Redacción El País
El presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, dijo este miércoles que el directorio resolvió descontar en el recibo de sueldo de agosto horas no trabajadas entre enero y mayo, medida que, en principio, se había contenido para mantener un ámbito de diálogo con el sindicato, con el que se encuentra envuelto en un ida y vuelta por la búsqueda de asociarse con un privado en el negocio del pórtland y la cal, que da pérdidas hace años.
“Se descontaron horas no trabajadas, quien no trabaja no cobra, ese es el principio básico”, dijo Stipanicic en declaraciones a Arriba Gente (Canal 10). “No hay ningún ensañamiento, no hay ninguna reacción a medidas sindicales. Nosotros estamos actuando de acuerdo a derecho y hemos tenido suficiente paciencia como en el mes de agosto estar descontando tiempo no trabajado que ocurrió entre enero y mayo pasado. Esa es la paciencia que hemos tenido”, apuntó el presidente de la empresa estatal.
Agregó que tomó esta decisión luego de que la Federación Ancap (Fancap) decidiera abandonar “un ámbito de diálogo” en el que estaban involucrados no solo la empresa y el sindicato sino el Pit-Cnt y y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
“El sindicato abandona eso y dice que no hay más nada que hablar; si no hay más nada que hablar entonces nosotros nos sentimos libres de tomar todas las medidas que habíamos contenido mostrando esa buena voluntad que ahora nos reclaman”, dijo.
Este martes el sindicato de Ancap resolvió postergar la asamblea representativa en la que se iba a determinar si se establecía un régimen de trabajo de 24 horas durante la parada de mantenimiento de la refinería de La Teja y así revertir la decisión de trabajar en régimen de ocho horas. No hacerlo, le costaría a Ancap unos US$ 400 millones por concepto de lucro cesante, según la estatal.
Stipanicic, entonces, dijo que “las tareas de mantenimiento ya empezaron” y que “el sindicato está en su derecho de tomar medidas y de generar controversia sobre decisiones de la empresa, el tema son la proporcionalidad y las consecuencias de esas medidas frente a la economía de Ancap”
Aludió que las paradas por mantenimiento de las refinerías en Ancap y en el resto del mundo “siempre se hacen en 24 horas porque cada día de refinería parada le cuesta al país US$ 800.000 y US$ 900.000”.
El martes Fancap emitió un comunicado en el que señaló que “hace semanas ha propuesto a los más altos niveles la suspensión de todas las medidas vigentes” con “la condición de que Ancap acceda a postergar la apertura de los pliegos licitatorios para la privatización de la industria cementera estatal”, prevista para el 12 de setiembre. Pero el sindicato afirma que no ha tenido respuesta sobre el tema y que el directorio “prefiere mantener un camino que lleva indiscutiblemente a generar sobrecostos para el pueblo uruguayo de cientos de millones de dólares”.