SÚPERMUJERES

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que 1 de cada 10 niñas faltan a la escuela durante su menstruación. Los mitos entorno al período menstrual pueden generar conflictos en su desarrollo, empoderamiento y ejercicio de derechos, un punto a considerar en la lucha por la igualdad.

En pleno XXI, la vergüenza, el miedo e inseguridad sobrevuelan temas como la intimidad y sexualidad. La montevideana Paula Lubchansky (36) lo tiene claro y con Pink Lady procura romper barreras y brindarle a las mujeres una mejor salud íntima, además de atender las necesidades femeninas, sin descuidar el medio ambiente.

“Esta es una marca creada por mujeres y para mujeres, nuestra misión es cuidar de las necesidades femeninas más intimas rompiendo barreras y con el compromiso de mejorar la calidad de vida sin olvidarse del medio ambiente”, explicó la emprendedora.

No ha sido fácil sumar a la conversación el cuidado femenino, pero Lubchansky está decidida a hacerlo. “Aún es difícil hablar de la menstruación y de la intimidad, de lo que nos sucede a las mujeres. Es complicado para nosotras asumir y referirnos al desborde de orina, tanto cuando es postparto o incluso antes por no tener el suelo pélvico fortalecido”, remarcó.

“Pink Lady apuesta siempre a la innovación y es importante que las mujeres tomen decisiones informadas que puedan adaptarse a sus necesidades reales. Un producto llevó a otro y para las que no se animaban a emplear una cosa, les propuse otras opciones”, recordó.

La empresa se inició en 2015 con la creación de aceites íntimos comestibles, que además podían ser usados como lubricantes sexuales. Elaborados con ingredientes naturales y con una fórmula a base de agua, compatible con condones de látex y juguetes sexuales los ofrece en sabores, (rutilla y champagne, frutos del bosque y maracuyá. Al emplearse sobre la piel tienen doble efecto: una persona siente sabor y la otra, calor.

Con el siguiente impulso innovador, sumó cuidado femenino y llegó con la copita menstrual, un producto que hasta entonces las uruguayas adquirían en el exterior o por fuera de las estructuras formales de venta. “Escuché a mis clientas y ellas me comentaban que durante el período menstrual con el uso de absorbentes sufrían de picores o alergias”, rememoró.

Poco tiempo después de iniciar la comercialización de este producto, Lubchansky conseguió una financiación de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y tuvo mayor impulso.

“La copita menstrual de Pink Lady es la única que cuenta con el especial aval de la Sociedad Ginecotológica del Uruguay”, dijo sobre su dispositivo de silicona médica que brinda comodidad, seguridad e higiene, al tiempo que evita alergias, micosis, malos olores. Además ayuda al cuidado del medioambiente, ya que es reutilizable y su vida útil ronda los diez años.
“Puede utilizarse a partir de la primera menstruación y por largos períodos de tiempo (hasta 12 horas). Su uso tiene más beneficios: ayuda al fortalecimiento del suelo pélvico”, remarcó.

Con miras a atender a su público, el año pasado Lubchansky volvió a apostar a lo sustentable. “Creamos tampones de algodón orgánico certificado, lo importante es que no hacen mal a la salud ni desprenden toxinas al organismo”, enfatizó.

El algodón de este producto tiene un impacto positivo en el planeta: es cultivado sin la utilización de pesticidas, herbicidas ni fertilizantes químicos, cada uno tiene un velo especial de seguridad que envuelve el núcleo absorbente y reduce el riesgo de que las fibras queden adheridas a la pared vaginal, dos cosas que facilitan, además, su extracción.

“Son hipoalergénicos, libres de viscosa o perfumes, vegan friendly (no se testean en animales) y se degradan 40% más rápido que los comunes. Se comercializan envueltos en papel y empaque de cartón reciclado”, subrayó.

En su afán por seguir satisfaciendo las las necesidades de sus clientas, la emprendedora sumó nuevos productos: las bombachas menstruales, producto que en este momento comienzan a comercializarse en cadenas.

“Estas bombachas son para todas las mujeres, de todas las edades. Son prendas absorbentes que por la combinación de tres tipos de tejidos sirven para flujo menstrual, vaginal y desborde de orina”, enfatizó. Además de que no producen picores ni irritación, Lubchansky señaló que pueden suplir algunos productos de uso diario que “además de hacer mal a la salud generan un impacto medioambiental enorme”.

“Lo ecológico y sustentable es clave para mí. Está bueno dejar algo positivo en el mundo, aunque sea un granito de arena de parte de cada una. Si todas ponemos un poquito hacemos la diferencia”, afirmó. Y concluyó: “Nuestros productos son premium y la diferencia con usar uno común es importante, generan poco impacto medioambiental con un gran impacto en la calidad de vida”.