El 64,3% aprobó la prueba Docente Acreditado; será la última edición, pues el gobierno decidió no hacerla más

El examen Docente Acreditado, de reconocimiento universitario de carreras de la formación docente, que nació con la Ley de Urgente Consideración (LUC), fue aprobada este año por el 64,3% de los participantes. El gobierno de Yamandú Orsi, tal como informó El País, decidió que esta fuera la última edición de la prueba, que tiene un solo antecedente, en 2023, cuando lograron salvarla el 62,7% de los que participaron.

El gobierno de Luis Lacalle Pou había anunciado en un principio que la aprobación de la primera edición había alcanzado el 60,4%, pero luego ajustó el número tras darse por aprobadas varias pruebas escritas tras un fallo técnico que generó polémica.

De los 2.133 docentes que se presentaron este año, 1.372 lograron aprobar, frente a los 2.321 que lo habían conseguido en 2023, tras anotarse 3.700, según un informe del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) al que accedió El País.

El reporte oficial de 54 páginas concluyó que el nivel de aprobación entre los maestros de primera infancia fue menor al del resto de los educadores (fue de 44,4% y había sido 46% en 2023).
La aprobación también descendió a medida que aumentó la edad del docente. Entre quienes tienen 50 años o más el porcentaje de aprobación fue 56,6% cuando en 2023 había sido de 54,4%.

Mientras en la edición 2023 el porcentaje de aprobación fue mayor entre quienes trabajan únicamente en el sector privado, este año se observó “lo contrario”, marcó el informe. Entre los que dan clases en el sector público o en ambos aprobó 66,7%, frente a los que trabajan solo en el sector privado, que fue un 51,1%. Esta relación de porcentajes se vio en todas las áreas que se evaluaron.

Para alcanzar la certificación universitaria del título docente, el MEC resolvió que se debían aprobar las cuatro competencias básicas (comprensión lectora, habilidades tecnológicas y digitales, matemática y estadísticas básicas y producción escrita y organización textual). Y para los de media se pidió la aprobación específica de su formación.

“Nosotros dijimos antes de asumir que no íbamos a seguir por el camino de la obtención de títulos universitarios sin rigurosidad académica”, señaló el ministro de Educación José Carlos Mahía a El País hace una semana sobre el futuro de Docente Acreditado. Quienes hayan obtenido su reconocimiento en la edición 2023 y 2025, no obstante, no perderán su título, aclararon desde el MEC.

“Es un título por dar una prueba para alguien que ya era docente. O sea, no se da el título de maestro dos veces ni el título de profesor. Es como una segunda formalización que no cambia la formación de la persona”, apuntó, por su parte, Gabriel Quirici, director nacional de Educación, que impulsa la Universidad de la Educación (UNED), que hoy es un anteproyecto de ley.

La prueba para otorgar el reconocimiento universitario “no representa una forma de experimentar la vida universitaria como tal”, insistió, y añadió que a partir de la prueba se pretende determinar si “se es universitario o no, y nosotros discrepamos con esa concepción”, agregó.

Quirici recordó, además, que cuando se planteó hacer una evaluación se indicó que esta fuera generada por los institutos de formación docente locales. “Se optó por otro camino, de una acreditación a través de un sistema que se contrata en el exterior”, apuntó, en alusión al asesoramiento del Ineed de Colombia.

Entre sus críticas a esta modalidad, Quirici planteó que Docente Acreditado “no generó” un impacto a nivel educativo. “No llegamos al 7 % de los docentes recibidos presentándose a la prueba. No hubo a nivel nacional, entre tantos docentes, un recibimiento de esto como una oportunidad”, deslizó.