El número de contagiadosfue aumentando con el correr de los días. El 27 de marzo fue el día que más casos positivos se registraron: 36. El 8 de abril se registraron 32 casos, lo que se asoció al brote de contagios en el Vilardebó: 22 personas que vivían allí o trabajaban tenían la enfermedad. Para fines de abril el COVID-19 en Uruguay impactaba en otro lugar vulnerable: los residenciales. El 25 de abril se contabilizaron 33 positivos. Pero ese brote también se controló y los registros de positivos volvieron a bajar. A comienzos de junio, en siete ocasiones, la cifra de nuevos contagiados fue de 0. Sin embargo, tras esa racha con la curva casi aplastada, se dio un brote de la enfermedad en Treinta y Tres. Esta semana apareció otro en la mutualista Médica Uruguaya en Montevideo. 

Hasta el 12 de abril la cifra de uruguayos con la enfermedad era mayor que la cifra de uruguayos recuperados: había 242 uruguayos con COVID-19 y 231 que ya se habían curado. Un día después la curva de recuperados comenzó a aumentar. 

Más del 90% de los casos de COVID-19 en Uruguay ya se recuperaron. Al 15 de julio hay 69 casos activos,  909 recuperaron y 31  personas fallecieron por la enfermedad. 

El control de la enfermedad en el país fue destacado a nivel internacional. El propio presidente Luis Lacalle Pou contó que el 23 de marzo le habían planteado dos escenarios posibles: uno pronosticaba 250 mil infectados y otro hablaba de 1250 casos. 

Actualmente hay una persona en el CTI.  El mayor pico de internados en cuidados intensivos fue el 11 de abril, cuando 16 personas transcurrían la enfermedad en el hospital. Según un informe del Ministerio de Salud Pública al 23 de junio, de todos los afectados con el virus en Uruguay, 110 debieron ser internados, la mayoría en cuidados intermedios. El 87% de los pacientes uruguayos con COVID-19 fue tratado en su casa y no tuvo que ir a una institución médica.

En estos cuatro meses, 31 uruguayos murieron por coronavirus. La tasa de letalidad en nuestro país es 3.11%. 

Entre los fallecidos, la mayoría tenía más de 75 años. La franja de edad en la que se registraron más fallecimientos fue entre los 60 y los 70 años. Además, murieron más hombres (22) que mujeres (9). El 70,96% de los fallecidos fueron hombres.

Por otro lado, el departamento que presentó más cantidad de muertes fue Montevideo (18), lo siguió Maldonado (4) y Rivera (3) .

En la región Uruguay también se destaca por la baja cifra de fallecidos. Uruguay tiene 8 fallecidos por millón de habitantes, mientras que Argentina tiene 38 fallecidos por millón de habitantes, Chile 349 fallecidos por millón de habitantes y Brasil 325 por millón de habitantes. Eso marca con claridad cuánto golpea la epidemia en cada país. 

Coronavirus en la salud

El personal de la salud es el que está más expuesto al virus. De hecho, los últimos dos focos que hubo en Uruguay, en Treinta y Tres y Montevideo, se desarrollaron en el área de la salud. De los 997 casos acumulados de coronavirus en el territorio nacional, 161 pertenecen al personal de la salud. A su vez, un médico falleció por COVID-19 en nuestro país. 

Pero Uruguay también se ha destacado en la región por el control de la enfermedad. Mientras que Brasil es el segundo país con más contagios del mundo, Perú y Chile aún no lograron controlar el avance del coronavirus. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el continente es actualmente el epicentro del virus.

Uno de los datos que vale la pena analizar es la incidencia por habitantes, es decir, la cantidad de casos positivos cada un millón de habitantes. En América del Sur, Chile es el que tiene mayor incidencia por millón de habitantes: mientras que en el país andino la incidencia es de 17.149 por millón, en Uruguay apenas alcanza 288 casos positivos cada un millón de personas.  

Lo que en Uruguay tardó cuatro meses y dos días en llegar, para otros países de la región fue cuestión de días. Uruguay llegó a los 1000 casos de COVID-19 el 15 de julio. Brasil, Chile, Perú, Ecuador, Argentina y Colombia lo hicieron entre el 20 de marzo y el 1° de abril, pocos días después de detectar los primeros casos. 

El “testeo masivo” es considerado como uno de los aspectos fundamentales para poder controlar el avance del coronavirus. A mayor cantidad de test, más se puede conocer dónde está el COVID-19 y a quién afecta. Uruguay es el segundo país con más capacidad de testeo en Sudamérica, después de Chile. Chile es el que más testea en promedio: 68,54 análisis cada mil habitantes. En el territorio nacional se realizan 22,62 test cada mil habitantes. En el caso de Argentina la cifra es de 10,5 cada mil habitantes y en Brasil de 6,96 cada mil personas. 

El porcentaje de test positivos varía día a día. Para obtener una buena impresión de cómo avanza el virus, la OMS recomienda que el porcentaje de positividad no supere el 10%, es decir, que de todos los test que se realizan en un día hasta el 10% sean positivos.La mayor tasa de positividad en Uruguay (13,6%) se dio el 24 de marzo. Por otro lado, desde el 28 de junio esa tasa no supera el 1%.