La semana pasada estuvo marcada por diversas peleas generalizadas dentro de instituciones de educación secundaria. Una de ellas se registró el jueves por la tarde en las inmediaciones del Liceo 4 Zorrilla que encendió las alarmas de las autoridades de la educación. Este lunes la Federación Nacional de Profesores de la Enseñanza Secundaria (Fenapes) se reunirá con la dirección general de Secundaria y con el Consejo directivo central (Codicen) de la Administración de Educación Pública (Anep) para plantear reclamos que se vienen haciendo desde el sindicato desde antes que se dieran estas trifulcas.

José Olivera, presidente de Fenapes, aseguró que a mediados de 2022, con el retorno a la presencialidad, los docentes comenzaban a divisar "dificultades de convivencia, de manejo de conflictos" y reclamaban "abordar algunos patrones de cambio de conducta".

Según Olivera, "las repuestas institucionales no han llegado en tiempo y forma" para abordar "con los escasos equipos multidisciplinarios" que no alcanzan al 10% de los centros del país.

Consultado por qué cosas puntuales se venía reclamando, Olivera destacó que tras la pandemia se comenzó a manifestar "problemas barriales y fenómenos de las redes sociales", además de "la superpoblación de las instituciones, particularmente en bachillerato", explicó en diálogo con Doble Click (FM Del Sol).

Olivera apuntó a problemas estructurales y coyunturales, entre ellos: la cantidad de estudiantes que no se pudieron matricular; crecimiento de las clases y cantidad de horas vacantes donde todavía no hay docentes a cargo.

"Este es un problema multicausal, hay que trabajar con otros organismos públicos, mejorar las políticas públicas, requiere de psicólogos, asistentes sociales que orienten", detalló el dirigente sindical, pero aseguró que a día de hoy es imposible hacerlo por la escasa mano de obra especializada en los centros educativos.

Este tema se pondrá sobre la mesa en las reuniones de esta tarde con las autoridades de la educación. "Estamos viendo que se han potenciado las situaciones que no se limitan a la del Zorrilla".

Para Olivera "el recorte de presupuesto que se ha venido procesando en el sistema educativo" ha generado las condiciones "para tener alguna de estas situaciones".

Consultado por si "no es reduccionista" achacar la violencia a la falta de presupuesto, Olivera aseguró que "la violencia está instalada en la sociedad"; "las instituciones educativas no están pendidas de una nube; cuando esto sucede uno tiene que abordar desde las instituciones con equipos que permitan trabajar en la transformación de esta realidad", apuntó.