Por Pamela Díaz
La incertidumbre duró semanas. Existía cierto grado de certeza sobre que el presidente Luis Lacalle Pou aprovecharía su tradicional mensaje anual ante la Asamblea General para anunciar rebajas impositivas. Y así lo hizo ayer por la tardecita, cuando, además de repasar los logros del año anterior, dio lineamientos sobre cómo será la reducción de dos impuestos claves: uno que paga parte de los trabajadores -el IRPF-, y otro dirigido a jubilados y pensionistas -el IASS. También adelantó modificaciones en lo tributario para micro y pequeñas empresas.

Para entender los cambios que se anunciaron para el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF), se debe recordar que es un impuesto anual -lo que se realiza mes a mes son adelantos- que varía de acuerdo a cada situación personal. Para su cálculo, por un lado se consideran los ingresos nominales mensuales (de más de $ 39.620, mínimo no imponible), a los que se descuentan diferentes deducciones que se pueden realizar.

Son varias las deducciones que podrían afectar a los trabajadores: por hijos, alquileres, fondo de solidaridad, créditos hipotecarios, aportes por Fonasa, entre otros. Cada una tiene sus características y los anuncios de Lacalle Pou de ayer refirieron a esta particularidad del impuesto. Algunas modificaciones a las especificidades de cada deducción aplican a todos los contribuyentes y otras a un sector determinado de la población.

Entonces, ¿cuáles son los cambios? Hasta ahora, los que tienen ingresos líquidos hasta $ 60.500 ($ 68.260 si se incluye aguinaldo y salario vacacional) podían realizar deducciones por el 10%. La tasa se elevará, una vez que comience a regir la medida que se anunció ayer, al 14%. Por lo tanto, es una modificación que solo afecta a una parte de los trabajadores.

Otra medida está vinculada a las deducciones que se realizan por hijo a cargo. En este caso, el cambio es para el general de quienes pagan este impuesto que, por lógica, tengan un menor. Hasta ahora, por cada hijo eran $ 73.580 (13 BPC) anuales y próximamente serán $ 113.200 (20 BPC). ¿Significa que el trabajador pagará $ 9.433 menos por mes? No. A ese monto se le aplicará el 14% -que se explicó en el párrafo anterior- si tiene ingresos líquidos hasta $ 60.500. Y, si el salario supera ese monto, la tasa de deducción vigente es 8%.

La especialista en el área tributaria, responsable del área contable y fiscal del estudio Bragard, Cynthia Carballo, explicó a El País que todas las personas que tienen hijos se verán beneficiadas. La diferencia estará en cuál es su nivel de ingreso. Una persona que gana más de $ 60.500 líquidos, antes descontaba el 8% de $ 73.580 y ahora será de $ 113.200. Y, en el caso de menor ingreso, antes descontaba el 10% de $ 73.580 y ahora el 14% de $ 113.200, indicó.

La tercera medida refiere a los créditos hipotecarios. Para descontar las cuotas del préstamo que se paga para la adquisición de una vivienda hay que cumplir con ciertas condiciones, como que el inmueble sea el único y permanente. Y hay otro requisito, que es el que cambiará: el costo de la vivienda. Debía ser de un valor menor a 794.000 UI (US$ 109.000) al momento de adquirirla, cifra que se elevará a 1.000.000 UI (US$ 137.500). Por otra parte, se aclara que el tope de deducción anual se mantiene en 36 BPC ($ 203.760).

El cuarto anuncio está vinculado al alquiler de vivienda que pueden descontar las personas del pago del IRPF. En pocas palabras, se aumentó el porcentaje de 6% a 8%.

Todas estas medidas implican una renuncia fiscal de unos US$ 80 millones anuales, indica el resumen de la memoria anual que se presentó ayer.

Lacalle Pou también anunció cambios en el Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (IASS). Al igual que el IRPF, es anual y varía persona a persona. En pocas palabras, grava las jubilaciones, pensiones y pasividades. El gobierno estima que las medidas vinculadas a este sector de la población generarán un costo de US$ 30 millones.

Ya en el Compromiso por el País -documento que firmaron todos los socios de la coalición en la campaña electoral- se prometió “considerar una eliminación gradual” en la “medida en que el estado de las finanzas públicas lo permita”.

En concreto, se aumenta el mínimo no imponible, es decir, el tope de ingreso mensual para no pagar el impuesto. Según anunció ayer Lacalle Pou, esa cifra subirá de $ 45.280 (8 BPC) a $ 50.940 (9 BPC). En otras palabras, Carballo explicó que antes una persona que recibía, por ejemplo, $ 50.000 dejará de abonar este impuesto.

Y después se aumenta el descuento que se puede realizar por alquiler de vivienda en las mismas condiciones que el IRPF: se eleva el porcentaje a 8%.

El resumen de la memoria indica que la “propuesta para los pasivos beneficia a todos los contribuyentes del IASS y favorece en mayor medida a los de menores ingresos, algunos de los cuales dejan de ser contribuyentes. Concretamente, el 11% de los pasivos dejan de tener que pagar el IASS, que son aproximadamente 20.000 personas”.

Imagen: El País

El gobierno también implementará cambios que buscan beneficiar a micro y pequeñas empresas. Carballo explicó qué significan cada una de las modificaciones que se plantean en el documento “Camino al desarrollo”, que contiene los anuncios para 2023 y se divulgó después de que Lacalle Pou terminara su discurso.

Una de las medidas refiere al Impuesto a las Rentas de las Actividades Económicas (IRAE). Algunas de la compañías, “en función del tipo societario y el nivel de ingresos”, pueden tributar (es una opción) este impuesto de manera ficta. ¿Qué sucede con el régimen? Es un esquema de tasas fijas: todos los ingresos van a la misma escala, que se define según el monto. Ahora se pasará a un régimen de tasas progresivas, que es el mismo sistema que se utiliza en el IRPF.

Carvallo ejemplificó: “Una SAS prestadora de servicios que factura 2.500.000 UI (US$ 360.000) antes tributaba un IRAE de un 15% sobre los ingresos. Y ahora, con esta medida, hasta 2.000.000 UI (US$ 290.000) paga el 12%, que es la primera franja, y por los restantes 500.000 (US$ 72.600) abona al 15%”.

“Esto beneficia al 37% de los contribuyentes del IRAE, que corresponde a unas 26.600 empresas”, estima el documento del gobierno.

Imagen: El País

La segunda medida es para las pequeñas empresas que, explicó la especialista en el área tributaria, son aquellas que tienen un ingreso por debajo 305.000 UI (US$ 44.300) anuales. ¿Cuál es la situación actual? “Una vez que se supera ese límite, se pasa al régimen general de tributación -que es más gravoso- por lo menos dos años. Ahora se podrá, al ejercicio siguiente, volver a ser pequeña empresa”, indicó Carballo en diálogo con El País.

El tercer cambio es para el sector agropecuario, en especial para pequeñas empresas en esa actividad. “Estos contribuyentes pueden optar por tributar el Impuesto a la Enajenación de Bienes Agropecuarios (Imeba) y no el IRAE cuando tienen menos de 2.000.000 UI (US$ 290.000) de ingresos, entre otras características. Aho- ra se elevará ese monto a 2.500.000 UI (US$ 360.000)”.

En su discurso, Lacalle Pou afirmó: “Estoy convencido de que además de los directamente beneficiados (...), se va a generar un proceso virtuoso. Es un proceso de mayor consumo y por ende de más dinamismo económico; y convengamos que la mayoría de estos uruguayos que se van a beneficiar es para comprar en el almacén, para pagar las cuentas, para comprarle ropa a los hijos. Es para la cotidiana, no es para bonos del tesoro, ni para hacer grandes ahorros, ni para irse a veranear al extranjero”, afirmó.