Durante la campaña electoral Martínez habló de un plan director que guiará la gestión y que necesitará unos US$ 500 millones de inversión, cinco Antel Arena. El ambicioso proyecto, que tendrá como principal desafío hacerse del dinero, incluiría tranvía, un subte que recorrerá tramos de manera subterránea y otros sobre la superficie, más sendas de bicicleta, semaforización inteligente y "bypass" para que vehículos avancen en dos niveles en arterias como Bulevar Artigas. Sobre el transporte público aseguró que es determinante tener un sistema "eficiente y eficaz".

La solución de fondo para la limpieza de la ciudad que planteó Daniel Martínez son las plantas de preclasificación, una herramienta que, según estimó, estará operativa en tres o cuatro años. Se alimentarán con la mano de obra de los clasificadores para terminar con la clasificación callejera y los carros tirados por caballos. En el corto plazo, analizará soluciones para los contenedores, incluidos los nuevos instalados en el área privatizada que no han dado resultados, pondrá bajo la lupa contratos, adquirirá infraestructura y generarán "cultura" en los montevideanos.

El escenario económico en el que recibe la Intendencia de Montevideo no es el mejor. Sin embargo aseguró que pretende manejar su gestión con unos "US$ 500 millones al año", cifra superior a la deuda de la comuna que rondaría los US$ 400 millones. Martínez dijo que apelará a la creación de un fideicomiso para obtener fondos que le permita por un lado captar inversión de las AFAP y de capitales internacionales. La Intendencia de Montevideo recaudó en 2014 US$ 653 millones, según se desprende de su último Balance de Ejecución Presupuestal.

Aunque Martínez es ingeniero, durante la campaña electoral demostró conocer lineamientos básicos de Recursos Humanos. Siempre fue muy cauto para describir el vínculo que tendrá con el sindicato, midió sus palabras y aseguró siempre que apostará al diálogo. "Buscaré llegar a entendimientos y si se tiene que llegar a la esencialidad se llegará, aunque obviamente no es deseable", afirmó en entrevista con El País. Fue crítico, sin embargo, con los cargos políticos y con "excesiva diversidad" de ingresos salariales. "Da la impresión algunos cargos no son necesarios", dijo.

Cuando el tema impositivo empezó a teñir la campaña electoral de cara el 10 de mayo, aún sin tener los números del todo afinados, Martínez sacó una promesa electoral del bolsillo y con un tono romántico descartó aumentar la Contribución Inmobiliaria en Montevideo. "Primero hay que enamorar a la gente y ordenar los gastos", aseguró. La Contribución Inmobiliaria es el impuesto que más vuelca a las arcas municipales: en 2014 aportó US$ 165,5 millones, casi US$ 2 millones más que el año anterior. Es seguido por la Patente de Rodados que dejó US$ 128,5 millones

Durante la campaña electoral Martínez hizo varios anuncios que tenían como propósito renovar la ciudad. Uno de ellos ataca justamente uno de los problemas de Montevideo: la iluminación. Martínez prometió cambiar el 100% de las luminarias a tecnología Led, lo que advirtió que se hará de forma paulatina, así como aumentar la cantidad de luminarias. Creará un plan de revalorización del patrimonio material e inmaterial de la ciudad y recuperará las fachadas de estilo histórico. "Queremos pensar la ciudad como recurso artístico, económico, social y cultural", indicó.

Para Martínez, la descentralización del poder y la participación ciudadana han sido históricas líneas programáticas de la izquierda y particularmente del Partido Socialista. En ese sentido sus promesas, incluso en las reuniones que mantuvo después de ser electo con los alcaldes, han sido de trabajar para mejorar la institucionalización del tercer nivel de gobierno, su gestión y profundizar los mecanismos de participación. "Aspiro a una mayor coordinación de todo lo que tenga incidencia sobre los territorios así como a generar articulación permanente", prometió.

"Yo era de los que nunca creyó que íbamos a tener mayoría especial. El Frente Amplio obtuvo el 54% de los votos válidos, pero en su mejor momento votó 58%; es muy difícil", había reconocido Martínez en entrevista con El País, después de su victoria en las urnas el 10 de mayo. Prometió que ofrecerá un debate democrático en cuanto a ideas, y aseguró que reconocerá que hay un sector de la población que "está cuestionando en algunas áreas al gobierno del Frente Amplio". "La elite política se dirime en las elecciones, después tiene que trabajar todo el mundo".