Los mayores de 65 años en Uruguay sostienen que la “soledad es una situación muy común” y que la “vejez implica haber acumulado una gran sabiduría y experiencias”. Estas son algunas de las conclusiones a las que llegó una investigación que pidió el Banco de Previsión Social a Opción Consultores.
El estudio reveló una “tendencia hacia una percepción positiva del envejecimiento, con un énfasis en la salud mental”. Sin embargo, se encontró que hay distintas miradas si se diferencian los participantes —que fueron cinco grupos de 24 personas cada uno, con un promedio de edad de 73 años, siendo la mayor de 88 años— según el género, bienestar económico y región.
Se vio que las “mujeres pueden mantener una vida social más activa y tienden a cuidar más de su salud, mientras que los hombres a menudo no buscan atención médica hasta que es demasiado tarde”. Además, se halló que ellas —en comparación a los varones— “perciben que asumen múltiples responsabilidades en el hogar y el trabajo, lo que puede llevar a un desgaste físico mayor en la vejez”.
Otra diferencia que se encontró es que los montevideanos observan que las “personas del interior parecen envejecer de manera más saludable”, mientras que los del interior dicen que “se enfrentan a un acceso más limitado a recursos y servicios”.
Además, se concluyó que el contexto en el que está la persona en la tercera edad genera diferencias: “quienes se encuentran acompañados, llevan mejor el envejecimiento que quienes se encuentran solos”. Otra particularidad es que, “a nivel físico", las personas perciben "cambios que invitan a cuidarse y tener una mayor conciencia de la salud en general”.
Por otra parte, el estudio —para el que se hizo trabajo de campo en octubre de 2024 con personas vinculadas a programas de prestaciones sociales— aseguró que hay “participantes que declaran no sentirse ‘viejas/os’ o sentirse a gusto con su edad actual”, y destacan la “importancia de mantener un espíritu joven y activo”.
La soledad como punto clave
La investigación vio que la “soledad se percibe como un problema que puede llevar al aislamiento social, afectando la calidad de vida y la salud emocional de las personas mayores”. Este punto, además, “se vincula con problemas de salud mental como la depresión y ansiedad”.
A su vez, las personas encuentran que la “clave parece estar en hallar un equilibrio que les permita mantener la sensación de propósito y conexión social, mientras disfrutan de la libertad que brinda esta nueva etapa vital”. Así como también se halló que la “principal barrera” que tienen “para participar y explorar otras actividades es la económica”, por lo que la “falta de recursos limita la participación de aquellos con ingresos más bajos”.
La vivienda en el centro
“Las condiciones del barrio donde está ubicado el hogar hace a la calidad de vida”, se indica en el informe, y se añade una puntualización para la capital: “Especialmente en Montevideo, se percibe una mejora ante la posibilidad del cambio de una zona a otra”.
Además, se marca: “Contar con un hogar y un entorno en buenas condiciones genera tranquilidad a las personas, especialmente en esta etapa en que se busca el descanso, por lo que poder vivir en un ambiente tranquilo y libre de problemas influye positivamente”.
Nuevos datos
El martes a la mañana el Banco de Previsión Social (BPS) presentó el Observatorio de vejez, envejecimiento y seguridad social, disponible en su sitio web.
El presidente del banco, Alfredo Cabrera, indicó que la nueva herramienta es importante por dos motivos. Uno, que el “envejecimiento es un fenómeno que llegó al país”, dado que el 15% de la población tiene 65 años o más, porcentaje que se espera que suba al 30% en el 2100. El segundo argumento está vinculado a la seguridad social, dado que el observatorio sirve para que cualquier debate o política pública que se haga.

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