Negocios

Los barrios jardín al norte de Camino Carrasco, al Este de Montevideo, se multiplican y la zona atrae a inversores que se hacen eco de la nueva corriente. En esa línea, con una inversión de US$ 30 millones nace Zen Pueblo Jardín, un espacio de seis hectáreas sobre Camino Brunel casi Camino Carrasco donde convivirán 96 casas en un marco arbolado.

El proyecto es codesarrollado por Edilica Group, de los socios argentinos Francisco Pitt y Nicolás Ecker, y la empresa Dwell, que tiene como responsables a Elbio Olaizola y Eduardo Acosta.

Según Pitt, Zen Pueblo Jardín llegará con un diferencial que hará foco en el precio. «El ticket promedio de una casa será US$ 350.000, un 30% por debajo de los precios de venta de la zona. Y eso sin perder los beneficios en servicios. Esto lo logramos por una buena estructuración del proyecto, por escala. Al ser un gran terreno mejoramos los costos y lo transferimos a los precios finales», dijo.

De hecho, la idea del barrio surgió hace unos años cuando ambas empresas se conocieron pero terminó de cerrar al encontrar el terreno con esas dimensiones, agregó Pitt.

El proyecto se encuentra en proceso de aprobación de obra de infraestructura, mientras que el lanzamiento oficial y la preventa se harán en la segunda mitad de 2020. La construcción en tanto, se llevará a cabo en cuatro fases de 24 casas cada una. La primera (y tal vez la segunda) se hará durante 2021 y, según los planes de los desarrolladores, para 2023 el barrio estará terminado. Además, por iniciativa privada se bituminizará Camino Brunel.

En promedio, cada casa ocupará 136 metros cuadrados (m2) en dos plantas, más otros 25 m2 de pérgolas y estará enmarcada en un terreno de 250 m2. Tendrá tres dormitorios (uno con baño en suite) y dos baños más. También un estar, living comedor y parrillero bajo pérgola, y el diseño, a cargo del arquitecto Carlos Ponce de León, priorizará líneas modernas y puras.

Además, los desarrolladores destinarán un área común de 1.500 m2 donde ubicarán un club house de unos 500 m2, piscina y una zona de parrilleros separados pero integrables (se pueden unir en caso de un evento o diferentes eventos integrados).

A su vez, en respuesta a la tendencia de trabajar desde lugares remotos, en la planta alta del club house funcionará un espacio de cowork, al que, en un inicio, solo accederán quienes vivan en el barrio «por un costo fijo que se definirá a futuro», cerró.

Dado el perfil de la propuesta, si bien los responsables apuntan a atraer a un público muy amplio, se hará especial énfasis en los jóvenes. «Tanto por el valor de las viviendas como por la propuesta arquitectónica, apuntamos a un público joven que busca su primera vivienda amplia en esta zona, con servicios y accesible. Han consultado de varios barrios, por ejemplo quienes viven en apartamentos en Pocitos y buscan una vida más ‘verde’ en la zona de Carrasco pero con tickets de ingreso más bajos», finalizó.