PRESUPUESTO QUINQUENAL
A pesar del aumento a presidentes de las empresas públicas planteado en el proyecto de ley de Presupuesto, aún hay diferencias con el sector privado.
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El aumento de unos 55.000 pesos en los sueldos de los presidentes de los entes, planteado en el proyecto de ley de Presupuesto, generó ayer un duro choque político entre el gobierno y la oposición pero además genera un debate respecto a si los responsables de las empresas públicas debe tener un rol político o técnico y si los sueldos deben ser competitivos con los del sector privado como forma de captar talentos a los que hoy no les atrae trabajar en el Estado. Incluso para manejar empresas que, en muchos casos, tienen facturaciones muy altas y que son las de mayor porte en el país.
Lo cierto es que las empresas medianas y grandes del sector privado ofrecen remuneraciones más altas que las empresas públicas en estos cargos. Veamos algunas cifras. La mediana de los sueldos de gerente general en el sector privado -según la encuesta de Advice, a la que accedió El País- es hoy de 498.891 pesos nominales y puede subir a 694.378 pesos en el llamado percentil 80 y, en el límite inferior, baja a 369.463 peso en el percentil 20. En una línea similar, las encuestas de remuneración que manejan en la consultora ManpowerGroup establecen que la mediana para un cargo de gerente general en una empresa privada es de 357.000 pesos, el percentil 20 cerca de 293.000 pesos y el percentil 80 unos 515.000. Ambas consultoras no manejan datos de sueldos de presidentes de empresas privadas, pero consideran que el cargo de gerente general es comparable con el de presidente en las públicas.
Ahora bien, ¿qué se cambia ahora? El artículo 688 del Presupuesto dice que el sueldo del presidente de los directorios de los organismos comprendidos en el artículo 221 será equivalente al 85% del de ministro de Estado. Esto implica que pasará a cobrar 235.000 pesos nominales. Hoy el salario nominal de un presidente de ente es de unos 180.000 pesos incluyen-do gastos de representación. En total 17 puestos tendrán aumento y el gasto extra es de 280.000 dólares al año, según afirmó ayer la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, en una entrevista en Telemundo.
Cuando le preguntaron a Arbeleche un día antes en Telenoche sobre el motivo de este incremento, que a priori parece ir contra el plan de ahorro del presidente Luis Lacalle Pou, afirmó: “Necesitamos que las mejores personas se pongan al frente y gestionen de otra manera”. Y ayer el director de la Oficina de Servicio Civil, Conrado Ramos, dijo que en las empresas públicas se necesitan “profesionales y no compañeros militantes”, según informó Radio Uruguay.
Pero el contador y economista Alberto Sayagués dijo a El País que, a su juicio, lo que hace el gobierno con este aumento del entorno del 32% es volver a la equivalencia histórica eliminada por el gobierno de José Mujica en la ley de Presupuesto de 2010. Y fundamentó: “Los presidentes de los entes tradicionalmente estaban enganchados al sueldo de ministro. Se perdió la equivalencia y ahora la reenganchan, nada más”. Sayagués no cree que este aumento ayude a conseguir a “las mejores personas” para las empresas públicas. “Esa siempre fue la idea, pero no resulta. Un buen profesional competente de la actividad privada gana mucho más”, afirmó.
Para Federico Muttoni, director de la consultora Advice, los 235.000 nominales que se plantean “son casi irrisorios” si se mira “la responsabilidad y el impacto que tiene la gestión”. Algo menos radical, Inés Arrospide -country manager de ManpowerGroup- opinó que el incremento no es “descabellado” ya que deben ofrecerse condiciones atractivas “si se busca captar a personas con experiencia, habilidades de gestión, liderazgo y empuje”.
El contador Bruno Gili, socio de CPA Ferrere, está de acuerdo en que los sueldos deben ser competitivos con el mercado. Pero indicó a El País que el panorama es más complejo de si suben o no, sino que debe pasar por un cambio en los entes, que “necesitan ser gestionados como empresas y no como proveedores de servicios estatales".
¿Cuánto deben aumentar los salarios? “Si los directores de las empresas actúan como gerentes y tienen una visión estratégica, como pasa muchas veces, el aumento que se da podría ser muy poco”, respondió. Pero distinto es si son “una mera correa de transmisión de decisiones del gobierno”.
En un documento que firmó Gili el año pasado con técnicos de diversas áreas, se afirma que los directores de las empresas representan hoy “una parte importante de la función gerencial”, deben ser elegidos “en base a competencias profesionales, desfasados del ciclo político y presentando propuestas estratégicas”. Y, además, deben recibir un sueldo “acorde a sus capacidades y responsabilidades”.
Los aumentos en el Mides
Otra polémica que se planteó tiene como centro al Mides: hay aumentos de sueldo en al menos seis cargos, que pasan de unos 114.000 pesos nominales a 166.000. Son direcciones nacionales que se convierten en unidades ejecutoras. En un caso el aumento es de 80.000 pesos, dijo Juan Pedro Labat, exdirector de Evaluación. Pero el director general Nicolás Martinelli dijo a El País que la reestructura no implica aumento de costos porque se suprimen cargos de particular confianza.
El senador comunista Óscar Andrade fue uno de los dirigentes frenteamplistas que cuestionó ayer el aumento a los presidente de las empresas públicas. En su cuenta de Twitter, escribió que es “inmoral” el hecho de “duplicarse el sueldo cuando decenas de miles de familias caen en la pobreza”. Después afirmó que “los que toman la decisión son los mismos que le rebajan el salario a maestros, enfermeros y profesores”, al tiempo que preguntó: “¿Cómo hacen para mirarlos a la cara después?”.
El presidente de la Cámara de Representantes, el diputado blanco Martín Lema, respondió al mensaje de Andrade a través de Twitter: “¿Qué sueldo se duplica? Inmoral fue el despilfarro y la desidia de administraciones anteriores que comprometieron el futuro de tantas familias”.
Lema dijo después a El País que confía en las decisiones del equipo económico y que “no se puede caer en la demagogia” de hacer comparaciones: “Entre otras razones, porque también se podría evaluar cuántos más recursos habría para otros rubros si el Frente Amplio no hubiese vaciado Ancap, construido el Antel Arena o la regasificadora, fundido Pluna o comprado el avión presidencial”.