Redacción El País
Un adolescente de 16 años fue imputado por el homicidio de un hombreen el complejo de viviendas INVE, en Malvín Norte. El fallecido era hijo de uno de los líderes de un grupo criminal que controla la venta de drogas en la zona desde hace varios años. El menor esperará la acusación fiscal recluido en una de las instalaciones del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa).
Restaban minutos para la medianoche del 21 de mayo cuando un hombre de 34 años fue atacado en la intersección de Calle 5 y Pasaje 166. Allí esperaba dentro de su camioneta a que su pareja saliera de trabajar, según declaró luego la mujer ante la Policía.
Fue una moto la que apareció repentinamente y desde ella uno de sus ocupantes disparó. El vehículo de la víctima sufrió múltiples impactos de bala, que también dieron en el cuerpo del hombre. Luego, serían encontrados cinco casquillos. La camioneta quedó en el lugar, mientras que él fue trasladado por particulares al Hospital Pasteur, donde finalmente falleció.
En la puerta del centro asistencial se registraron incidentes protagonizados por familiares y allegados, por los que debió intervenir personal policial.
Según pudieron determinar los investigadores, los dos delincuentes que iban en la moto habían planeado el crimen, y habían estado siguiendo a la víctima desde una cancha de fútbol cercana hasta el sitio donde lo mataron. Uno de ellos, el ahora imputado, tiene 16 años.
Se trata de un joven que solía juntarse con el fallecido, ya que eran de la zona, y a quien le habían pagado para asesinarlo. La víctima era el hijo de un líder criminal del barrio conocido como "Cuchi". La principal hipótesis es que uno de los grupos enfrentados a este delincuente ofreció dinero por la muerte de su hijo. El ahora fallecido tenía antecedentes por tenencia de estupefacientes.
La reconstrucción del recorrido de los delincuentes a través cámaras de videovigilancia fue clave en el caso. Se pudo determinar que el adolescente imputado estuvo en el lugar donde luego sería el asesinato, se dirigió a comer a un shopping y luego volvió con su compañero para matar.
Además, se determinó que cuando llegaron la ambulancia y los policías a la escena del crimen, momento en el que también estuvieron presentes familiares de la víctima, el homicida estaba en el lugar. Su objetivo era disimular su participación.
La Policía sospechó desde un principio que este adolescente había sido uno de los delincuentes que participaron en el homicidio, por eso allanó su casa, pero luego debió dejarlo en libertad ya que no contaba con una orden de detención por parte de la Justicia. Luego de que esta fuera finalmente emitida recientemente, se llevó adelante un nuevo procedimiento y se lo detuvo.
El Juzgado de Adolescentes de 3er Turno aceptó la formalización del joven por dos infracciones, una gravísima tipificada como un delito de homicidio especialmente agravado, y una grave tipificada como un delito de tráfico interno de armas de fuego.
La medida cautelar que deberá cumplir hasta que se dicte la sentencia definitiva será la internación en una sede del Inisa. Fiscalía tiene 150 días para presentar su acusación, plazo que vence el 9 de enero del año próximo.
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