Joven de 19 años fue imputado por homicidio del padre de Geral Froste: cumplirá 180 días de prisión preventiva

Redacción El País
El joven de 19 años que había sido detenido en un allanamiento en el barrio Plácido Ellauri, en el marco de la investigación por el asesinato del padre de Geral Froste, fue imputado por un delito de homicidio y deberá cumplir 180 días de prisión preventiva mientras continúa la indagatoria.

El hombre ya había sido atacado a balazos en otra oportunidad y se investiga el conflicto entre bandas del barrio como principal motivo del homicidio.

La víctima, que tenía 34 años, se encontraba durante la tarde del pasado sábado en una plaza ubicada en la intersección de la calle Dr. Ernesto Quintela y Jacinto Trápani. Esto es, a pocos metros de su casa y en frente al mural que realizaron en homenaje a su hijo, quien fue asesinado en Nochebuena cuando pretendía separar una pelea.

La fiscal de Homicidios de 4^to Turno, Andrea Naupp, explicó en la audiencia que presenció El País que, en determinado momento, por la calle C, apareció un auto gris con vidrios polarizados del que se bajaron los tres atacantes. Dentro del auto permaneció todo el tiempo una cuarta persona, el conductor, quien aún no pudo ser identificado.

Los tres jóvenes que se bajaron del vehículo comenzaron a dispararle a Froste por la espalda. La víctima cayó al piso, se defendió y en ese momento uno de los atacantes, que se presume que es un adolescente hermano del imputado, lo remató. La fiscal Naupp demoró varios minutos en enumerar todas las heridas —provocadas por las balas— que le habían generado al fallecido. Eran tantas, que no se pudo determinar en la pericia forense cuántas balas recibió. Esto llamó la atención del juez Marcelo Souto, quien lo recogió en su dictamen.

Luego de ello, el auto utilizado para el crimen apareció incendiado. Había sido robado semanas antes a su dueño.

En la audiencia, la Fiscalía —que también está compuesta por Katia Nieves y Adriana Colman— y el abogado defensor del imputado, Raúl Estomba, debatieron extensamente sobre las pruebas que involucraban o no al joven detenido. Mientras que las fiscales citaron las declaraciones de tres testigos que dicen haberlo visto allí junto a su hermano menor de edad, Estomba recordó que esos mismos testigos afirmaron inicialmente que se encontraba junto a ellos dos un tercer hermano que en realidad está privado de libertad.

Si bien los testigos dijeron que era a quien habían visto “menos claramente”, debe tratarse de alguien extremadamente parecido a él. Insistieron en que vieron, con total certeza, al imputado y a su hermano menor disparándole a Froste.

Estomba propuso cuatro testigos que aseguraron que los atacantes llevaban sus rostros cubiertos, por los que podría haber sido imposible identificarlos. Sin embargo, la Fiscalía los cuestionó por haber incurrido en algunas contradicciones y, a uno de ellos, porque “podría llegar a tener un interés en la causa”.

Este es un hombre pariente de Rodrigo Pintos, un joven de 22 años que fue ultimado a disparos el 5 de enero de este año. En ese episodio fue herida a balazos su hija de 2 años, a quien llevaba en brazos. La niña estuvo semanas en el CTI y terminó sufriendo lesiones graves permanentes.

Según Naupp, fue un “rumor” en el barrio que Froste podría haber tenido participación en el homicidio de Pintos. Pero este familiar que se presentó a declarar, también dijo —refirieron tanto la fiscal como el abogado Estomba— que Froste fue hasta su casa a aclararle que eso no era cierto y que quien había matado a Pintos había sido otra persona, de la que proporcionó un apodo.

No hay imputados por el homicidio de Rodrigo Pintos ni por las lesiones a su hija.

A fines de marzo, tres meses después de que Geral Froste fuera asesinado, su padre iba en su auto junto a su pareja, su hija y una amiga de ella, cuando una moto se acercó y comenzaron a disparar desde ella.

Si bien vaciaron un cargador con el objetivo de matar al hombre, fallaron. Froste fue herido y trasladado a un centro asistencial, pero finalmente sobrevivió.

Como consecuencia del ataque, una niña de 12 años, la amiga de su hija, recibió un balazo y fue internada en estado grave en el Hospital Pereira Rossell, pero también sobrevivió.

Se presume que quienes atacaron a Froste en esa oportunidad también estuvieron presentes para darle muerte el pasado sábado, dijeron fuentes policiales a El País.