A dos años de divulgadas sus conversaciones con Carolina Ache, y de presentar su renuncia, el exministro de Relaciones Exteriores se defiende y da su versión de los hechos que terminaron con la salida también de otros cuatro jerarcas de primera línea del gobierno de Luis Lacalle Pou: Guillermo Maciel, Luis Alberto Heber, Roberto Lafluf y Ache, que fue la primera en dejar el cargo de vicecanciller en diciembre de 2022.
El diplomático apunta que la principal responsabilidad en el caso del pasaporte de Marset fue de la exsubsecretaria quien, según él, escondió información trascendente.
-¿Cuál es hoy la situación en Cancillería en relación con su caso? A usted y a Carlos Mata, exjefe de Jurídica, se les inició un sumario. ¿En qué etapa está ese proceso?
-Me enteré por la prensa del inicio de la investigación administrativa que después dispuso un sumario. Estuve una sola vez con la instructora. Sigo sin saber cuál es la razón. No tiene mucho pie ni cabeza.
-¿Por qué?
-No queda claro lo que se está investigando. Uno deduce que se intenta indagar si esos famosos whatsapps (chats protocolizados entre Carolina Ache y Guillermo Maciel sobre Sebastián Marset de setiembre de 2021) que habrían llegado a Presidencia integraban un expediente. Por otro lado, saber quién dio la orden. Quiero aclarar dos cosas. No me consta que fueran parte de un expediente y los funcionarios que fueron interrogados dieron cuenta de lo mismo. Respecto a la instrucción, Mata dijo que había sido yo, pero no lo recuerdo.
-Mata declaró que usted dio la orden de entregar el sobre en Torre Ejecutiva.
-Lo que dice es que le dije que lo lleve a Presidencia antes de las 13. Yo no vi qué contenía ese sobre. La única vez que lo vi fue cuando Ache me lo quiso entregar el día antes. Le dije que yo no era ni arte ni parte y que se lo llevara a quien se lo pidió: Jurídica. Di por bueno que lo hizo. Hasta ahí la actuación de Cancillería. Al día siguiente se da la reunión en Presidencia de la que participaron Maciel, Ache como ministra interina (Bustillo viajó por la tarde a Nueva Zelanda) y Roberto Lafluf. Eso es lo que sabemos. Con respecto a la orden, Mata dice que fui yo. Que lo llamaron del sexto piso, del despacho del ministro. No tengo recuerdo alguno de eso. Mi preocupación y mi cabeza estaban en el viaje.
-Pero lo que se está discutiendo es si hubo una orden o no de llevar el sobre a Torre Ejecutiva.
-¿Es ilegal o hay alguna irregularidad administrativa en enviar eventualmente un sobre, llámese documento o whatsapp, a Presidencia? Es el jerarca máximo de la administración. No hay ninguna irregularidad ni ilegalidad. Están dando vueltas alrededor de la noria y no es lo importante. Lo relevante es si pasó lo que dicen que pasó en Presidencia.
-¿Cree que se destruyó un documento público?
-No sé si era un documento público. No lo vi. Tampoco me consta que fuera parte de un expediente. Lo único que vi fue un sobre cuando me lo trajo Ache.
-En la entrevista que concedió en Azul FM afirmó que Ache “ocultó la relación entre ella y Alejandro Balbi -abogado de Marset- antes de la entrega del pasaporte” y que “fingió demencia”. ¿Cuándo se enteró de la reunión entre Ache y Balbi?
-La tramitación del pasaporte de Marset se da entre setiembre (cuando se da la advertencia de Maciel a Ache) y fines de noviembre de 2021. Yo en ese momento no tenía la más mínima idea de lo que había sucedido. Era un trámite exclusivamente administrativo a nivel consular. En marzo de 2022, Búsqueda informa que se le había dado un pasaporte a un narcotraficante uruguayo. Lo miramos con mi jefe de prensa (Horacio Abadie), pero no le dimos mayor trascendencia. Al día siguiente me llama el ministro del Interior, Luis Alberto Heber. Hubo una reunión en Cancillería. Estuvimos trabajando los dos equipos para ver qué había pasado. Y la verdad que todos los funcionarios de Cancillería habían actuado espléndidamente bien.
-¿Qué pasó entre marzo y la interpelación del 22 de agosto de 2022?
-Todo el año el Frente Amplio (FA) intentó agitar que se le había dado un pasaporte a un narco uruguayo porque venían con el problema de Morabito y querían equiparar. Siguen batiendo el bombo hasta que Gabriel Pereyra saca un tuit informando que una alta autoridad uruguaya se entrevistó durante la tramitación del pasaporte con el abogado de Marset, Alejandro Balbi. Esa tarde Ache le dice al director de Comunicación que había sido ella la “alta autoridad”. ¡Sorpresa absoluta! El trámite había arrancado un año antes, la noticia era de hace meses y Ache, que no había dicho nunca nada, dice que la alta autoridad era ella.
-¿Eso fue unos días antes de la interpelación?
-El 10 de agosto. Eso precipita la interpelación del FA. Hasta ese momento, más allá de haberse encontrado con Balbi, Ache no había dado cuenta de ninguna otra cosa.
-Posteriormente, ¿es en esa reunión en la Casa del Prado, ocurrida días antes de la interpelación, cuando toman conocimiento de los chats entre Ache y Maciel?
-Hubo dos reuniones en el Prado. La primera fue el viernes 19 de agosto entre los equipos de Cancillería y de Interior para cotejar qué había hecho cada uno. Se armó una línea de tiempo. Una de las cosas que cuestionaba el FA era que había existido descoordinación. Se habló de ese tema y quedó corroborado que los funcionarios consulares habían hecho los procedimientos que correspondían. Amén de eso, Maciel dice que también tuvo comunicaciones con Ache. Siguió de largo la reunión. Eso fue el viernes. El lunes regresamos al Prado y ahí planteo lo de las comunicaciones. Hice saber que me había enterado el domingo. A las cinco de la tarde llamé a Ache para conocer de qué se trataban esas conversaciones con Maciel y otras que había tenido con la directora de Asuntos Consulares. Estaba preparando la interpelación y había cosas que me faltaban.
-¿Por qué el domingo hace una reunión en su casa y no convoca a Ache?
-A esa altura había quedado claro que Ache durante un año y medio había negado información que era trascendente. Había recibido a Balbi, había averiguado por la valija diplomática, había contactado a la directora de Asuntos Consulares. De todo eso nos había mantenido ajenos. Cuando llegó el momento de la interpelación opté por reunirme con los funcionarios para que me cuenten qué pasó y conocer su visión. Ache ya sabemos que no había dicho nada. Me surgen dudas. Llamo a Ache y a la que era directora de Asuntos Consulares para saber cuáles eran las famosas comunicaciones que yo no había visto.
-¿Con la funcionaria qué tenor tenían los intercambios?
-Eran para evacuar las consultas que le había hecho Maciel. No había nada raro, sí intercambios. Pero, lo mínimo que podría haber hecho, porque se venía una ola espantosa, era informar qué había hablado con la directora de Asuntos Consulares, que fue la que corroboró que Marset seguía detenido en su momento.
-Esa acumulación de hechos y que después se haya constatado que se borraron 10 mails de la Secretaría de Ache, ¿lo lleva a pensar que intercedió de alguna manera para que saliera el pasaporte de Marset?
-Alguna vez me he hecho la pregunta. No creo que haya participado de ninguna trama narco ni nada de eso. Pero, evidentemente hubo errores que se fueron acumulando.
-Dice que conoció recién en la mañana de la interpelación el contenido de los whatsapp entre Ache y Maciel. Pero decidieron no informar sobre esos chats de los que había conocimiento. A usted y a Heber se los acusa de haber mentido en el Parlamento por no mencionarlos e incluso por afirmar que, al momento de dar el pasaporte, no se sabía quién era Marset. Sin embargo, dos subsecretarios habían mantenido intercambios sobre él.
-Lo que me había molestado y me sigue rechinando es el ocultamiento cuando supuestamente se había actuado de buena fe. No había necesidad de ocultar nada. Ache ocultó el encuentro que mantuvo con Balbi, que había preguntado por la valija, la interacción con la directora de Asuntos Consulares. De ninguna manera nos pusimos de acuerdo para mentir en el Parlamento. No mentimos. Heber y Maciel dijeron que ellos tenían conocimiento sobre quién era Marset. Fue un error mío, lo asumo, cuando dije que nadie sabía. Generalice una situación que era particular mía. Mi error fue decir que nadie sabía quién era. Los únicos que sabían eran Ache y Maciel.
-Se tiñe de cierta suspicacia porque no se fue verdaderamente transparente. Lo transparente hubiese sido haber dado a conocer el contenido de esas conversaciones.
-Con el diario del lunes sin ninguna dudas.
-¿Y nadie lo planteó en esa reunión del Prado?
-Después que me enteré el domingo de las conversaciones, en la segunda del lunes llegué indignado. Dije: ‘Bueno señores, háganse cargo’.
-¿Y qué respuesta tuvo?
-Se conversó y la conclusión a la que se llegó es que no había incidido en el trámite de pasaporte. Era lo que sostenían ellos y concluyó la investigación administrativa al igual que la de Fiscalía. Se decidió no incendiar nosotros la pradera. Era una interpelación política. ¿Para qué agregar un elemento que la iba a distorsionar? Nunca hubo intención de mentir u ocultar. Se decidió: no ocultemos comunicaciones, pero si preguntan... los whatsapp los tenía Maciel en las carpetas arriba de la mesa durante la interpelación. No había ánimo de ocultar. Dijimos: ¡para qué entreverar! Yo lo manifesté: ‘No seamos giles que seguro que el Frente ya debía tener todo’.
-¿Cómo se podría haber enterado el FA?
-Ya había algún abogado que interactuaba con alguno de los funcionarios.
-¿Usted cree que Ache ya trabajaba con el exfiscal de Corte Jorge Díaz en agosto de 2022?
-No tengo idea, pero que eran conocidos sin ninguna duda. En ocasión de la interpelación no lo puedo afirmar.
-Vamos a noviembre de 2023. El 1° declara Ache en Fiscalía y se conocen los audios que derivan en su renuncia, la de Heber, la de Maciel y la de Lafluf. ¿Se sintió traicionado por Ache que lo grabó?
-Fue una situación que nos sorprendió a todos. La reacción en ese momento fue de sorpresa absoluta.
-Le dice que pierda el celular…
-Me hago cargo. Fue un error haberle dicho eso. Reitero que yo no tenía absolutamente nada que ver. Estaba ajeno. La investigación administrativa había avanzado y le habían pedido en cuatro ocasiones los whatsapps, pero ella los había negado. Aducía que eran conversaciones privadas con Maciel. Que era la dueña de su WhatsApp. En paralelo, llega el pedido de la Justicia. Ahí sí ya asesorada por su abogado me llama el 14 de noviembre (de 2022). Entre gallos y medianoches desnaturaliza, descontextualiza y probablemente edita la charla que tuvimos. Días antes se había empezado a poner nerviosa porque la prueba estaba, cuando ella los había negado para la investigación administrativa. Asesorada por Díaz lo que hicieron fue transferir responsabilidad, que era toda y única de ella, que por esa charla inocente e ingenua de parte mía le digo ‘tirá el celular’. Lo natural hubiese sido decirle que no tenía nada que ver, que se hiciera cargo. Eso es lo que debió haber sido. Cometí un error, sí.
-¿Por qué dice que Maciel es un tarado?
-Maciel no tenía inconveniente de que trascendieran los whatsapps. Ache sí y se ponía nerviosa. Desconfiaban uno del otro. Las últimas semanas Ache decía que los iba a presentar, que no, que sí, que capaz Maciel los tiraba en la prensa y ella quedaba regalada. Ese era el tenor de las conversaciones. Para sacarle trascendencia y bajarle los decibeles le digo eso.
-¿Por qué salió dos años después? ¿Siente que desde la otra parte se construyó un relato falso?
-Uno, que no se comparece con la realidad. El objetivo era quitarle responsabilidad a ella que era la única responsable. En el camino me encontraron a mí para transferirla con esa grabación.
-¿Por qué demoró dos años?
-Yo no soy político. Probablemente mi reacción en ese caso hubiera sido de pararme en la cuchilla y pelear. Hasta por un tema de formación profesional. El trabajo diplomático es bajo cuerda, sin exteriorizar. Tratar de que el barco llegue a buen puerto. Para eso en cualquier organización lo mejor es que no trascienda hasta que los procesos culminen. Además mi personalidad no es de buscar pelea ni de salir de la trinchera. Por otro lado, se me solicitó que no saliera.
-¿De parte?
-Se me pidió porque era un tema que generaba conventillo. Era el objetivo de la otra parte. Y además se venían los tiempos electorales. Fuera de campaña es más fácil de explicar, de explicitar y de poder ser entendido. Cargué con todo el fardo, hasta que llegó un momento…
-¿Cumplió una orden a nivel político?
-Exclusivamente. Tenía una responsabilidad como ministro. La asumí y me fui. Pero, también la tenía con mi partido y con la coalición de gobierno. Lo mejor era evitar el escándalo. Con mis aciertos y errores fui un hombre leal.
-¿Ache fue desleal?
-¿Tú que opinas?
Hace una semana se dio la noticia de la entrada de Uruguay al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), que se empezó a negociar durante el gobierno pasado y su gestión como canciller. ¿Qué valoración hace? ¿Qué implica para Uruguay?
Tenemos que festejarlo todos. Ha habido una suerte de carrera por bien quien llegó primero. Es la posibilidad de acceder al acuerdo porque calificamos para ser considerados en una mesa de negociación. Esa es la instancia que viene ahora. Lo hablé con integrantes de lo que fue mi equipo y nos reconforta porque avala el trabajo que hicimos. Hay que tener en cuenta el contexto internacional, la desaceleración de China, los aranceles que ha impuesto Trump, las guerras. Nuestra incorporación al CPTPP empieza en enero de 2021, cuando llegó a Uruguay el canciller de Japón a firmar un acuerdo aduanero. Tuvimos una conversación y le planteamos la posibilidad de ingresar al CPTPP. Nos alentó y empezamos a trabajar silenciosamente. Se hicieron varias designaciones en esa dirección. En 2023, se le encarga al subsecretario Nicolás Albertoni para que lleve adelante las últimas instancias de las negociaciones. Y la verdad que Albertoni fue una suerte de Torreira. Corrió la cancha como loco y siguió de cerca cada una de las instancias. Siguió haciéndolo durante esta gestión, se cumplieron los plazos y se llegó a este punto de quedar en la puerta que es fantástico. Había que pasar el umbral. Y este gobierno prosiguió y lo hizo.
¿Es una de las gestiones que destaca durante su pasaje como canciller?
El presidente Lacalle Pou fue claro en lo debíamos hacer. Modernizar el Mercosur, flexibilizarlo e intentar acceder a la mayor cantidad de mercados posibles. Fue lo que intentamos. Ya sea a través del eventual TLC con China. Se concretó el estudio de factibilidad que fue un logro importante. Mucho tiempo se nos criticó que queríamos romper el Mercosur y lejos estábamos de eso instancia. Logramos con Argentina y Brasil muchas instancias de diálogo. Con Paraguay también. Podemos citar por ejemplo el acuerdo de zonas francas con Brasil, el aeropuerto binacional de Rivera, el bypass en Laguna Merín - Laguna de los Patos. Con Argentina el canal de acceso del Puerto de Montevideo para profundizar el dragado a 14 metros.
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