La Policía de Paysandúcontinúa la búsqueda de Giuliana, una mujer de 27 años, y su hijo Mateo de 8, quienes están desaparecidos desde el pasado lunes. En la tarde del jueves, se le tomó declaración a su hermano, quien luego fue liberado.

A la salida de la sede fiscal, la Policía tuvo que intervenir ante incidentes que se produjeron entre familiares de las personas buscadas. Hermanas de la mujer increparon a su hermano y le reclamaron que brinde información sobre el paradero de la mujer y el niño.

“Vinimos acá para ver qué medidas se van a tomar. Porque él pasea, camina. No tenemos derecho a culparlo, pero la gente ve que está todo rasguñado, tiene golpes”, declaró una de las hermanas de la víctima en declaraciones a la prensa recogidas por Telemundo (Canal 12).

Junto al sujeto, la Policía encontró la moto que pertenece a Giuliana. El vehículo fue hallado sin matrícula. “Tenía la moto sin la chapa, pero hay cosas que a la fiscal no le sirve. Hay que tener todo concreto. Hay dos vidas concretas, que es la hermana y el sobrino. Si él no lo dijo, no nos lo va a decir a nosotros tampoco, por más que lo agarremos y lo acusemos”, dijo.

El jefe de Policía de Paysandú, Eduar Alvez, cruzó la Jefatura y habló con los familiares y amigos de Giuliana. Tras explicar que la investigación continúa y pedir paciencia, habló con los medios que estaban allí.

“Estamos trabajando revisando cámaras y triangulando los celulares. Esto no es cuestión de minutos, esto lleva horas de trabajo. Estamos ante un caso muy complejo, porque no hemos encontrado indicios ni en la casa. Ya hicimos una interrogación, le tomamos declaración al muchacho, pero no arrojó nada. No hay ningún indicio”, lamentó Alves en declaraciones recogidas por Telemundo.

“Tenemos varias hipótesis, pero como le repetimos a los familiares, la Policía Nacional se basa en situaciones científicas, no en supuestos. Entendemos el dolor de la familia y amigos, pero bueno hay que ser paciente”, apuntó.

En las últimas horas, la Policía y familiares concentraron la búsqueda en el arroyo Sacra, al sur de la ciudad, donde habían aparecido algunos elementos que podrían ser de Giuliana y su hijo.