Hombre que mató a su pareja e hijos prendiendo fuego su casa con nafta fue condenado a 28 años de cárcel

El juez Huberto Álvarez concluyó que se trató de un incendio voluntario y no un accidente, como argumentaba su defensa; había consumido marihuana y pasta base.

Bomberos trabajan en un incendio en Villa Española.
Bombero trabajando en un incendio.
Foto: Dirección Nacional de Bomberos.

El juez Huberto Álvarez condenó a un hombre por haber prendido fuego su casa, matando así a su pareja y dos hijos mientras dormían. Luego de varios meses de juicio, en el que fueron claves la declaración de testigos y el análisis de peritos, se lo responsabilizó por tres delitos de homicidio especial y muy especialmente agravados, por los que deberá cumplir con 28 años de prisión.

El juicio tuvo su primera audiencia el 17 de mayo. Además de la declaración de algunos testigos, en esta instancia las partes hicieron su alegatos de apertura. El fiscal de Violencia Doméstica y Violencia basada en Género, Luis Pacheco, comenzó su intervención de forma determinante. "Señor juez, este incendio no fue un accidente", dijo.

Si bien en una de las audiencias, a la que tuvo acceso El País, el fiscal mencionó que la intención que tuvo el hombre realmente es "imposible de descifrar", aseguró que "se puede pensar en una intención directa de dar muerte a su familia". Es por esto que en su petitorio solicitó que se condene al hombre a 30 años de prisión.

Debido a que no había testigos dentro de la vivienda que hayan presenciado lo sucedido, la prueba se basó principalmente en indicios y pericias. De igual manera, la declaración de familiares y allegados fue importante para dejar constancia de la existencia de una relación violenta.

Durante el proceso judicial, Fiscalía intentó probar que las llamas fueron provocadas de forma voluntaria, mientras que la defensa del ahora condenado aseguró que se había tratado de una situación no intencionada.

La postura del fiscal fue la validada por el juez Álvarez, quien consideró que el incendio fue producido de manera voluntaria y que el hombre pudo al menos "prever" el resultado.

Fue así que, luego más de tres años del triple asesinato, se condenó al hombre a 28 años de prisión.

La principal pericia presentada por la Fiscalía fue la de Bomberos. Esta concluyó que se trató de un incendio hipotético-intencional. Se trata de un caso en el que no se puede confirmar en su totalidad el motivo del fuego, pero todo indica que se trata de algo provocado de forma intencional.

Las abogadas del hombre lo definieron como "el gran perdedor" de esta situación debido a que fallecieron su pareja e hijos, e intentó argumentar que el incendio comenzó cuando "se quedó dormido y se le cayó un cigarro".

Pero la pericia determinó que existieron dos focos ígneos. Luego de distintas pruebas se llegó a que el argumento de la defensa no sería posible, debido a la rápida propagación del fuego y la distancia entre los dos focos. "Ni arrojando un cigarrillo a un bidón de nafta se produce un incendio con estas consecuencias", aseguró el fiscal.

Incendio intencionado

Durante la madrugada del 22 de mayo de 2022, el acusado se encontraba fumando marihuana y pasta base en la primera planta de su vivienda, que integraba un complejo ubicado en el barrio Parque Guaraní. Allí fue visto por testigos comprando un bidón de nafta. Según dijo en su declaración el condenado, lo hizo para luego revenderlo.

Horas más tarde, sobre las 06:30 de la madrugada, el apartamento comenzó a envolverse en llamas. Según el relato fiscal, basado en pericias de la Dirección Nacional de Bomberos e indicios, el hombre roció de combustible un sillón de madera y la parte de abajo de la escalera, para luego prenderlos fuego.

En la segunda planta, dormían Dahiana Núñez, de 29 años, y sus dos hijos, de un año y medio y cinco meses. Si bien los tres sufrieron quemaduras debido a la rápida propagación del fuego, la causa de su muerte fue la inhalación de gases tóxicos.

Vecinos de los involucrados intentaron ayudar al notar que la casa se prendía fuego, pero ya era tarde.

Quienes intentaron colaborar señalan que el hombre no hizo ningún intento por ayudar y aseguran que "desapareció" luego de repetir varias veces en voz alta "ya es tarde". Las pericias revelarían que el hombre "nunca sintió arrepentimiento", catalogando el suceso como un accidente.

Además

Relación violenta y adicciones

Familiares y vecinos del agresor y las víctimas declararon durante las múltiples audiencias del juicio. Sus testimonios fueron importantes para determinar que existía una relación tóxica y casos de violencia física y psicológica protagonizadas por el ahora condenado.

Una de las hermanas de la mujer fallecida aseguró en audiencia que el hombre no la dejaba tener celular ni redes sociales. Además, aseguró que no la dejaba salir y limitaba el contacto con su familia. También remarcó el consumo de drogas. "Mi hermana no tocaba ni un porro, pero se juntó con él y empezó a consumir cocaína", dijo.

Si bien un niño de 10 años, hijo de la mujer con otra pareja, solía vivir con su madre, se encontraba con su padre al momento del episodio. Gracias a esto todavía sigue con vida. El niño dijo haber presenciado discusiones y violencia, por lo que solía ir a la casa de su tía, que vivía a pocos metros.

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