“Fui estafado y hubo mala fe del Estado uruguayo”, aseguró Mario Cardama, dueño del astillero español a El País

El titular del astillero reconoce que el aval de Eurocommerce no es garante, pero dice que él también fue engañado.

En diálogo con El País, Cardama defiende que está cumpliendo con el contrato porque el barco está siendo construido y cuestiona el accionar del gobierno uruguayo al no haberle notificado de alguna forma que había un incumplimento o irregularidad con la garantía.

-¿Cómo ha avanzado la situación de la garantía luego de que el gobierno uruguayo denunciara incumplimientos? El viernes dijo que estaba trabajando con tres empresas financieras.

-Está avanzando. No es tan sencillo, porque no es de un día para el otro. Hay que encontrar la empresa, decirle qué queremos y que ellos internamente aprueben brindar el aval. Y que las condiciones sean accesibles y lógicas.

-¿Con Eurocommerce tuvo algún contacto?

-Le escribí exigiéndole que me dé una explicación de por qué no me avisó sobre el cambio de dirección, ni que estaba cerrada o en liquidación.

-¿Tuvo alguna respuesta?

-Hasta este momento no la he tenido.

-¿Y con el gobierno pudo contactarse?

-No. La ministra (Sandra Lazo) no nos contesta los mails. Nunca nos contestó de los 50, 60 o 100 mails que le hemos enviado. Originalmente la comunicación era con la Armada, pero la ministra nos envió un correo para decirnos que era solo con ella. Desde que todos los correos van a ella nos contestó dos o tres nada más. Fue por abril o mayo.

-¿Cómo fue el proceso de las garantías?

-Originalmente presentamos dos garantías. Una de US$ 4 millones, que es la de fiel cumplimiento y una de US$ 8 millones que es por el anticipo financiero. Para la ley uruguaya no hay obligación en la garantía de los anticipos. Sí para el aval de fiel cumplimiento. En principio, presentamos una garantía de 12 millones, pero los abogados del Ministerio de Defensa dijeron que por la ley uruguaya la garantía de fiel cumplimiento tenía que ser un aval bancario. Nosotros habíamos presentado un seguro de la compañía Redbridge (firma de seguros y reaseguros fundada en el 2010 en Barbados). Al mismo tiempo nos pusimos a gestionar un aval de US$ 5 millones.

-¿Y tardó 11 meses en obtener ese aval?

-Hay un problema que se dice poco. El Banco Mundial tras la guerra de Ucrania (que inició en febrero de 2022) llamó a una serie de bancos y les dijo: ‘Quiero que me firmes un contrato en el que te comprometas a no financiar proyectos con armas en aquellos países en los que el organismo internacional haya dado asistencia o tenga convenios, incluido Uruguay’. Primero fuimos al Santander en Uruguay que es con el que trabajamos en España. Pero por el tipo de proyecto (por las características del barco no se podía asegurar que es una obra civil) el director dijo que no podía dar garantía. Eso incluye a otros bancos como BBVA, Deutsche Bank, todos. Fuimos a otros bancos, como el Exim Bank de Santa Lucía. Nos dijo que daba la garantía, al gobierno uruguayo le valía, pero el banco nos engañó. Cumplimos con todos los requisitos, hasta el recibo de luz de mi casa. Tres meses después, cuando pedimos el aval nos dice que no hace avales para gobiernos. Entonces, a empezar de cero otra vez. Pero de todo esto fue informado el gobierno uruguayo. Ahí empezamos a presentar otras opciones, incluida Abitab.

Foto: Ministerio de Defensa

-Qué le niega el aval. ¿Qué razones le dieron?

-No voy a entrar en las razones. Estaba todo arreglado y el día del consejo de administración cuando se iba a votar ni siquiera estuvo en el orden del día. No se votó.

-¿Hubo presiones?

-No contesto. Seguimos buscando bancos.

-Hubo varias negativas del Ministerio a las opciones presentadas.

-Sí, hasta que por setiembre (de 2024) le presentamos tres bancos europeos y ellos mismos escogieron el Eurocommerce. Emitimos la garantía y hace un año la renovamos.

-¿Y qué pasó en setiembre de este año? ¿Por qué no se renovó a tiempo?

-El gobierno uruguayo manda al embajador uruguayo (Luis Bermúdez) en Reino Unido a ejecutar esa garantía. Va al banco en Londres, en la dirección que consta en el aval. Llega y no hay banco.

-No hay banco y la empresa parece estar disuelta.

-No hay banco, investigan más y la información es que está disuelta. Yo tengo el aval emitido.

-De una empresa que no existe.

-Ahí puede haber una irregularidad. Pero por parte del banco. A mí me está engañando.

Foto: Ignacio Sánchez/El País.

-El gobierno uruguayo dice que puede haber presunto “fraude” o “estafa”. ¿Usted también se siente defraudado o estafado?

-Yo fui estafado. Si yo he estafado al gobierno uruguayo... realmente a mí me han estafado. Me han mentido. Me han dado una garantía que es mentira. Me pongo en contacto con el banco y me dicen que cambiaron de dirección. Tengo una nueva dirección. Le he pedido explicaciones, que me diga que no está en liquidación y que tiene capacidad de pagar el aval. Pero me siento defraudado.

-¿Investigó los antecedentes de Eurocommerce?

-Eso lo hizo el gobierno uruguayo. Yo doy 50 avales por año. No investigo a los bancos. A lo mejor me equivoqué y a partir de ahora tengo que hacerlo.

-¿Con quién tiene o tuvo vínculo de Eurocommerce? ¿Cómo canalizó el pedido de explicaciones?

-Le pido al correo electrónico que me dieron oficialmente desde la empresa. No conozco a nadie del Eurocommerce Bank. No los conozco. He hablado con algún representante, pero no con ellos personalmente. Ni los he visitado.

-La duda que me surge es si el aval se renovó en setiembre, ¿por qué no se presentó la garantía de fiel cumplimiento en el plazo debido, en setiembre?

-Es cierto. Renové el aval, lo recibí, pero por razones que no vienen al caso me olvidé de enviarlo en ese momento. Lo envié más tarde.

Foto: Ignacio Sánchez

-¿Pero hace usted personalmente esa gestión?

-Sí. Efectivamente. Yo envío el correo electrónico a Eurocommerce, pagué la factura de la renovación y me mandaron el aval. Después me olvido de enviarlo al gobierno.

-¿Usted se olvidó, pero no cuenta en la empresa con alguien encargado del área administrativa o de gestión que pudiera haberlo alertado?

-No es un problema de asesoramiento, era de que estaba en mi mano. Yo recibí el aval y yo tendría que haberlo enviado. Evidentemente que la gente tenía copias en su correo, pero la gestión la hice personalmente. Yo reclamé el aval. Me mandan la factura, se la paso a financiero y se paga. Primero recibo el aval por correo y después físicamente por DHL. Me envían el original porque es un tema de gerencia. El problema es que me olvidé (de enviarlo antes del 22 de setiembre). Igual esa ya no es la cuestión, porque ahora dicen que el banco es ilegal.

-¿Usted piensa que al no notificarle que tenía que renovar el aval hubo mala fe del Estado uruguayo?

-Creo que sí.

-¿Por qué?

-Nuestro contrato es para construir un barco. El aval es un tema técnico. Uruguay me paga un dinero por construir un barco. Eso lo estoy cumpliendo. No estoy incumpliendo el contrato. Suponiendo que estoy incumpliendo es un tema técnico paralelo, pero se puede subsanar. El contrato fundamental, que es construir un barco, lo estoy cumpliendo.

-Hay un incumplimiento administrativo.

-Exactamente. Entonces, me llamas por teléfono y si hace falta cambiar se modifica. Igual que conseguí ese aval, puedo conseguir otro de otro banco. Esa oportunidad no me la dieron. Por eso creo que hay mala fe.

Foto: El País.

-¿Por qué la oferta de Cardama para construir dos barcos es inmensamente inferior en costos a las otras propuestas que se habían presentado?

-La empresa china tendrá que explicar por qué sale US$ 200 millones. Nosotros tenemos una forma de presupuestar y fue errónea. Nos hemos equivocado.

-¿En qué sentido?

-Cuando vamos a ofertar un barco calculamos los costos: mano de obra, precio del acero, la obra. Si cuesta US$ 10 millones, se suman gastos generales del 10% (US$ 1 millón), beneficio otro millón. Ese barco lo vendo por US$ 12 millones. Ganó uno y me compensa los gastos generales. Gané dinero. ¿Qué pasa con este caso? Lo que pasó es que tendría que haber ido a internet y buscar en el mercado. Darme cuenta que la misma patrullera que yo iba a cobrar US$ 41 millones se estaba vendiendo en US$ 60 millones. Si hubiera sido listo decía que eran US$ 50 millones y seguía estando US$ 10 millones por debajo del siguiente. Ganaba el contrato igual. En vez de los 82 millones, facturaba 100 millones. El tema es que en el mercado todos están de acuerdo que una patrullera así no puede valer menos de US$ 60 millones. Pero yo la puedo construir por US$ 42 millones.

-También se ha mencionado que Cardama es un astillero sin experiencia en construir este tipo de embarcaciones. ¿Qué responde?

-Muchas veces la ignorancia sobre el sector es complicada. Estas patrullas están clasificadas por la sociedad Lloyd’s Register, la número uno del mundo. Y cobra mucho dinero por clasificar. Sus normas de construcción son más exigentes que las de bandera. Es más exigente que la bandera uruguaya o española. El gobierno uruguayo escogió a Lloyd’s y ellos nos están exigiendo cumplir las normas de seguridad. Por lo que el barco va a cumplir con todas las normas de seguridad. Le guste o no a Cardama o al gobierno uruguayo.

-¿Usted garantiza que Cardama tiene el know how para hacer esta embarcación?

-Los soldadores que están trabajando en el barco son homologados por Lloyd’s. Los procedimientos de soldadura, los motores, los planos también. No yo, Lloyd’s. Son los estándares superiores. Y la construcción está siendo controlada por Lloyd’s.

Foto: Estefanía Leal

-¿Qué porcentaje de construcción del barco está terminada?

-Estimamos que en el primer barco los aceros están al 60%.

-¿Ensamblado?

-Ensamblado. Todo el resto -equipos, electricidad, carpintería, bombas y tuberías- está pedido y con contratos firmados para el 90% del barco. En ese caso de los dos. Del segundo se empieza ahora a trabajar con el acero.

-¿Cuántos empleados tiene al día de hoy la empresa?

-Somos 80 fijos en plantilla. Para el barco en el astillero y alrededores están trabajando unas 500 personas. Cuyo trabajo en este momento está en el aire.

-Ha surgido en las últimas horas información sobre que uno de los socios de la empresa se negó a firmar el balance de 2024.

-Es una anécdota. No es que no lo votara el año pasado. No lo votó nunca. Ese tema a la interna y para los bancos no tiene la más mínima importancia. Es protocolar.

-¿Cómo es la situación económica de la empresa?

-La pandemia nos anuló tres contratos de nueva construcción. Y durante tres años estuvimos solo reparando. Eso implicaba ingresos entre 8 y 12 millones de euros por año. Cuando construiamos la facturación era de entre 20, 30 o 40 millones.

-El viernes el Estado uruguayo presentó una denuncia. En caso de que esto prosiga y el contrato caiga, ¿cuáles son sus pasos a seguir? ¿ha pensado en acciones a tomar?

Defenderme.