Por Luciana Jinchuk

Hoy te quiero contar un poco sobre los motivos que pueden estar causando que a tu bebé le cueste mucho rato quedarse dormido por la noche.

Para empezar, ¿Sabías que el tiempo esperado para que las personas se duerman una vez que se acuestan es entre 5 y 20 minutos? Está estudiado que es el tiempo promedio que suele llevar una vez que decidimos dormirnos. A los bebés y niños pequeños por supuesto los llevamos a dormir nosotros los adultos, y para estar seguros que lo estamos haciendo en el momento y la forma óptima te dejo estos tips para que chequees qué puede estar fallando si la hora de dormir es eterna:

• Lo estamos llevando a dormir demasiado temprano: no es la opción más común, especialmente en nuestro país, pero a veces no les damos tiempo a acumular “presión de sueño” o sea, ganas de dormir entre la última siesta y la hora de dormir.
• Lo estamos llevando a dormir demasiado tarde: cuando llegamos al punto de sobrecansancio cuesta mucho más que se queden dormidos y puede parecer que no tienen sueño cuando ¡es todo lo contrario!
• El ambiente donde lo queremos hacer dormir no es el óptimo: tratá que sea oscuro (que no se vea nada de verdad), aburrido y seguro. Que sea siempre el mismo lugar y en las mismas condiciones va a ser clave para que se relaje mejor antes de dormir.
• Se siente mal: esto no explica si la hora de dormir es eterna siempre pero si un día le cuesta más de lo normal fíjate que no tenga nada que le esté molestando (puede ser salida de dientes, cola irritada, dolor de oídos, fiebre, dolor de panza, etc.)
• La rutina no fue buena: si no les hacemos una linda rutina relajante es muy difícil que puedan quedarse dormidos rápidamente. Puede ser un libro, contar un cuento, cantar, jugar algo tranquilo, música relajante de fondo, masajes, lo que se te ocurra. Eso si: nada de cosquillas ni correr.
• No se sabe dormir solo: Si necesita siempre asistencia para quedarse dormido, es probable que cada vez le cueste más y le lleve más tiempo. Ayudalo a lograrlo de manera independiente y vas a ver que mejora mucho.
• Día con poca actividad física, muchas pantallas y poca luz natural: esto influye muchísimo. Así que siempre traten de ofrecer estas cosas y en lo posible nada de pantallas por lo menos una hora antes de ir a la cama.

Espero que esto te ayude, si sentís que no sabés cómo empezar a hacer los cambios no dudes en contactarme para trabajar juntos.

CONOCÉ A NUESTRA COLUMNISTA

Luciana Jinchuk

Consultora de Sueño Infantil por el Family Sleep Institute. Mamá de Eva y Felix.
A través de su emprendimiento, Volver a Dormir, ha trabajado con más de mil familias en Latinoamérica.

Podés seguirla en Instagram y ver sus novedades en la página web de Volver a dormir.