Redacción El País
El lunes 7 de agosto, hace dos meses, tres personas ingresaron armadas a una sucursal del Banco República (BROU) y se llevaron más de $ 4 millones.Sin embargo, hasta ahora no se recuperó el dinero ni se detuvo a los ladrones.

El robo, que ese día acaparó la atención, fue en una sede ubicada en la intersección de tres calles, Solferino, Monzón y Avenida Italia, en el barrio Buceo de Montevideo.

Uno de los ladrones le pegó un culatazo a una guardia de seguridad y le robó su arma, mientras los otros dos fueron a donde trabajaba un funcionario que en ese momento contaba el dinero que se había retirado de las buzoneras. Huyeron con aproximadamente $ 1.000.000 y US$ 80.000 (cerca de $ 3,2 millones).

Pero más allá de los esfuerzos de los investigadores, la fiscal a cargo del caso, Lucía Nogueira, no tiene actualmente demasiados elementos que le permitan avanzar para dar con los delincuentes. Es que más allá de que, como toda sucursal bancaria, el edificio contaba con medidas de seguridad como cámaras, los ladrones ingresaron tan tapados que no se logró reconocer rasgos físicos.

Fuentes del organismo indicaron a El País que de los tres ladrones que ingresaron al local hasta el momento solo se pudo identificar a uno y, tal vez, una vez atrapado se pueda tener pistas de los demás, pero los investigadores entienden que será difícil.

Los ladrones llegaron a la sucursal en dos autos y afuera del banco quedaron otros delincuentes que hasta el momento no se pudo determinar quiénes eran. De todas formas, ambos vehículos fueron hallados por la Policía, según informaron fuentes de la Jefatura de Montevideo a El País.

Leonardo Maine/Archivo El Pais

De los autos se pudo sacar alguna información “pero no fue reveladora” y no permitió identificar a los delincuentes.

De todas formas, se definió una línea de investigación y hace tres semanas se hicieron tres allanamientos, algunas personas fueron detenidas y trasladadas a Fiscalía pero no se arribó a información concluyente.

“Vamos avanzando. Poco, pero vamos avanzando”, dijo una fuente de la investigación policial. “Tenemos un par de puertas abiertas todavía”, añadió.

Leonardo Maine/Archivo El Pais