El viaje del mandatario se dio en el marco de un proyecto turístico que impulsa la Intendencia de Maldonado para la Isla de Lobos, reconocida a nivel internacional por su ecosistema y particular oportunidad de acercarse a los simpáticos lobos de mar.

El proyecto, según supo El País, es una idea que viene desde la anterior gestión de Antía. Lo que se quiere es promocionar a la isla como un destino más para los turistas que vacacionan en Punta del Este.

De esta forma se buscará -manteniendo el cuidado al medio ambiente- crear plataformas de madera que permitan pasar sobre el hábitat de los lobos sin invadirlos. Además, la idea incluye la colocación de un "mini cine" que permitirá proyectar documentales de la isla y de los lobos, así como mostrar cómo era antes.

Para lograr concretar la propuesta, se requeriría reparar el mulle ya que actualmente las personas no pueden acceder a la isla, salvo que sea en gomones. Para esto se requiere el apoyo del Ministerio de Transporte y Obras Públicas.

Entre aplausos y al grito de "qué grande" recibieron en el muelle de Punta del Este al mandatario al retorno de su paseo por la isla. El presidente prefirió no dar declaraciones a la prensa y se limitó a decir que su visita estuvo "muy buena". Además, ironizó sobre los números de 5 de Oro que jugó antes de hacer el viaje.

Mientras caminaba por el muelle hacia la salida, Lacalle Pou preguntó por una vendedora de pasteles, pero no se encontraba en la zona. "Díganle que pregunté por ella", expresó.