Hombre irá a la cárcel por abusar de su sobrina; es menor y estaba bajo su cuidado tras su madre sufrir un ACV

El Tribunal de Apelaciones Penal de 1^er Turno confirmó la condena con prisión de un hombre que abusó sexualmente de su sobrina. El imputado perpetraba las agresiones durante las visitas a la casa de la menor, y estas se volvieron más frecuentes cuando ella se mudó con él, luego de que su madre sufriera un accidente cardiovascular que le impidió seguir cuidándola.

Si bien el Tribunal ratificó la culpabilidad, redujo la pena de siete años a cinco años y seis meses de penitenciaría. "La naturaleza de los actos aquí imputados, pese a su gravedad, permite una atenuación haciendo una apreciación mental del daño al bien jurídico… en otras palabras, existiendo conductas todavía más lesivas que las presentes, ello aconseja una ligera moderación en la pena", argumentaron los ministros en la sentencia a la que accedió El País.

Además de la condena por reiterados delitos de abuso sexual agravado, el hombre deberá realizar una reparación patrimonial a la víctima equivalente a 12 ingresos mensuales o, en su defecto, 12 salarios mínimos. Aunque la defensa apeló el fallo de primera instancia alegando "inconsistencias", el Tribunal desestimó el recurso y aseguró que se verifican todos los elementos para validar el relato de la adolescente y los testigos. Los ministros destacaron la sentencia previa del juez Fabio Assir, calificando su análisis probatorio como "brillante".

La denuncia, presentada por referentes de un centro del INAU, se realizó en noviembre de 2023, cuando la adolescente tenía 15 años. El caso salió a la luz más de un año después de iniciados los abusos. El agresor era tío de la víctima (hermano de su padre) y, a la vez, su cuñado, al ser la pareja de una de sus hermanas.

La familia ya contaba con antecedentes de violencia sexual, dado que el padre de la menor había estado en prisión por abusar de sus otras hijas. Tras el ACV de su madre en junio de 2023, la adolescente quedó a cargo de su hermana mayor y del ahora condenado.

Debido al complejo entorno familiar, el centro juvenil del INAU al que asistía le proporcionó asistencia psicológica semanal. En ese espacio, la joven reveló los tocamientos que sufrió por parte de su tío durante más de un año. Las agresiones, que inicialmente eran esporádicas, se volvieron diarias al comenzar la convivencia.

El último episodio ocurrió la noche previa a la confesión, cuando el hombre regresó de su trabajo en el campo y abordó a la víctima mientras estaba sola. Al ser consultada sobre su silencio previo, la joven explicó que no sabía cómo manejar la situación y temía que no le creyeran, basándose en la experiencia de sus hermanas. Este temor se confirmó inicialmente cuando su hermana mayor, al ser citada por las autoridades, no le creyó y la desautorizó frente a los técnicos del centro.