LA MARCHA DE LA PANDEMIA

El mapa político de Uruguay, ese que establece los límites de cada departamento, vuelve a verse salpicado por la marcha del COVID-19. Porque cuando a cada zona se le asigna un color del semáforo, siguiendo la clasificación de riesgo de la Universidad de Harvard, se observa que el país abandona la bicromía del verde y el amarillo. A juzgar por esa manera de medir la epidemia, la emergencia sanitaria no acabó.

Parecería que Uruguay atraviesa otra etapa de la emergencia en que los brotes marcan la evolución epidémica. Al menos eso marca la estadística: hay más de 2.000 personas cursando la infección que causa el coronavirus, hecho que no ocurría desde fines de julio. Y ayer se reportaron 315 nuevos casos positivos, valor que no se superaba desde hacía 105 días.

Todos los departamentos registran casos activos, pero, a diferencia de la transmisión comunitaria fuera de control, cuando lo que mandan son los brotes existe una clara distinción por zonas geográficas.

Lavalleja superó, en el promedio de la última semana, los 25 casos positivos cada 100.000 habitantes. Eso ubica al departamento en la zona de más riesgo epidemiológico y tiñe al área de color rojo.

Como la escala de Harvard promedia los últimos siete días, el color actual del mapa es un reflejo de la evolución reciente. En este sentido, hay tres departamentos que se aproximan al naranja y que, en el cierre de esta semana, preocupan a las autoridades sanitarias: Colonia, Flores y Tacuarembó.

El director del Hospital de Tacuarembó, Ciro Ferreira, aseguró a El País que se “prendió una luz amarilla” y están “en alerta” luego de detectar brotes de coronavirus en el departamento y “casos esporádicos”.

Es por este motivo que ayer viernes se retomaron las salidas con el hisopador móvil que recorre los barrios y permite llegar a cientos de personas sin tener que esperar a que se presenten en el hospital con síntomas.

“Desde ahora, en una actitud proactiva, comenzamos a salir en los barrios para hisopar a la gente, a las familias y a los vecinos”, indicó Ferreira y aseguró que si bien se busca prevenir, el hospital se encuentra preparado para contener casos graves tanto del departamento como de Rivera.

El director explicó que a partir de “algunos brotes” ahora se detectó “una circulación a nivel intracomunitario, por fuera de los brotes originales”, y agregó que al momento hay dos que están claramente identificados: uno en un frigorífico de la capital del departamento y otro en un local bailable.

Asimismo, Ferreira consideró “muy acertada” la decisión del gobierno de no levantar la emergencia sanitaria.

En esta línea, fuentes locales informaron a El País que el jueves se detectaron 30 casos nuevos, pero que el Sistema Nacional de Emergencias solo informó cinco porque se busca dar “tranquilidad”.

El último brote registrado -y el más grande- ocurrió en un local bailable de la ciudad. En la noche del 23 de octubre se realizó un evento que superó los aforos permitidos, hecho por el cual se decidió que la comuna departamental le aplicará una multa y solicitará su cierre por un tiempo. El local subió imágenes a sus redes sociales esa noche y en ellas se puede ver a cientos de jóvenes en un espacio cerrado, sin cumplir con la distancia y sin usar tapaboca.