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Descartan problemas en radares tras el accidente aéreo de argentinos en Maldonado

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Helicóptero de la Fuerza Aérea encargado del retiro de los cuerpos. Foto: Ricardo Figueredo

TRAGEDIA EN EL AIRE

El fiscal Sebastián Robles dispuso que ahora se realice una autopsia y exámenes toxicólogos en los cuerpos. Las causas del accidente serán estudiadas por una comisión del Ministerio de Defensa.

En las primeras horas de ayer un helicóptero de la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) comenzó a volar sobre la Sierra de las Ánimas. El objetivo era recuperar los cuerpos de los dos jóvenes argentinos cuya aeronave se estrelló sobre el mediodía del domingo en esa zona de Maldonado.

Como se trataba de un lugar prácticamente inaccesible por tierra, el equipo de búsqueda y rescate de la FAU trabajó durante varias horas para poder recuperar los cuerpos de Kevin Alonso Raggio (27) y Franco Pamboukdjian Acevedo (21).

El operativo contó también con la colaboración de personal de Bomberos y fue supervisado por el fiscal de 1º Turno de Maldonado, Sebastián Robles. El representante del Ministerio Público dispuso que ahora se realice una autopsia y exámenes toxicólogos en los cuerpos. Como cada vez que hay una muerta violenta, en este caso un accidente aéreo, lo ocurrido queda en manos de la Fiscalía para que se determine si hubo o no responsabilidades en el siniestro. Las causas del accidente, en tanto, serán estudiadas por la Comisión Investigadora de Accidentes e Incidentes de Aviación (Ciada), que depende del Ministerio de Defensa.

Tragedia.

La aeronave Piper PA-24 Comanche, de patente LV-CVT, despegó del aeropuerto internacional de San Fernando (Argentina) a las 11:30 horas. Su aterrizaje estaba previsto para las 15:15 horas, pero nunca ocurrió.

A las 12:49 horas la aeronave de matrícula argentina desapareció del radar y a los pocos minutos el equipo de búsqueda y rescate de la FAU envió un helicóptero y un avión a la zona de la Sierra de las Ánimas. Sobre las 17:00 vieron que el avión se había estrellado y al descender, constataron que los dos tripulantes habían fallecido.

Helicóptero trabaja para levantar cuerpos de tripulantes de aeronave argentina. Foto: Ricardo Figueredo.
Helicóptero trabaja para levantar cuerpos de tripulantes de aeronave argentina. Foto: Ricardo Figueredo.

El titular de la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia), Gaetano Battagliese, indicó ayer en conferencia de prensa que no se pueden realizar “presunciones” sobre los motivos que provocaron el accidente y llamó a esperar que actúe la comisión investigadora.

Battagliese descartó que haya habido problemas con los radares y explicó que “no tuvo nada que ver” con el accidente porque el plan de vuelo de los pilotos fue visual. Esto significa que los pilotos se guían por lo que ven desde la aeronave. “Cuando es un vuelo visual (que depende de la vista del piloto) y a baja altura, los sensores de radar pueden colaborar o no, pero el objetivo de este vuelo es que sea justamente visual y con comunicación radial”, indicó el jerarca.

Por otra parte, explicó que la investigación se dividirá en tres partes. Una de ellas será evaluar “el factor humano”. Es decir, si comprueba una falla por parte del piloto. La segunda parte, denominada “factor material”, tratará de determinar si la aeronave sufrió algún desperfecto. La última etapa es el “factor ambiente”, donde se intentará corroborar si el accidente fue producto de las condiciones climáticas. “Con el estudio (de estos elementos) se podrá determinar qué fue lo que sucedió”, expresó Battagliese.

Consultado sobre si había buena visibilidad en el lugar el siniestro, el jerarca respondió: “lamentablemente eso lo sabrán solo los pilotos, quienes además fueron los encargados de realizar ese plan de vuelo visual”.

Helicóptero de la Fuerza Aérea. Foto: Ricardo Figueredo
Helicóptero de la Fuerza Aérea. Foto: Ricardo Figueredo

Kevin y Franco, los jóvenes fallecidos

Kevin Alonso Raggio, de 27 años, y Franco Pamboukdjian, de 23, fueron los dos tripulantes que fallecieron producto del siniestro aéreo. Ambos jóvenes, de nacionalidad argentina, residían en la ciudad de Buenos Aires y eran pilotos. En el caso de Kevin, se desempeñaba como piloto comercial de primera clase y como instructor de vuelo, según la información agregada en su perfil de LinkedIn. Franco, en tanto, se presentaba en esa misma red social como piloto comercial y tenía calificación para volar en aviones monomotores y multimotores. También tenía estudios que le permitían realizar vuelos privados.

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