Redacción El País
La defensa de la familia de Mariana Rivero va a pedir 30 años de prisión para su asesino, al que la Justicia le imputó un delito de homicidio muy especialmente agravado en modalidad de femicidio en reiteración real y vilipendio de cadáver agravado. El acusado, de 23 años, exnovio de la joven, deberá cumplir 180 días de prisión preventiva y en ese lapso es que se trabajará en una nueva línea de investigación: averiguar si actuó solo.
"Hay algunos indicios que, a nuestro entender, por la forma en que se deshizo del cuerpo (muestra que) el femicida no lo podría haber hecho solo", planteó el abogado Eduardo Sasson a Subrayado (Canal 10). Si bien es muy pronto para apuntar a posibles cómplices, el abogado señaló que éste o estos "parecerían ser cercanos a él". De probarlo, los abogados aportarán esta información a la Fiscalía, que tiene tiempo hasta el próximo año para preparar la acusación contra el imputado, ya que la prisión preventiva irá hasta mayo.
Durante la audiencia de este viernes, la defensa del imputado no se opuso a las acusaciones, lo que para Sasson puede ser una "estrategia", aunque también indica "que la Fiscalía tiene un cúmulo de evidencias muy fuerte".
Para el abogado, uno de los "puntos más atroces" que debió escuchar el día de hoy, a pesar de que ya estaba al tanto, fue que el femicida "luego de haberle dado muerte se comunicó con el padre (de Mariana) haciendo como que nada había sucedido y que ningún tipo de participación había tenido".
Incluso le pidió una prenda de la joven, alegando que la extrañaba.
Además, tras la desaparición de Mariana su padre recibió una serie de mensajes que, según se interpreta, fueron escritos por el victimario haciéndose pasar por ella, "lo que muestra un perfil criminológico muy complicado", dijo Sasson.
"El modo en que sucedieron los hechos nos tiene que interpelar a todos porque es trágico, es atroz que una persona pueda obrar de esa forma", sostuvo el abogado.