Uruguay instalará una "Escuela para la Paz" y una plataforma para controversias internacionales, informó Sánchez

El secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez, informó que el gobierno está pensando en la instalación de una plataforma de solución de controversias internacionales que pueda incidir a nivel global. La base de esta estrategia es la "democracia sólida" que tiene el Uruguay.

El jerarca, que hizo estas declaraciones en la noche del jueves en un evento de la Cámara de Comercio e Industria Franco Uruguaya (CCI), que se celebró en el Sofitel y donde fue entrevistado por el periodista de El Pais Raúl Santopietro, también adelantó que el gobierno tiene prevista la instalación en el país de una Escuela para la Paz.

"Nuestros seis presidentes reunidos dialogan, pero en otra parte del mundo a veces ni se saludan. Yo creo que eso es una buena carta de presentación del país", afirmó Sánchez, subrayando que esta realidad política, distinta a la de los países vecinos "donde a veces el que se va no va a la asunción del que llega", muchas veces “sorprende al mundo”.

La participación histórica de Uruguay en misiones de paz —siendo el mayor aportante per cápita de contingentes— ha cimentado un capital de confianza, continuó Sánchez, que advirtió que el país está hoy siendo activamente solicitado para participar de procesos de mediación complejos. E inmediatamente recordó que en 2016, durante el gobierno de José Mujica, se le solicitó a Uruguay que “sea uno de los mandatarios garante del Acuerdo de Paz de Colombia”.

Este rol, dijo, es respaldado por naciones mediadoras como Suiza, que buscan activamente una contraparte “con la credibilidad necesaria” en la región. "Lo que nos dicen todos estos países amigos es que necesitarían tener una contraparte latinoamericana para poder colaborar y trabajar en la gestión, que sea como un mecanismo de paz y de solución del conflicto", explicó Sánchez, y luego insistió en que "Uruguay tiene algo para aportar" al mundo.

La demanda de liderazgo uruguayo se extiende a organismos internacionales, dijo Sánchez, destacando que el país fue solicitado por el Secretario General de las Naciones Unidas para presidir el G-77, la mayor coalición de países en desarrollo del organismo.

Toni Albir/EFE.

El concepto de "Escuela para la Paz" es la materialización de esta estrategia, se entiende en el gobierno. Y el objetivo es formalizar el conocimiento y la experiencia acumulada para hacer un proyecto a largo plazo. "Probablemente el año próximo podamos construir una escuela de formación de mediación en Uruguay que permita formar a nuestros funcionarios públicos, particularmente la Cancillería", adelantó Sánchez.

Pero esta escuela no solo capacitaría a diplomáticos, sino también a los contingentes militares que actúan en misiones de paz, buscando que puedan contribuir a la resolución de conflictos "de una manera correcta".

Para el gobierno, un punto clave de la política de mediación es la claridad en que el diálogo no implica neutralidad moral. En este sentido, Sánchez fue enfático en la necesidad de mantener la firmeza en los valores democráticos: "Ser promotor de paz y de solución de controversia no quiere decir que uno se olvide de sus valores y sus principios, que es la defensa de la democracia y los derechos humanos”.

La mediación, por tanto, es vista como una herramienta para la acción, no para la evasión. "No se trata de tener una posición de mediación para no opinar... Si no todo lo contrario, teniendo nuestras posiciones firmes en el tema de defensa de derechos humanos y democracia, y de paz, poder ser facilitador del diálogo para que en definitiva haya menos sufrimiento".

Sánchez ilustró la alta confianza que se le tiene a Uruguay con el caso de su contingente en el Congo, donde la credibilidad uruguaya fue vital para gestionar la rotación de tropas en un momento crítico de conflicto.

"Eso se hizo porque se le tiene confianza a Uruguay", concluyó, reforzando la idea de que este capital debe ser aprovechado "en aras de que el mundo sea un mundo que tenga más paz y más prosperidad".