de todos modos hubo cambios muy notorios en el consumo de pirotecnia en Uruguay, como por ejemplo con la desaparición, hace más de dos décadas, de las mencionadas bombas que venían en general de contrabando desde Brasil y provocaban innumerables accidentes.

Esta ha sido su experiencia: “Yo soy de Tacuarembó y viví la influencia de Brasil de niño. Vendía fuegos artificiales en mesas antes de ser importador. Y en esa época, el 70% de la mesa tenía que ser de bombas brasileras y el 30% de productos legalmente importados. Yo mismo sufrí tres accidentes con esas bombas. Teníamos la vergüenza nacional de que el producto líder de un rubro, hace menos de 30 años, era de contrabando”.

5.000 puestos de venta

Actualmente hay cerca de 5.000 mesas y quioscos en Uruguay vendiendo pirotecnia, aunque el presidente de la CUFA, Gustavo Prato, aclara que llegaron a ser 15.000 y que el pico máximo del negocio se dio entre los años 2006 y 2014. Por tanto, prohibir la venta afectaría a miles de familias. Pero ¿es posible hacer esto?

Como diera cuenta El País, a fines de 2021 el constitucionalista Martín Risso Ferrand elaboró un informe que analizó las iniciativas departamentales que prohiben el uso de pirotecnia, y concluyó que estas son inconstitucionales, ya que contravienen el principio de legalidad en materia de derechos humanos, violando así el artículo 36° de la Constitución. “La prohibición de fabricación, exhibición y comercialización de productos pirotécnicos no puede ser establecida, desde un punto de vista formal, por un rango inferior a la ley”, advirtió el experto.

Al respecto, el presidente de CUFA agregó: “Uruguay es un país con gobierno central. Si se legisla a nivel departamental se está infringiendo la Constitución porque hay una ley actual que nos permite vender fuegos artificiales en todo el país. Por eso, es importante que esta ley que está a consideración del Parlamento considere a todas las partes y unifique en un consenso general, con reglas claras e iguales para todos los departamentos. Venimos de una pandemia muy dura, donde muchos cerraron. Los empresarios que queremos seguir invirtiendo y sacar adelante las empresas, necesitamos las reglas claras”, dijo Prato. Y agregó: “En 2021 colaboramos con el Parlamento y distintas juntas departamentales para que el tema sea tratado de forma seria, respetando las necesidades de todas las partes”.

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