El papa Francisco aprobó la beatificación de Jacinto Vera, primer obispo uruguayo

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Jacinto Vera: dos tribunales de Roma estudiaron sus virtudes y aprobaron nombramiento.

IGLESIA CATÓLICA

"Nos compromete a segur sus huellas", expresó en el anuncio el Cardenal Daniel Sturla.

El cardenal de la Iglesia Católica de Uruguay, Daniel Sturla, anunció que el papa Francisco aprobó que el primer obispo uruguayo, Jacinto Vera, sea beatificado. Esta noticia cierra un año en el que la Iglesia declaró su primera santa, Francisca Rubatto, y avanza en otras tres postulaciones: la del padre Cacho (Isidro Ruben Alonso) y la de los laicos Salvador García Pintos y Walter Chango.

"Próximamente podremos decir ‘Jacinto vera, beato’. Fue el primer obispo de Uruguay, que recorrió toda la patria, que llevó la paz a los corazones, que atendió a los pobres y colsoló a todos los afligidos. El que dio pie al laicado católico, el que trajo muchas congregaciones apra que trabajaran en la asistencia a los hospitales y los pobres. Todo eso lo celebramos", expresó Sturla en el anuncio.

"Nos compromete a seguir sus huellas, que el lo que queremos hacer con alegría", cerró.

La historia confirma ese toque de “genuina uruguayez” que la iglesia atañe orgullosamente a la figura del obispo Jacinto Vera. Nació en 1813 en el océano Atlántico, en el barco que lo trajo junto a sus padres y cuatro hermanos desde las Islas Canarias hasta la Provincia Oriental. La familia se estableció en Maldonado, en una chacra arrendada próxima a Pan de Azúcar en la que todos trabajaban la tierra. Años después, con los ahorros compraron tierras en Canelones y allí se mudaron, en los predios que tras su fallecimiento una de las hermanas donaría y pasarían a ser los cimientos de la localidad llamada San Jacinto, en homenaje al religioso.

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