Realeza

El clima tenso en la corona británica es evidente pero un evento podría cambiarlo todo. Según informó la prensa del Reino Unido, el príncipe Harry y Meghan desean bautizar a su hija recién nacida en Windsor con la compañía de su bisabuela, la reina Isabel II.

Luego de la polémica entrevista que la pareja dio a Oprah, el encuentro para bautizar a Lilibet Diana Mountbatten Windsor podría acercar posiciones entre los padres de la niña y el resto de la familia.

La experta en realeza Marlene Koenig dijo a los medios británicos que hay indicios de que Harry podría volver a Inglaterra por razones vinculadas a su madre Diana en septiembre próximo. “Si es que existe la voluntad de arreglar las cosas, sería el momento ideal para decir: ‘Hagamos el bautismo acá, traigan a Lilibet’”, explicó Koenig al Daily Star. “Si tuviera que organizarlo yo, les diría que vengan con los familiares más íntimos. Que pasen un poco de tiempo juntos, se sienten y hablen de lo que tengan que hablar”.

Días atrás, los padres de Lilibet y Archie, según informó The Sun, dejaron explícitas sus intenciones de que la ceremonia se realice en el país natal del príncipe. De ser así, el especial encuentro podría limar las asperezas entre los duques de Sussex y los otros miembros de la corona, sobre todo con la reina y el príncipe William.

En dos meses, Harry viajaría al Reino Unido para asistir a lo que podría ser una ceremonia de unas 100 personas, entre amigos, familiares y organizaciones solidarias, según detalló The Sun. La nueva reunión para homenajear a Lady Di podría celebrarse en el Palacio de Kensington y es probable que Meghan acompañe a su esposo.

A principios de este mes, los hermanos Windsor se reunieron en los jardines de la residencia que compartió su madre con el príncipe Carlos para la inauguración una estatua en su honor. Según pudo verse en distintas fotos, conversaron y sonrieron durante el acto oficial, aunque el duque de Sussex regresó rápidamente a Estados Unidos.