DECLARACIÓN ANTE FISCALÍA

Hugo Pereira, el delincuente de 60 años que se fugó del exComcarel pasado 14 de agosto, declaró ayer ante la fiscal Ana Vallverdú durante tres horas para responder cómo es que logró escaparse del penal más poblado del país.

Con 15 antecedentes penales y condenado en junio de 2020 por ser autor de un delito continuado de negociación de sustancia estupefaciente prohibida por la ley, agravado por haberse cometido por un grupo delictivo organizado, y por el suministro de sustancias estupefacientes prohibidas a personas menores de edad, Pereira declaró no haber recibido ningún tipo de ayuda durante su escape.

El abogado de Pereira, Aníbal Martínez Chaer, indicó a El País que además de dar su declaración, ante la fiscal se utilizaron planos para corroborar el relato del su defendido acerca de la fuga.

Martínez Chaer explicó que se confirmó que “había un orificio de 76 centímetros de altura en unos de los tejidos perimetrales y a pocos metros otro de 33 centímetros de altura”. Por allí fue que, según dijo, el delincuente oriundo de Colonia “pasó arrastrándose”.

Pereira negó ante la fiscal la primera versión que surgió sobre su fuga, la que señalaba que se había ido del centro por la puerta principal disfrazado de operador penitenciario.

También, según la declaración del recluso, la noche en que se fugó había “mucha niebla”, y si bien pasó cerca de una “carpa militar”, lo hizo por una cuneta y no había formas de que el guardia pudiera verlo.

Según precisó su abogado, la fiscal le consultó sobre qué hubiera pasado si no hallaba un orificio en el segundo vallado de la cárcel. El recluso respondió que “hubiera vuelto hacia atrás”, resignando así su intención de escaparse. Por otra parte, Pereira comentó que llevaba una “muda de ropa” y que tras lograr salir del predio de la cárcel se cambió.

Luego de escabullirse del centro penitenciario, según su versión, se fue caminado por la calle Luis Batlle Berres hasta Santiago Vázquez. Allí vio dos taxis y paró uno de ellos. El hombre dijo que se subió a un auto marca Renault y describió al chofer. Desde ese punto, dijo, fue hasta el bar Las Palmas y allí se encontró con una persona, la cual no identificó, que le entregó su “DNI de Argentina”.

Durante los días que estuvo prófugo, Pereira, según relató su defensor, durmió en “diferentes hoteles” utilizando el DNI que obtuvo esa noche en el bar céntrico de Montevideo.

El delincuente insistió en que “todo lo que hizo lo hizo solo, sin colaboración de nadie” e insistió, de acuerdo a lo que precisó su abogado, que “sería imposible haberse fugado por la puerta principal de la cárcel porque sería reconocido fácilmente por cualquiera de los operadores del sistema y de los oficiales, debido al cargo de confianza que tenía trabajando en el casino de oficiales del exComcar”. Allí es donde los reclusos les sirven la comida a los policías que trabajan en el establecimiento.

La fiscal Vallverdú lo consultó sobre los dichos de su pareja en el programa Santo y Seña. Allí la mujer manifestó que se había encontrado con ella y que él le había dicho que se había ido por la puerta principal de la Unidad N° 4 Santiago Vázquez portando el uniforme de un operador penitenciario. Sobre este punto Pereira dijo que su pareja “no tenía por qué saber la verdad y que solo él la sabía”.

Martínez Chaer señaló a El País que Pereira explicó que un día “tomando mate bajo un árbol vio que un perro grande salía por el tejido perimetral de la cárcel y decidió escabullirse por ahí”.

La fiscal Vallverdú continuará su investigación para verificar si la versión del recluso, los planos y demás elementos que forman parte de la indagatoria coinciden con la versión de Pereira. Luego se fijará una audiencia donde se lo condenará por la fuga.