MANIOBRAS EN REDES

La Justicia procesó ayer a una pareja que realizó 63 estafas ofreciendo perros de raza en 12 departamentos del país. En la audiencia judicial, la fiscal de Rosario, Sandra Fleitas, pidió a la jueza penal María Inés Nuñez la prisión preventiva de la mujer por 120 días, ya que ella negociaba con las víctimas y luego cobraba los giros de dinero por las ventas de supuestos perros.

Para la pareja de la imputada, Fleitas solicitó a la magistrada que decretara medidas alternativas a la prisión: la prohibición de salir de la ciudad de Rivera y presentarse todos los días en una comisaría.

Ambos dejaron un tendal de estafas, según el pedido de procesamiento elaborado por Fleitas. Allí relata que, para realizar las maniobras, la hoy imputada abría cuentas con nombres falsos en páginas de Facebook de trueques y ventas en distintos departamentos. También creó cuentas falsas en Facebook y en Mercado Libre.

Según el documento de Fleitas, el primer caso de estafa ocurrió el 2 de febrero de 2018. La víctima Milka R., con domicilio en el departamento de Rivera, advirtió que en la red social Facebook la usuaria Camila Umpi (nombre falso) vendía un perro de raza Caniche Toy. Milka R. concretó la compra del perro por $ 3.800.

El 23 de febrero de 2018, la víctima le giró $ 2.000 por concepto de seña a la cédula de la estafadora. El 3 de abril de 2018, la víctima le envió el resto del dinero a través de una red de cobranzas.

El animal nunca fue entregado a pesar de las reiteradas insistencias de la víctima. La imputada tampoco devolvió el dinero.

Las ventas fraudulentas se repitieron una por semana durante 2018 y una era una copia de la otra, según consta el pedido de procesamiento elaborado por la fiscal Fleitas.

Por ejemplo, el 27 de noviembre de 2019, la víctima Pablo T., domiciliado en el departamento de Durazno, vio en Facebook que la usuaria Agustina Correa (nombre falso) había publicado en venta un perro de raza Mini Pincher.

Posteriormente, la víctima se comunicó con la usuaria vía Messenger y luego a través de Whatsapp, donde se concretó la compra del animal, así como de la jaula donde sería transportado por $ 5.700.

El 28 de noviembre de 2019 la víctima le giró la suma acordada pero nunca recibió el perro ni la devolución del dinero.

En 2020, las estafas continuaron sucediendo a un ritmo vertiginoso. Todas tenían una misma modalidad. Otro ejemplo: el 28 de abril de 2020 la víctima Reina B., radicada en Montevideo, constató que, en Mercado Libre, la imputada había publicado en venta un perro Caniche Toy por $ 3.800. La vendedora se identificó como Elizandra Severo (nombre falso) y dio a la víctima su número de celular. Poco después, la víctima se comunicó con la imputada por Whatsapp y se concretó la compra del perro en cuestión, el cual sería enviado por una agencia de transporte. Ese mismo día, la víctima le giró la suma acordada, pero esta nunca recibió el perro ni la devolución del dinero. La imputada tampoco contestó las llamadas de la víctima.

El pedido procesamiento tiene una lista de varias páginas con los casos. En 2021 el ritmo de estafas no descendió y el modus operandi siempre era la venta de un perro de raza en clasificados de la web.

Ante la avalancha de estafas, la fiscal Fleitas pidió a la Justicia que librara una orden de detención de la pareja. “Si no los parábamos con el procedimiento (la captura), ellos iban a seguir estafando. Estoy segura de que hay más víctimas de las últimas semanas”, dijo la fiscal Fleitas a El País.

Para la fiscal, se configuró la asociación para delinquir, porque la mujer cobraba los giros de dinero y el hombre fingía ser un criador de perros de raza. También porque las estafas “constituían un modo de vida” de la pareja.

En el allanamiento realizado en la casa de la pareja en Rivera, los efectivos de la Dirección de Lucha contra el Crimen Organizado e Interpol solo encontraron dos perros callejeros.

Un delito fácil y redituable

Los investigadores de la Dirección de Lucha contra el Crimen Organizado e Interpol no saben si la pareja de estafadores tuvieron o no alguna vez un criadero de perros. Sí detectaron que las maniobras con animales, que comenzaron en 2018 y terminaron días atrás, reportaron a la pareja una suma de dinero cercana a los US$ 30.000. La pareja utilizó ese dinero para subsistir y en arreglos para su casa. Ninguno de ellos trabaja. Ambos tienen un hijo de un año que hoy se encuentra en prisión acompañando a la madre.

En la Fiscalía de Rosario el hombre trató de quitarse toda responsabilidad de arriba y dijo que su pareja se encargaba de las estafas. “Yo no sé nada”, dijo. Pese a no tener antecedentes penales, el imputado no mostró arrepentimiento y procuraba evadir una pena de prisión. “El hombre y su pareja jamás mostraron arrepentimiento por las estafas realizadas”, dijo a El País la fiscal Fleitas. “Sí propusieron acuerdos con las víctimas mediante la devolución de dinero. Pero, si en el pasado nunca entregaron los animales ni las jaulas que vendieron, ni devolvieron el dinero, ¿lo iban a hacer ahora?”, se preguntó la fiscal.