DISCIPLINA

“Incluimos en el proyecto las modificaciones más sustantivas, urgentes -¡urgentes!- e imprescindibles”, dijo el ministro de Defensa, Javier García, ayer ante la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda del Senado.

“Planteamos todo un capítulo referido a los aspectos disciplinarios porque (…) la verdad es que ha habido algunas circunstancias que nos han preocupado mucho. Quiero darles dos ejemplos, para graficar lo que digo, que se desprenden de la vida real”, empezó el jerarca, y luego pasó a relatar estos episodios.

Uno de ellos sucedió en 2019, en la base de Santa Bernardina, en Durazno, “donde dos efectivos violaron a una muchacha”. Estos fueron procesados por la Justicia con celeridad, pero recién hace un mes se los pudo expulsar de la Fuerza Aérea.

“¡Hace un mes! ¿Es comprensible que alguien que comete un delito gravísimo pueda ingresar a las Fuerzas Armadas? ¿Qué pasó? En circunstancias disciplinarias como las que estamos proponiendo hubieran sido expulsados inmediatamente”, advirtió García.

El otro episodio que contó el ministro ocurrió en la Base Aeronaval Capitán Curbelo, en Maldonado, donde militares que estaban allí robaron combustible. “¡Fue procesado por robo de combustible! Pudimos darlo de baja, también, hace unas semanas, por las mismas circunstancias. ¿Es comprensible que quien roba o quien viola integre las Fuerzas Armadas? Hay que expulsarlos inmediatamente, porque va en juego la institucionalidad. Por eso incluimos todo lo que significan aspectos importantes de la reforma disciplinaria”, advirtió el jerarca.

García recordó que un artículo para modificar esto fue “sacado en la Cámara de Representantes” cuando se discutió allí la ley de Presupuesto, y dijo que volverá a “intentar sacarlo”, esta vez en el Senado. “La tozudez republicana me lleva a plantearlo de vuelta”, advirtió.

Y agregó el secretario de Estado: “Pido a los señores senadores que nos comprendan; no podemos no contar con un instrumento institucional que nos permita quitar el estado militar a quien comete un delito grave. Hoy, ¡hoy!, si sucediera que un integrante de las Fuerzas Armadas comete un delito grave, gravísimo -pongan el ejemplo que quieran-, mata a alguien -el más grave de todos- va a seguir siendo militar de por vida”.