Este año se reportaron ya unos 30 incendios forestales en diferentes puntos del país. Uno de los más importantes se dio el pasado domingo en Salinas (Canelones), donde 120 hectáreas fueron alcanzadas por las llamas.

Allí los vecinos de la zona recriminaron al personal de Bomberos por la demora de estos en llegar al lugar. Y la explicación que recibieron fue que se debía a la escasez de personal.

Sin embargo, consultado por esto, el director de Bomberos, Ricardo Riaño, aseguró a El País que no hubo falta de personal para atender los incendios desencadenados durante el fin de semana. Por otra parte, afirmó que para combatirlos, cuentan con el apoyo de 25 funcionarios del Ejército.

Según el director de Bomberos, se hizo un informe para mejorar la cantidad de efectivos que disponían, y la Ley de Presupuesto del pasado 2022 atendió los reclamos. “Ahora está ingresando personal para cubrir 120 vacantes. Serán tomados en este mes, y van a comenzar los cursos de capacitación y entrenamiento”, cerró.

Sin embargo, el delegado de Bomberos en el Sindicato de Funcionarios Policiales (Sifpom), Diego Rodríguez, dijo a El País que la mejor manera de demostrar que faltan bomberos es analizar la cantidad de horas extra que están realizando. Según explicó, habitualmente cada bombero debe cumplir con unas 190 horas de trabajo al mes, pero ahora están realizando hasta 240 horas. El dirigente sindical agregó que esas horas extra no les están siendo retribuidas “de ninguna manera”. Además, aseguró que las dotaciones no están saliendo “completas”, ya que salen “solamente dos o tres bomberos por camión, siendo que deberían salir con hasta cinco”.

Rodríguez criticó que los 120 nuevos ingresos anunciados por Riaño debieron haberse concretado antes de comenzar el verano, para así disponer de ellos en estas épocas donde los incendios aumentan. Aseguró, también que la Dirección Nacional de Bomberos cuenta desde hace unos años con un total de 1.800 funcionarios, cuando hace mucho -dijo- ya se sabe que ese número debería ser mayor. También sostuvo que muchos de esos ingresos lo que harán es cubrir bajas que se dieron por personal que se jubiló. “Si ingresan 250 y se jubilan 300 no se soluciona”, apuntó.

En cuanto a la falta de equipamiento, sostuvo que en este aspecto también hay problemas: “Compran para tapar el ojo”, aseguró. Y afirmó que, desde hace dos años, el personal utiliza el mismo equipo de fajina -ropa que se utiliza para los incendios de campo-, cuando se les debería renovar cada año. Por otra parte, explicó que los equipos respiratorios que se compraron nuevos se destinaron a las dotaciones del área metropolitana.