Desde Buenos Aires - El País en Argentina
Hoy, en Buenos Aires, comienza una nueva etapa”. Así abrió ayerel expresidente Mauricio Macri la primera edición ampliada del foro Libertad y Democracia, acompañado por dirigentes de primer nivel de todo el continente. Entre ellos, los expresidentes Sebastián Piñera de Chile, Iván Duque de Colombia, Jorge Quiroga de Bolivia y Felipe Calderón de México. Además había aspirantes a la presidencia como las candidatas Patricia Bullrich, Xóchitl Gálvez de México, o Álvaro Delgado de Uruguay, y figuras como el senador Sergio Moro de Brasil, o el exiliado Félix Maradiaga de Nicaragua.
“Qué honor recibir a tantos líderes políticos, líderes empresarios, intelectuales, que nos visitan. Este polo fue constituido para defender nuestras ideas y nuestros valores con dos pilares fundamentales, la libertad y la democracia, en un momento del mundo de creciente inestabilidad política”, sostuvo Macri al inicio del encuentro, frente a más de 200 personas presentes en el salón principal del espectacular palacio de la Legislatura de Buenos Aires.
El expresidente chileno Sebastián Piñera alertó que la democracia en la región está en “grave riesgo” y que el Grupo de Puebla, es un “eficaz enemigo”. “No es solo por las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua. También se ha debilitado sustancialmente la democracia en muchos países de nuestro continente, como es el caso, por ejemplo, de Bolivia, Ecuador, México, Perú e, incluso, Colombia”, dijo Piñera
Iván Duque, por su parte, dijo que “la democracia está amenazada por quienes se dicen progresistas, pero en verdad son pobrecistas, que buscan dividir a nuestras sociedades para perpetuarse en el poder”. El colombiano fue explícito en cuanto a las intenciones de este nuevo bloque: “vamos a enfrentar al Grupo de Puebla, al Foro de San Pablo, que tienen un vínculo incestuoso con el narcotráfico”. Guillermo Lasso de Ecuador, Vicente Fox de México y hasta Mariano Rajoy de España, hablaron en este primer día del foro, que se constituye como una alianza de dirigentes liberales y de centro derecha, que busca enfrentar la narrativa y el avance de sectores populistas y socialistas.
El encuentro tuvo debates sobre temas como “narcopopulismo”, “cómo combatir el populismo cultural y fortalecer una narrativa de la libertad”, “el antipunitivismo y la seguridad ciudadana”, y hasta sobre inteligencia artificial.
Uno de los puntos altos fue el discurso de la candidata argentina Patricia Bullrich, que enfrentará unas elecciones complejas contra el libertario Javier Milei y el oficialista Sergio Massa. Una Bullrich algo afectada en su voz, dijo que su país enfrenta la “batalla final, un desembarco de Normandía, para terminar con un núcleo mafioso enquistado en el poder”.
A su turno, el expresidente mexicano Vicente Fox, denunció el impacto del narcotráfico en la política, alertando que esa industria ilegal es la tercera empleadora en su país. “Hay que sacar la casta y tener el orgullo de ser demócratas y liberales, afirmó Fox.
En un evento muy marcado por una visión bipolar de la política regional, tal vez el punto más diferente estuvo en el discurso de Álvaro Delgado, quien dijo no creer en “la grieta”, y señaló que en Uruguay ese fenómeno no ha ocurrido. “En Uruguay hay discursos duros y radicales, pero no hay condiciones para que ocurra lo que vemos en otros lados”.
“En nuestro país hay partidos muy viejos, de los más antiguos del mundo, hay una institucionalidad fuerte, y es un cortafuegos contra el populismo”, agregó. Según Delgado, esta institucionalidad se ha respetado con todos los gobiernos, incluso los de izquierda. “Claro que ha habido matices, y gente que ha propuesto medidas populistas. Pero la institucionalidad impidió que crezcan”.
“En Uruguay todos hablan con todos, hay debates duros, pero se sigue siendo suave con las personas”, afirmó el jerarca, parafraseando a Lacalle Pou.
Delgado destacó que en Uruguay no se usó la pandemia para subir impuestos, sino que se bajaron. Y que la libertad ha sido el gran antídoto contra el populismo. Llamó a ser eficientes en las políticas públicas y a trabajar en “el relato”. “No estamos dispuestos a regalarle a la izquierda las banderas de la justicia social”, dijo, y reivindicó lo que llamó un “liberalismo solidario con las necesidades de la gente”. Alertó que “en las próximas elecciones Uruguay se juega si avanza o retrocede”, y que el país “está en una encrucijada, porque el actual gobierno enfrentará a un Frente Amplio mucho más radicalizado”. Y concluyó que “pese a que enfrentamos todo tipo de crisis, desde la pandemia, hasta dos sequías, una guerra en Europa y el grave problema actual con el tipo de cambio, nuestro gobierno cumplió con todo lo que prometió que iba a hacer”.