En la calle Arocena, Carrasco, el expresidenciable Álvaro Delgado repartía listas con el rostro del candidato a intendente de Montevideo, Martín Lema, y los postulantes a ediles, y otra, más chica, con la cara del candidato a alcalde Ignacio Ubilla, impulsado por el sector Aire Fresco. A tan solo unos metros, el senador Sebastián Da Silva -que estuvo parado allí entre las ocho de la mañana y las tres de la tarde- hacía lo propio, pero en la lista más pequeña que repartía entre los autos no aparecía Ubilla sino Mercedes Ruiz, la candidata al Municipio E -que además de Carrasco incluye los barrios costeros de Malvín y Punta Gorda- quien contaba con el respaldo de Alianza País y otras fuerzas políticas de la Coalición Republicana, como la agrupación Vamos Uruguay del Partido Colorado.
El duelo tuvo un trasfondo que implicó algunas rispideces no menores en el tramo final de la campaña, y que, al decir de Da Silva (ver aparte), cristalizó la interna que atraviesa el Partido Nacional, hoy dividido en dos sectores que en los próximos días pujarán por la conducción de los nacionalistas.
Es que la batalla por los municipios puede parecer de segundo orden, porque los titulares y la atención de los principales dirigentes políticos se lo llevan la competencia por las intendencias. Pero es intensa para los que la protagonizan, y dan una importante muestra de la organización de las estructuras políticas que lo disputan, y del equilibrio de fuerzas entre bloques y dentro de ellos.
El duelo entre la lista 40 -el corazón de Alianza País- y la 404 -la lista insignia de Aire Fresco- lo ganó la primera, porque al cierre de esta nota la distancia a favor de Ruiz era insalvable -más de 1500 votos de diferencia con casi el 60% de votos escrutados-, y así los festejaron los referentes y la propia involucrada: “Ser reelecta como alcaldesa del Municipio E es un honor enorme y una responsabilidad que asumo con más fuerza que nunca”, escribió la dirigente en su cuenta de X, en donde agradeció a la militancia.
Mapa de la capital
El Frente Amplio había llegado a esta elección con cinco municipios en su poder, y con el firme objetivo de recuperar el F -que abarca el noreste de Montevideo, y barrios como Manga, Maroñas y Jardines del Hipódromo, entre varios otros- que en 2020 había perdido en manos del Partido Nacional pero por un problema estratégico-logístico del que eran conscientes los propios blancos: una gran cantidad de votantes de la izquierda no ensobraron la lista para el municipio, puesto que en votos a intendente, como en el resto del departamento, había ganado el Frente Amplio. La puja terminó siendo cabeza a cabeza hasta casi el final: cuando el escrutinio primario había llegado al 77%, la diferencia a favor de la izquierda con respecto a la Coalición Republicana era de 678 votos. Es una pelea cuyo final hasta último momento estuvo “abierto” para los blancos, conformes de todas maneras con una votación “histórica” para el Partido Nacional, representado por el alcalde herrerista Juan Pedro López. Si la tendencia se confirma y se impone la izquierda, la candidata que accederá al Municipio F es Matilde Palermo.
En el CH, municipio también costero que reúne los barrios de Parque Batlle, Pocitos y Punta Carretas, se confirmó la reelección de la alcaldesa Matilde Antía, que al igual que su correligionaria Ruiz celebró su victoria en las redes sociales, en donde prometió gestionar “para todos, más allá de lo que hayan votado”. Con casi el 90% de los votos escrutados, la Coalición Republicana obtuvo en esta zona el apoyo de 37.583 montevideanos -que dieron como ganadora a una dirigente de la lista 40-, contra los 17.877 que optaron por las opciones frenteamplistas.
En el resto de los municipios -los otros cinco-, de acuerdo al conteo primario de la Corte Electoral con más del 80% de las urnas analizadas, la izquierda confirmó su continuidad.
En el A -el suroeste de la capital- los candidatos frenteamplistas recibieron el apoyo de más de 25 mil ciudadanos -quienes determinaron la victoria del alcalde Juan Plachot-, contra los poco más de 9.600 que eligieron las opciones de la Coalición Republicana.
La batalla en el Municipio B fue también bastante reñida, ya que al cierre de esta nota la diferencia que la izquierda le sacó a la Coalición fue de poco más de 2 mil votos, pero suficientes como para que la edila Patricia Soria se considere alcaldesa.
En el Municipio C la izquierda logró el apoyo de poco más de 20 mil montevideanos -a falta del escrutinio del 10% de las urnas-, con lo que el alcalde aquí será Damián Salvetto.
En el D -norte de Montevideo- el Frente Amplio se impuso a la Coalición por unos 2.500 votos y el alcalde ganador es Gabriel Velazco.
Y en el G, noroeste, la victoria de la izquierda fue por más de 6 mil adhesiones, y la alcaldesa será Leticia Torres.
La intensa batalla por el municipio costero
A nivel departamental no existieron fisuras entre los dirigentes del Partido Nacional en Montevideo: toda la fuerza política, sin mayor discusión, decidió abroquelarse bajo la figura de Martín Lema, quien terminó siendo el candidato más votado de la Coalición Republicana. Pero en el plano de los municipios la interna de esta fuerza política, hoy dividida entre Aire Fresco y Alianza País, tuvo su expresión, fundamentalmente en el Municipio E, donde se vivió un intenso duelo entre los candidatos Mercedes Ruiz -apoyada por la lista 40- e Ignacio Ubilla -la figura de la lista 404.
“La pasión blanca y las rivalidades nacionalistas se trasladó a este municipio”, reconoció en diálogo con El País el senador Sebastián Da Silva.
La batalla quedó al descubierto el 29 de abril, cuando el Comité Ejecutivo Departamental del Partido Colorado exhortó a la candidata a intendenta Virginia Cáceres a que se abstuviera de realizar actos en conjunto con candidatos del Partido Nacional a alcaldías, luego de que la colorada participara de un acto junto con Ruiz.
El senador Álvaro Delgado se metió en la polémica. En un acto del otro competidor, Ubilla, reclamó sin poner nombres que cada uno debería concentrarse en “su trillo”. Dijo también que si bien “la coalición se compone de varios partidos”, era mejor que cada uno tratara “de congregar a los votantes de sus partidos en primera instancia”.
Y esto llevó a una respuesta de Da Silva en su cuenta de X: “En el municipio E tenemos absoluta coincidencia con Pedro Bordaberry de cómo mejorar dos o tres realidades antagónicas en esa zona. Por eso votamos junto a Ruiz con la mayoría del Partido Nacional en Montevideo y el Partido Independiente. Nuestro trillo es que gane la coalición la mayoría de alcaldías”.
La división, no obstante, no se reflejó en otros municipios. En el A los blancos fueron con un solo candidato (Pablo Caldarelli); en el F se optó por tres candidatos: Juan Pedro López (de la 71), Patricia Cursio (de Aire Fresco) y Diego Núñez (de la Lisa 5 con el apoyo de Espacio 40).