En enero de 2022, Tamara G. fue detenida en el Aeropuerto de Carrasco por efectivos de la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas (Dgrtid) tras realizar un análisis del perfil de los pasajeros. La revisión dio indicios de que ella podría ser una “mula”.

Cuando los policías abrieron la enorme valija que llevaba la mujer encontraron cinco kilos de cocaína pura escondidos en las tapas duras de la maleta. Tamara G. fue condenada por un delito de tentativa de tráfico de estupefacientes.

La detención de Tamara G. fue el puntapié para las operaciones policiales “España”, “Macedonia”, “Magna” y “Zagreo II” que permitió a la Fiscalía de Atlántida, a cargo de la fiscal Cristina Falcomer, y a la Policía desbaratar a una organización que se dedicaba a reclutar “mulas” -mujeres con problemas de trabajo o familiares que trafican droga-, exportar cocaína a España. Al mismo tiempo, la organización producía marihuana en un laboratorio clandestino y traficaba pastillas de éxtasis.

En las cuatro operaciones fueron detenidas 41 personas, que fueron formalizadas o condenadas por la Justicia de Atlántida (Canelones) por delitos relacionados con el tráfico de estupefacientes, señalaron fuentes del caso a El País.

Las investigaciones continuaron luego de la detención de Tamara G. en el Aeropuerto de Carrasco. En abril de 2022, con orden judicial, la Policía detuvo al responsable de un restaurante que tenía un laboratorio clandestino de producción de marihuana. La banda utilizaba el negocio gastronómico como forma de lavar dinero producido en las actividades ilícitas.

En esa ocasión, fueron incautadas 42 plantas de marihuana y cogollos. La Justicia formalizó las investigaciones penales para 15 personas por delitos de asistencia a actividades del narcotráfico.

A partir de ahí, la banda se desmembró. Los policías de la Dgrtid continuaron con las actuaciones sobre los integrantes de la organización que aún permanecían en libertad. Tras obtener información, los policías detuvieron a cinco individuos y a un menor un momento antes de que cometieran una rapiña.

Estas personas, según dijeron fuentes, estaban vinculadas al laboratorio clandestino de marihuana, que también fueron condenadas por asociación para delinquir.

Las actuaciones judiciales siguieron. En la operación “Macedonia” se realizaron más detenciones de personas vinculadas a la organización de tráfico de drogas a España y a la venta de pastillas de éxtasis. Este procedimiento policial derivó en otras 19 personas formalizadas o condenadas por la Justicia de Atlántida.

Francisco Flores /Archivo El País

Mientras que en la operación “Magna” fueron detenidas y formalizadas cinco personas.

En el proceso de recopilación y análisis de información que se fue generando en las tres operaciones ya mencionadas, la Policía logró identificar al cabecilla del grupo criminal, quien al momento del incidente que diera origen a la operación “España” se encontraba recluido.

En base a esto, previa coordinación con la fiscal Falcomer, se puso en marcha la operación “Zagreo II” durante la que se detuvo en el barrio Belvedere a Jonathan L.S., de 31 años, poseedor de tres antecedentes penales, incautándole una camioneta de alta gama. También se le pretendía retirar su teléfono celular, pero al momento de la detención, Jonathan L.S. rompió su celular marca Samsung de color negro.

El pasado jueves la jueza de Atlántida, Lorena Juliano Gabarrín, hizo lugar al pedido de la fiscal Falcomer y formalizó a Jonathan L.S. por un delito de coautor responsable de un delito de exportación de sustancias estupefacientes en grado de tentativa y autor de un delito de tenencia de drogas no para consumo. El imputado fue defendido por el abogado Pablo Casas.

Según la fuente, se desconoce a la organización española que recibía la “cocaína” trasladada por “mulas” uruguayas.