Lema apuntó contra el ministro de Ambiente y pidió rigurosidad en materia ambiental con obra de Casupá

El senador blanco elevó un pedido de informes al Ministerio de Ambiente para saber cuántas hectáreas de monte nativo serían afectadas por la eventual construcción de una represa en el arroyo Casupá.

Martin Lema
Martin Lema, senador de Partido Nacional, en su despacho del Anexo del Palacio Legislativo.
Foto: Ignacio Sánchez

Redacción El País
El senador blanco Martín Lema elevó un pedido de informes al Ministerio de Ambiente para saber cuántas hectáreas de monte nativo serían afectadas por la eventual construcción de una represa en el arroyo Casupá. También busca saber cuántas hectáreas , excluyendo las de monte nativo, se verán afectadas. Y consultó, además, cuántas expropiaciones se harán para construir la represa y la nueva planta potabilizadora de Aguas Corrientes.

Lema hizo el pedido luego de que el ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, dijera que en el marco del proyecto de hidrógeno verde de un grupo privado en Paysandú “no es admisible la tala de 100 hectáreas de monte nativo”.

Lema criticó declaraciones de Ortuño en Radio Universal en las que dijo: “Una cosa es un impacto ambiental de un proyecto industrial privado que puede ubicarse en una u otra ubicación y por lo tanto puede tener impactos que consideramos inadmisible si se pueden evitar... y otra cosa es una obra de este tipo (Casupá), de interés nacional, gestionada por el sector público, de una represa que tiene por tanto la ubicación que los estudios técnicos entienden (...) y que no puede correrse”

Edgardo Ortuño asumió como ministro de Ambiente
Edgardo Ortuño asumió como ministro de Ambiente.
Foto: Leonardo Mainé.

Reconoció que "a simple vista sus palabras podrían parecer razonables”. “Sin embargo, es precisamente en su aparente sensatez donde radica el problema porque encubren con retórica cuasi técnica una peligrosa relativización del cumplimiento normativo, una distorsión del marco legal vigente, y una visión funcionalista del interés general que habilita al propio Estado a violentar principios que, paradójicamente, él como ministro de Ambiente está llamado a defender”, sostuvo. “El ambiente no distingue entre gestores privados o estatales, ni el daño es menor si encuentra amparado en una lógica de interés general”, agregó.

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