POLÉMICA POR AUDIOS
El dirigente blanco presentó renuncia a su candidatura al Senado y a su condición de integrante del Partido Nacional para “no afectar el resultado electoral” a raíz del escándalo desatado por los audios.
Mientras el candidato blanco, Luis Lacalle Pou daba un discurso ante un nutrido número de seguidores en la ciudad de Maldonado, el intendente de Colonia, Carlos Moreira, presentaba renuncia a su candidatura al Senado y a su condición de integrante del Partido Nacional para “no afectar el resultado electoral”, a raíz del escándalo desatado tras que se divulgasen audios en los que el dirigente blanco parece pedir favores sexuales a una mujer para renovar una pasantía en la comuna coloniense.
En su carta de renuncia, a la que accedió El País, Moreira sostiene que la divulgación de los audios tiene la “intención evidente de perjudicarme a mí y a mi Partido”.
Moreira sostiene que la escasez de tiempo antes de la elecciones del próximo domingo “me pone en la difícil situación de tener que optar entre defender mi honor o permitir que se afecte el resultado electoral y el destino de la Patria”.
El intendente de Colonia, cargo que mantiene independientemente de su renuncia al Partido Nacional dice en otro pasaje de la misiva que “ha tomado estado público una grabación que me incrimina y que pretende arrojar sombra sobre mi conducta, con la intención evidente de perjudicarme a mí y al Partido al que he servido durante toda mi vida”, y más adelante lamenta “enterarse por la prensa, que el Comité de Ética se ha pronunciado” sin otorgarle el derecho de defensa, “y sin poder indagar a quien habría grabado y adulterado los audios publicados”.
En otro pasaje de la carta, Moreira recuerda que la Fiscalía tomó cartas en el asunto, por lo que confía “en que pronto quedará demostrada mi inocencia y la responsabilidad de quienes están detrás de la maniobra”.
“No obstante, con la mayor convicción rechazo cualquier responsabilidad que se me quiera imputar, siendo la causa de esta renuncia, únicamente, impedir que este hecho afecte el resultado electoral”, dijo.
La renuncia de Moreira se produjo mientras los miembros del directorio del Partido Nacional consideraban aprobar el dictamen del Comité de Ética que sugirió la “censura” del dirigente blanco.
Ese órgano se reunió ayer de mañana para analizar el caso y dar su visión al directorio. Allí se resolvió sugerir la censura que, en buen romance, implica la pena máxima con la pérdida de todos los derechos partidarios y por tanto la expulsión de Moreira del Partido.
Fuentes blancas dijeron a El País que Moreira fue recibido por la Comisión Ética para efectuar los descargos. Allí “reconoció la autoría de la primera conversación, pero manifestó no recordar la última”. Además dijo que “las conversaciones datan de varios meses atrás y que las mantuvo con alguien con quien él había tenido una relación sentimental”. Declaró además que “el pedido de extensión de pasantía solicitado por la mujer no se verificó”, informaron las fuentes. No obstante el propio Moreira da otra versión en su carta de renuncia.
La Comisión entendió “inaceptable” la sugerencia de Moreira “de considerar la modificación de una resolución administrativa ya tomada de no renovar más pasantías, por una vía distinta de la debida”. Además la Comisión entendió que “dicha conducta, más allá de su consumación o no, afecta el buen nombre y prestigio de la institución a que pertenece el Intendente”, según consta en el documento entregado al directorio lo que deriva en el acuerdo por unanimidad que debe aplicarse la censura a Moreira.
Este viernes se difundieron una serie de audios en los que se escucha al jefe comunal pedir sexo a cambio de la renovación de una pasantía. En uno de los audios la mujer solicita a Moreira que se renueve una pasantía. Si bien en un principio Moreira se niega a hacerlo, termina afirmando: “Salvo que me vengas a convencer a mí, personalmente”. En un segundo audio el intendente explicita su intención de tener relaciones sexuales con la edila, que además había sido su pareja.
Moreira dio una conferencia de prensa ayer en la que aseguró que “no hay abuso de poder en absoluto porque no se dio nada a cambio” y agregó que en el audio divulgado está “hablando jocosamente” con su interlocutora “habida cuenta de esa relación sentimental”.
Consultado acerca de si renunciará a su cargo de intendente, Moreira respondió: “No, ¿por qué voy a renunciar?”. “Renunciar a la intendencia ni que hablar”, añadió.
El intendente de Colonia también se mostró dolido con el senador Jorge Larrañaga quien lo desvinculó del sector Alianza Nacional: “He sido el hombre más leal a él en momentos en que su grupo amenazó con desintegrarse”.
La fórmula del Partido Nacional, a nueve días de la elección, vivió los dos actos más grandes en lo que va de la campaña electoral: el de Rocha y el de Maldonado
En el momento que los blancos debieron enfrentar el golpe más duro de la campaña, con el episodio de Carlos Moreira, el candidato Luis Lacalle Pou apeló a la efervescencia de su militancia para sortear el obstáculo y evitar amplificar el impacto anímico en la dirigencia.
La noche del viernes el candidato blanco volvió a su casa desde Cerro Largo. Conversó con su esposa, Lorena Ponce de León, y su esposa le dijo que era importante que al acto en Maldonado fuesen sus hijos.
Ella, junto a Violeta, Luis Alberto y Manuel, se pintaron la cara de blanco u celeste y llegaron hasta Maldonado.
En pleno acto el candidato le pidió que pasen adelante y les agradeció su apoyo.
“Ayer en ese ratito que tuvimos con Loli ella me dijo: “Vamos a decirles que vayan a Maldonado. Es importante que vivan esto momentos también”, dijo Lacalle Pou visiblemente emocionado con la voz entrecortada.
El líder blanco bromeó con sus hijos, y uno de sus sobrinos. “Ellos me están odiando en este momento”, contando la vergüenza que les da cuando él les pone de protagonista.
Lacalle Pou apeló al apoyo familiar y se comprometió a trabajar por el país para que si le toca ser presidente que sus hijos sientan orgullos de su padre.