Por Agustín Magallanes
El secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, aseguró ayer que el gobierno tomará una serie de medidas para garantizar el suministro de agua en el área metropolitana, a horas de la interpelación que se realizará hoy, convocada por el Frente Amplio ante la histórica sequía.

“Estamos tomando medidas para mantener el nivel de suministro de agua que existe hoy hasta que lleguen las lluvias que cambien la contingencia”, enfatizó Delgado en conferencia de prensa, e insistió en transmitir “tranquilidad” a la población. El jerarca remarcó que también se toman medidas “por si esta situación se prolongara mucho tiempo”.

Delgado, acompañado por los ministros de Karina Rando (Salud Pública), Martín Lema (Desarrollo Social) y Robert Bouvier (Ambiente), anunció una batería de resoluciones que se concretaron tras una reunión en la que también participó el presidente de OSE, Raúl Montero.

Por un lado, “la semana que viene” se construirá una represa para “asegurar la estabilidad de la reserva de Paso Severino”, principal fuente de agua dulce para abastecer esta zona, dijo Delgado. El objetivo, agregó, será “mantener el estatus y la calidad de agua” actual, “apta para consumo humano” a nivel general, que desde el 4 de mayo presenta máximos de 440 miligramos de sodio por litro (mg/l) y 720 mg/l de cloruros.

Por su parte, el jerarca puntualizó que los 18 días de reserva de agua -que el lunes señaló Montero- hacen referencia solo a las reservas de Paso Severino. “Con lo que estamos implementando esta semana, estamos estabilizando el sistema de la reserva. No estamos hablando de plazos”, enfatizó Delgado.

El secretario de Presidencia señaló, además, que el gobierno comprará una planta para la remoción de sales, que “seguramente esté operativa a partir de la próxima semana”. La unidad compacta/móvil está en Houston, Estados Unidos, disponible para ser enviada al país una vez se culminen las formalidades de compra, según supo El País. Se evalúa si el equipo vendrá en un avión de carga o en barco.

Foto: Estefanía Leal

El Ejecutivo resolvió también utilizar una planta de UTE de Punta del Tigre, que cumple una función desalinizadora para la distribución de agua. Fuentes de UTE explicaron a El País que la planta de ósmosis inversa funciona con una bomba de alta presión que al hacer circular agua por una membrana permite obtenerla sin sales.

Otra medida será habilitar una planta embolsadora de OSE para sachet de agua, que se tomará de zonas o de usinas potabilizadoras.

Delgado, único orador de la conferencia de prensa, aprovechó para enumerar medidas tomadas para la población más vulnerable al aumento de sodio y cloruros. Nombró que los CAIF y los centros del INAU “están consumiendo agua embotellada”, lo mismo que en residenciales y hospitales. Y recordó la transferencia del Ministerio de Desarrollo Social para que algunos usuarios accedan a dos litros de agua mineral por día.

Ayer, agregó, también se coordinó un convenio entre OSE y el Congreso de Intendentes para “agilitar” las reparaciones y evitar más pérdidas de agua. Delgado pidió la “colaboración” de la población para un “uso responsable, comprometido y solidario” del agua. También pidió a la población no “sobreestockearse” (sic) de agua embotellada, aseguró que se están “monitoreando” los precios, y que quedó “operativa la posible importación de agua si fuera necesario”, sin impuestos. Esta medida es similar a lo planteado el lunes por la intendenta capitalina Carolina Cosse.

Ante la consulta de por qué no pudo preverse este escenario, teniendo en cuenta que la sequía lleva más de tres años, Delgado respondió que el gobierno “previó situaciones” y advirtió que en ocasiones “es imposible de medir” las lluvias.

El jerarca agregó que trabajan con modelos de Inumet y de otros organismos, pero que se vive una sequía “extraordinaria”, que “no era previsible para muchos de los actores que miden niveles hídricos”. E insistió que “desde que se llevan registros no había tal déficit hídrico”.

Delgado dijo que se tomaron una serie de medidas que se enumerarán en la interpelación de hoy. Estos pasos se tomaron “a lo largo de este año”, y a pesar de la sequía, permitieron llegar “a esta situación de no tener un corte de agua y no tener agua no apta para consumo humano”.

Por último, remarcó que el gobierno está trabajando para que “esta situación no se dé nunca más en el Uruguay”. Y luego lanzó, aludiendo a los gobiernos del Frente Amplio: “¿Se podría haber hecho hace cinco, 10 o 15 años? Sí, pero no se hizo.