DELITO
Diversas cámaras de seguridad captaron al imputado antes y durante el hecho. Junto a quien lo trasladó en moto se cruzaron con otro hincha con camiseta antes, pero lo dejaron ir.
El relato de los momentos previos al homicidio del hincha de Peñarol de 17 años en el barrio La Unión permite saber que, minutos antes del disparo, el imputado por el caso y quien lo trasladaba en una moto se cruzaron con otra persona que vestía camiseta aurinegra, la corrieron, y finalmente la dejaron ir. Así surge del pedido de formalización de la investigación realizado por la fiscal Adriana Edelman, al que accedió El País.
Todo comenzó cuando grupos de amigos y familiares del joven hincha de Nacional atacado a tiros por barras de Peñarol el 6 de enero, se juntaban en el exterior del sanatorio Casmu de la avenida 8 de Octubre para esperar novedades de su evolución. Era 10 de enero y los médicos comunicaron que la situación del herido era crítica y que "ya no había nada para hacer".
Fue en ese preciso instante cuando el ahora imputado por el asesinato del joven de 17 años, amigo del internado e integrante de la hinchada del Club Nacional de Fútbol, "pierde el control", toma su moto y se dirige a la casa de otro miembro del grupo. Ahí "en estado de descontrol y llorando" le dice que su amigo se estaba muriendo, señala el documento.
Ambos suben a la moto para regresar al sanatorio. Pero en el camino, mientras transitan por 8 de Octubre sobre las 13:24 horas, ven a una persona que vestía camiseta de Peñarol. El amigo del imputado baja de la moto y “corre” al individuo, pero luego “desiste de su accionar” y se sube de nuevo a la moto para ir al Casmu. Esa persona era otro hincha aurinegro, no el adolescente que luego fue asesinado.
Sin embargo, mientras que el amigo se queda en el sanatorio, el imputado continúa la marcha en el vehículo y se dirige por Asilo hacia Cabrera en dirección a la calle Pernas y Avellaneda, donde normalmente se juntan hinchas de Peñarol, agrega el pedido de formalización.
Alrededor de las 13:30 una cámara de seguridad privada capta al imputado dirigiéndose por la calle Avellaneda y Serrato. Dos cuadras más adelante y tan solo un minuto después, el acusado se cruza con el joven de 17 años, que iba en bicicleta por la calle Avellaneda a hacer un mandado y vestía una camiseta de Peñarol. Al verlo, el hombre extrae un arma de fuego calibre .38 o 357 Magnum y le efectúa un disparo en la cabeza, lesión que le provoca la muerte al joven.
El escrito agrega que, a las 13:32, luego de cometer el homicidio, el imputado es captado por una cámara de seguridad alejándose en moto de la escena del crimen.
El mismo día el imputado huye hacia el departamento de Rivera, donde es detenido días más tarde en una vivienda en la que se escondía. Desde entonces el hombre se encuentra a disposición de la Justicia.
Como evidencias de los hechos, Fiscalía cuenta con numerosas declaraciones de testigos que presenciaron partes de lo sucedido, registros fílmicos de cámaras de seguridad públicas y privadas, la autopsia de la víctima y pericias de Policía Científica, según el documento.
Ante lo sucedido, se determinó que el imputado deberá responder como autor penalmente responsable de un delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y reiteración real con un delito de porte de arma de fuego en lugares públicos.
A su vez, en virtud “de la gravedad de los delitos imputados” y de “la verificación en la especie de diversos riesgos procesales concretos”, Fiscalía solicitó su prisión preventiva por 180 días, mientras continúa la investigación.