Por Pablo Méndez
Santiago Sotelo (27 años), Johana Rodríguez (25) y Camila De Souza (25) no volvieron a su casa. Son de Montevideo y en la capital fue donde se las vio por última vez. Parientes y amigos fueron quienes denunciaron las situaciones.

Ellos forman parte de la lista de 112 individuos - hasta ayer, ya que lo datos varían a diario- a los que el Departamento de Registro y Búsqueda de Personas Ausentes aún no logra encontrar y desaparecieron en lo que va de 2023.

Su encargado, Miguel Pereira, asegura que se trata de un área algo más que compleja. “Es más complejo investigar una persona ausente que un homicidio”, grafica y sustenta su tesis en la escasa información con la que cuentan sobre las víctimas.

Por día, este departamento que depende del Ministerio del Interior, recibe 20 denuncias en promedio. En lo que va de enero se ingresaron 547, de las cuales fueron cerradas -y por tanto halladas las personas ausentes- 435.

“A este ritmo alcanzaremos las más 6.000 en todo el 2023”, vaticina Pereira.

La mayoría de las denuncias registradas en el comienzo de 2023 refieren a víctimas de entre 13 y 18 años (320) y adultos (193). En cambio, los adultos mayores (22) y los niños (12) presentaron la minoría de los casos.

Según Pereira, es importante recalcar que los casos de adolescentes refieren en su amplia mayoría a salidas no autorizadas del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU). Este tipo de fugas hacen que la cifra crezca, puesto que se trata de jóvenes que se ausentan, son encontrados y se vuelven a ausentar. Y cada vez que esto pasa se hace una nueva denuncia.

Desde 2004 siempre son más los hombres ausentes, aunque la diferencia en cuanto a las mujeres es exigua. “Se maneja que un 52% son hombres y un 48 % mujeres, con variaciones leves durante los años”, dice Pereira.

Sin embargo, en lo que va de 2023 se reportaron como ausentes 264 hombres y 283 mujeres.

Los datos recabados en enero permiten concluir lo que pronostica Pereira, en cuanto a que el número de denuncias, tal cual ha pasado en los últimos años, será considerable de aquí hasta diciembre. Con excepción del paso de 2019 a 2020, desde 2015 a esta parte la cifra aumenta año a año. Entre estos el salto más grande fue de 2021 -donde se registraron 4.695 denuncias- a 2022 -cuando 5.906.

Según asegura Pereira, una de las razones de este aumento es la “cercanía y la facilidad” que tienen las personas para presentar denuncias, Pero, también señala que puede generar un efecto aquellos casos en los que personas ausentes aparecen sin vida.