Gobierno monitorea "escalada" de tensión en el Caribe; Cancillería confía en que Trump está "negociando"

El presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, dijo que "el Uruguay entero debería rechazar" la amenaza de Estados Unidos a Venezuela, y que debería conformarse una postura en bloque de "todos los países de América Latina" para rechazar una desbocada "violencia imperial".

Nicolas Maduro
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en su programa semanal de televisión 'Con Maduro +', en Caracas.
Foto: EFE

Los mensajes que va acumulando Donald Trump sobre sus intenciones respecto a la Venezuela y al futuro de Nicolás Maduro tiene sumidos en estas horas en un intenso estado de perplejidad a los países de Sudamérica, y particularmente a mandatarios y dirigentes de bloques progresistas, que temen una intromisión norteamericana como no ocurría desde 1989, cuando Estados Unidos invadió Panamá y derrocó al entonces dictador Manuel Noriega.

Este hecho, en efecto, lo tienen presente en la Torre Ejecutiva, pero como un lejano antecedente de intervención militar norteamericana —con un objetivo político y económico— y como una práctica que, dada su sensibilidad y las consecuencias electorales internas —Estados Unidos ha ido incorporando, con el fuerte impulso inmigratorio de los últimos años, una cantidad relevante de población latina—, ha caído en desuso.

Pero no solo por esto creen en el gobierno de Yamandú Orsi que las amenazas que ha estado profiriendo Trump —incluso las más gráficas, como el anuncio de este martes de que "muy pronto" sus tropas comenzarán a "atacar en tierra" venezolana para eliminar a "los malos"— no pasarán a la acción. Sino porque, también, se entiende que el líder republicano ha dado muestras de llevar adelante una estrategia negociadora "no tradicional", y que en los 11 meses que lleva en la Casa Blanca en este segundo mandato ha dado muestras de obtener "resultados" a la hora de intervenir en conflictos más que complejos, dijo a El País una fuente de la Cancillería.

Por ejemplo, tienen presente en el Palacio Santos, el estadounidense logró la paz en la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamás, y ha logrado avances sustanciales en su intervención como mediador en el conflicto entre Rusia y Ucrania, al punto tal que "desplazó a Europa" como actor clave en las conversaciones con Vladimir Putin.

Pero en el medio ocurren episodios casi groseros, como cuando denostó y desautorizó en vivo a Volodímir Zelenski en el recordado episodio del 28 de febrero pasado en la Oficina Oval de la Casa Blanca.

"Las negociaciones, al fin de cuentas, se miden por los resultados", concluyen en el Ministerio de Relaciones Exteriores, en donde, por el momento, no tienen planificado pronunciarse sobre una escalada que también preocupa en filas del Frente Amplio, algunos de cuyos sectores —como el Partido Comunista y el Partido por la Victoria del Pueblo— se pronunciaron recientemente.

"Por el momento, no vamos a hacer nada", señalaron allegados al ministro Lubetkin.

A nivel político han habido consultas e intercambios al respecto entre la bancada frenteamplista y el Poder Ejecutivo, y en respuesta el gobierno se ha remitido a declaraciones puntuales que ha hecho el canciller en diálogo con la prensa extranjera en estos días.

En una de esas notas, en entrevista con la cadena venezolana Telesur Tv, Lubetkin señaló el pasado 28 de noviembre que "no puede haber guerra en la región", que América Latina y el Caribe es necesariamente "un escenario de paz y desnuclearizada" y que de haber un desenlace militar de parte de Washington se constituiría un "drama".

"La posición de Uruguay —dijo Lubetkin en otra declaración que recogió la Agencia Venezolana de Noticias— es bajar las tensiones en el Caribe urgentemente; es que no puede haber guerra en la región, es que hay que mantener a esta América Latina y caribeña en escenario de paz y desnuclearizada".

La postura del FA y la "preocupación" en la bancada

El conflicto —que atañe a la suerte de Venezuela, un tema por demás incómodo en el Frente Amplio— es objeto de conversación entre los legisladores de la coalición de izquierda, especialmente en aquellos que integran las comisiones parlamentarias sobre política exterior, pero no solamente.

El presidente del partido de gobierno, Fernando Pereira, aseguró que la "preocupación" es compartida en filas de la izquierda, y que se han comunicado con él varios dirigentes para abordar un problema que, a su entender, "el Uruguay entero debería rechazar", así como generar una postura en bloque de "todos los países de América Latina" para rechazar una desbocada "violencia imperial" del presidente republicano (ver recuadro).

El senador Eduardo Brenta, integrante de la comisión de Asuntos Internacionales, dijo mientras tanto que la bancada está siguiendo con la natural "atención" el desarrollo de los acontecimientos, pero que no hay en vista, al menos en principio, ningún pronunciamiento en concreto. En gran parte debido a la "escasez de información" fidedigna sobre lo que realmente está ocurriendo en el Caribe. "Se está hablando de muchas cosas a la vez; la idea es esperar un poco", se limitó a afirmar el dirigente de la Vertiente Artiguista.

Desde el Movimiento de Participación Popular (MPP) indicaron a su vez que lo que resume por estas horas la postura política de la bancada oficialista está contenida en la declaración de la EuroLat —la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana—, un espacio que reúne a parlamentarios de América Latina y el Caribe, de todos los partidos políticos. El senador Daniel Caggiani, coordinador de la bancada de senadores oficialistas, asistió a Bruselas esta semana como parte de la delegación del Parlasur para participar de la Asamblea EuroLat, y compartió en su cuenta de X algunos de los puntos clave de la declaración consensuada, lo que incluye la reafirmación del "compromiso de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, basada en el respeto al Derecho Internacional y la resolución pacífica de controversias, sin importar diferencias políticas o ideológicas".

El último pronunciamiento de la Mesa Política del Frente Amplio, del 10 de noviembre pasado, denunció la "campaña de amenazas y hostigamientos contra la República Bolivariana de Venezuela" por parte de Estados Unidos, además de la "movilización de más de 10.000 militares estadounidenses en el Caribe", y ratificó el "carácter antiimperialista" de esta fuerza política.

Rechazo

"Esto es grave en cualquier parte del mundo: Trump se ha colocado como presidente de América Latina", dijo Pereira

Fernando Pereira dijo a El País que por el momento no está planificado un nuevo pronunciamiento de la Mesa Política, pero que la “preocupación” existe en el Frente Amplio, empezando por él mismo.

“Trump está en un nivel de violencia política, de violencia imperial única. Colocó una flota de guerra en Venezuela y lleva 60 muertes extrajudiciales”, criticó el presidente de los frenteamplistas. “Esto es grave en cualquier parte del mundo. Hay una amenaza permanente, y América Latina ha sido un lugar de paz en las últimas décadas”, agregó Pereira, que también cuestionó el “intervencionismo” norteamericano en las elecciones en Honduras y Argentina, y su presión arancelaria a Brasil en defensa del condenado Jair Bolsonaro. “Independientemente de la postura filosófica que se tenga, el Uruguay entero debería rechazar actitudes de este tipo”, cuestionó.

Una intervención militar es siempre "terrible para cualquier país", agregó Pereira, que precisó que tiene "una opinión muy negativa" sobre Maduro y las elecciones de julio pasado, deslegitimadas por todos los actores relevantes de Occidente. Sin embargo, el tema de fondo, concluyó es que "Trump se ha colocado como presidente de América Latina, y es el presidente de los Estados Unidos".

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